Las dudas en la AFC Este en la Temporada del 2020
COMPARTIR
Por primera ocasión en muchos años, la carrera por el título en esta división no parece favorecer a los Patriots
EUA.- Fue tal el dominio de los Pats a lo largo de las últimas dos décadas en la AFC Este que, honestamente, no culpo demasiado a los aficionados de los otros tres equipos si dejaron de poner atención durante ese lapso. Sin embargo, todo lo que tuvo un principio, también tiene un final. La historia que comenzó cuando un quarterback de sexta ronda de Michigan reemplazó a un Drew Bledsoe lastimado en el 2001 llegó a un final anticlimático en Foxborurgh, cuando Tom Brady emigró vía agencia libre a los Buccaneers en el receso de temporada.
Los pupilos de Bill Belichick parecen más vulnerables que nunca sin su legendario Número 12 en los controles, situación exacerbada por el número de sus jugadores que declinaron jugar la campaña a acusa de la pandemia de coronavirus. Si alguno de los otros tres clubes ha de arrebatar la corona divisional, es este año, y en este momento ya existe un candidato para conseguir la hazaña.
La derrota de los Bills el año pasado en la Ronda de Comodines nos ofreció un microcosmos de lo que ofrece Allen como quarterback. Por momentos, sus pinceladas de escapista mantuvieron vivos a Buffalo ante los Texans, pero sus errores garrafales terminaron siendo costosos.
¿Puede Josh Allen convertirse en el quarterback que requieren los Bills para trascender en postemporada?
La derrota de los Bills el año pasado en la Ronda de Comodines nos ofreció un microcosmos de lo que ofrece Allen como quarterback. Por momentos, sus pinceladas de escapista mantuvieron vivos a Buffalo ante los Texans, pero sus errores garrafales terminaron siendo costosos.
En el balance, lo positivo no ha superado todavía a lo negativo con suficiente holgura como para pensar en los Bills como serios contendientes al Super Bowl. Lo primero que debe hacer Allen es encontrar consistencia: evitar que los picos y valles sean menos extremosos, y darle a los coaches ofensivos de Buffalo una sensación de saber exactamente qué esperar en cada jugada, particularmente situaciones por pase.
Allen se ha convertido en un comodín que puede poner en aprietos a las defensivas, pero con un Total QBR de 47.3 (en escala de 0-100), esos chispazos serán suficientes para ganar, quizás, un puñado de partidos. Pero no serán suficientes.
Buffalo no está listo para buscar a un reemplazo de Allen en la posición de QB, ni cerca, pero si los Bills quedan fuera de la postemporada y el nivel del pasador es una de las razones de ello, esa postura se replantearía para el receso de temporada entrante
¿Es el 2020 la última oportunidad de Sam Darnold con los Jets?
Con toda honestidad, parece que sí. Darnold se ha tenido que sobreponer a situaciones de índole física —como la mononucelosis al inicio de la temporada pasada, o una lesión en el pulgar de la mano que sufrió más adelante— pero incluso estando sano, Darnold no ha sido capaz de entregar actuaciones sólidas de manera consistente.
Eso no significa que no ha tenido puntos brillantes. Los ha habido, aunque han sido poco frecuentes. Eso se traduce en que Darnold todavía tenga quien abogue por él alrededor de la liga. Sin embargo, los resultados no han sido los esperados, y a final de cuentas, la NFL es un negocio de resultados.
Una mejorada línea ofensiva —solidificada con el inmenso tackle novato de primera ronda, Mekhi Becton— debe ser un primer paso importante hacia el progreso de Darnold. El aporte del receptor abierto novato de segunda vuelta, Denzel Mims, puede ser fundamental, también, así como lo que brinde el veterano Breshad Perriman, agente libre contratado en el receso de temporada que viene de su mejor campaña como profesional, con los Buccaneers. Finalmente, un Le’Veon Bell revitalizado, como parece estarlo, será un engrane clave para aliviar la presión sobre Darnold de tener que hacer todas las jugadas con su brazo.
En resumen, se trata, si todos se mantienen sanos, de un grupo ofensivo con la capacidad de ser competitivo. Pero si el gatillo —Darnold— falla, de nada servirán las municiones.
¿Es Cam Newton la respuesta para los Patriots en la posición de quarterback?
A mediados del verano, las señales de la franquicia apuntaban sospechosamente a que había suficiente confianza en el quarterback de segundo año, Jarrett Stidham, como para confiarle la titularidad. Después de todo, cuántos reclutas de cuarta ronda se convierten en titulares de tiempo completo de un equipo de postemporada en su segundo, sin haber iniciado un partido, y sin que medie lesión que los catapulte hasta ese sitio.
Algunos analistas siempre mantuvieron que los Patriots sumarían —tarde o temprano— a un veterano, y eso sucedió hasta el 28 de junio, cuando Nueva Inglaterra acordó por una temporada con Newton.
El acuerdo financiero es notablemente ventajoso para el club: una temporada por el mínimo para veteranos. Para Newton, la situación es sumamente ventajosa en el aspecto deportivo; tiene la misión de demostrarle al resto de la NFL que ha podido dejar atrás lesiones serias y cirugías en el hombro de lanzar y en el pie, y qué mejor que hacerlo bajo las órdenes del mejor head coach en la historia de la NFL, un coordinador ofensivo altamente exitoso como Josh McDaniels, y al frente de una plantilla que llegó a la postemporada el año pasado.
¿Cuánto debe jugar Tua Tagovailoa para los Dolphins como novato?
Francamente, la respuesta a esta pregunta tiene que ver tanto con lo bien que pueda lucir Tagovailoa en los entrenamientos de los Dolphins, como con lo que decida —a través de su nivel de juego— Ryan Fitzpatrick, mientras se mantiene como titular.
En 15 años en la NFL, Fitzpatrick solamente suma dos temporadas en las que ganó más partidos de los que perdió, y solamente uno de esos 2 años fue en calidad de titular. ¿Hay algún motivo para creer que Fitzpatrick cambiará dramáticamente en su decimosexto año de NFL? No.
De por vida, Fitzpatrick posee una relación de touchdowns a intercepciones de 1.3. Para darse una idea de lo que significa ese número, consideremos que pasadores como Patrick Mahomes, Aaron Rodgers y Lamar Jackson están en 4.22, 4.33 y 4.67 respectivamente, es decir, que lanzan más de 4 pases de touchdown por cada intercepción desde que están en la liga. Al otro lado de la escala, está Josh Rosen, con un 0.65, significando que en su carrera ha lanzado poco más de medio touchdown por cada intercepción.
No hay que perder de vista que, si Fitzpatrick es ahora el quarterback titular en Miami, no fue porque ganó una gran batalla de campamento por el puesto, ante talentos de primera línea.
Tarde o temprano, ‘Fitzmagic’ mostrará la habilidad de convertirse en ‘Pickpatrick’, y entonces la presión estará sobre los hombros de Flores para hacer un cambio en la posición y debutar Tagovailoa. (Con información de Rafael Zamorano y ESPN)