Los ganadores de Súper Tazón definen la afición...
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Para nadie es un secreto que los equipos ganadores son los favoritos de los fans y arrastran a enormes cantidades de fanáticos, se cuentan por millones los seguidores de las diferentes franquicias de la NFL en todo el mundo.
Y en ello tuvo mucho que ver la idea mercadotécnica del Súper Tazón. En México hemos visto por 50 años el desarrollo de la NFL a través de los medios masivos que corrieron muy al parejo del crecimiento del futbol americano en los Estados Unidos.
Entre las primeras aficiones que se generaron en nuestro país está la de los Vaqueros de Dallas al ser el primer equipo que recibió total cobertura a través de Canal 13, precisamente en el año en que ganan la Edición VI un 16 de enero de 1972 a los Delfines de Miami. Cabe decir que para los Delfines también llegaron los aficionados, pues su arribo en tres ocasiones consecutivas y obteniendo el triunfo en una de ellas de manera invicta fue oro molido para la gente de Don Shula.
Pero el gran cosechador de aficionados resultó el equipo vencedor de los Acereros de Pittsburgh; el “boom” televisivo mexicano llevando su imagen a toda la provincia nacional, así como los cuatro títulos hizo que de la “cortina de acero” y su afamado coach Noll terminara enamorándose la afición mexicana.
La llegada de los Raiders de Oakland al Súper Domingo, ganarlo y la magia que poseía su pandilla de jugadores de la talla de Stabler, Biletnikoff, Ted Hendrix y muchos más, vinculó a otra gran parte de aficionados de México.
En los 80, Joe Montana y el dominio de la Conferencia Nacional tuvo en los 49ers una creciente afición que sigue incrementándose con su arribo a la Edición 54.
Los nuevos Empacadores de Green Bay, la salida del limbo de los Santos de Nueva Orleáns, las victorias que finalmente llegaron a los Broncos de John Elway, así como unos Colts que tuvieron más éxito siendo de Indianápolis que de Baltimore, también hicieron nacer consistentes aficiones.
El estilo de juego es importante, ahí están los Pieles Rojas de Washington, los Cuervos de Baltimore, los Carneros, los Gigantes de Nueva York y Tampa Bay para generar gustos por estos y otros conjuntos que al ganar en el Súper Tazón asimilan aficiones. Quizá en esa tesitura encontramos hoy a los Jefes de Kansas City, cuya explosividad de la ofensiva y el ángel que posee su mariscal de campo, Patrick Mahomes, últimamente ha ganado nuevos aficionados para su causa.
Dejamos al último a los Pats porque su contacto con la victoria, su head coach —Bill Belichick—, su polémico quarterback —Tom Brady—, la dinastía y todo ese remolino de pasiones que genera el Dios del triunfo ha provocado un fenómeno especial en el que sus seguidores se reprodujeron de manera exponencial, pero lo mismo podemos decir de sus detractores, que ya se cuentan por miles, más que ningún otro equipo.
Victor M. Pérez Ocampo
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