Barcelona sufre de más para derrotar al Sporting

Fútbol Internacional
/ 27 septiembre 2017

Gue gracias a un autogol que el conjunto blaugrana sacó la victoria

 El Barcelona sufrió hoy para llevarse la victoria en Lisboa ante el Sporting de Portugal, que se lo puso difícil a los blaugranas pero no consiguieron anular el gol en propia puerta marcado por el uruguayo Sebastián Coates en el arranque de la segunda parte.

Los de Ernesto Valverde cosecharon así su octava victoria consecutiva y se colocaron líderes en solitario del grupo D, con tres puntos de ventaja sobre el Sporting y la Juventus.

Vestido con su segunda equipación, el Barcelona se encontró con más dificultades de las que esperaba en Lisboa, donde los "leones" no sólo no se achicaron ante el cinco veces campeón de la 'Champions' sino que dominaron en varias fases del partido y estuvieron cerca del empate en más de una ocasión.

Valverde apostó por su once de gala con una sorpresa, y en vez de alinear en la línea delantera a Deulofeu, que fue descartado en el último momento, colocó de titular a Sergi Roberto, que ya había jugado en el once inicial la pasada jornada ante el Girona.

En el Sporting la sorpresa también estuvo en el ataque, donde Jorge Jesus colocó al marfileño Doumbia y dejó al holandés Bas Dost en el banquillo.

En una primera parte muy igualada, el Barça empezó manejando el balón en el medio campo a la espera del momento de meterle mano al Sporting, que intentaba robar la pelota para contraatacar.

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Tras quince minutos más calmados, los de Valverde tantearon el marcador con un tiro desde fuera del área que se fue alto del uruguayo Luis Suárez. El Sporting demostró enseguida que no tenía miedo con un zurdazo del italiano Piccini que pasó rozando el larguero de Ter Stegen.

Con apenas 26 minutos de partido, los "leones" ya sumaban dos amarillas por las faltas cometidas por Gelson Martins y Coentrão que encendieron todavía más a los 50.000 aficionados que llenaban el estadio, que empezaron a mezclar sus cánticos con pitos y abucheos al colegiado.

Los blaugrana siguieron intentando batir a Rui Patrício sin éxito, mientras que el peligro verdiblanco procedía principalmente de una de las revelaciones de esta temporada, Bruno Fernandes.

A cinco minutos del descanso, Doumbia cayó en el borde del área en una acción con Piqué, pero parecía una simulación clara y el árbitro le mostró la cartulina amarilla.

Sorprendentemente, el marfileño no pudo seguir en el partido y tuvo que ser sustituido por Bas Dost.

Al filo del descanso, un disparo de Messi en el área chica se encontró de frente con un antiguo rival, cuando Coentrão se tiró al suelo de forma providencial para detener el disparo.

El bloqueo terminó nada más comenzar la segunda parte. Mathieu peinó un centro de Messi que acabó en la cabeza de Luis Suárez, pero su compatriota del Sporting, Coates, la tocó y despistó a su portero, que vio el balón entrar en la portería.

El gol dejó tocado al Sporting durante unos minutos, en los que se lanzó a parar las embestidas del Barça con faltas y fue acumulando más amarillas entre sonoras pitadas al árbitro desde la grada verdiblanca, muy enfadada con el rumbo del partido.

Los "leones" incrementaron la presión y dejaron más espacios, una ventaja que intentaron aprovechar los blaugranas, que nuevamente se toparon con un antiguo conocido. Mathieu, que cambió este verano el Camp Nou por Alvalade, se tiró al suelo para quitarle de los pies el balón a Messi en una internada peligrosa.

Sin embargo, los blaugranas seguían sin tener el dominio claro del partido y el Sporting se vino arriba, obligando a Ter Stegen a intervenir para evitar lo que habría sido el gol del empate de Bruno Fernandes.

Minutos después, el Sporting volvió a perdonar. Bas Dost llegó al área y tenía espacio para disparar, pero prefirió dejar el balón a Bruno, que tiró a las manos del portero alemán.

Ante el dominio verdiblanco, Valverde decidió empezar a mover el banquillo y quitó a Iniesta, muy aplaudido por la grada, para dar paso a Paulinho.

Con el brasileño, el Barça se plantó más firme sobre el césped e incluso estuvo cerca del segundo, con un disparo precisamente de Paulinho que detuvo Rui Patrício.

La momentánea recuperación no desmoralizó al Sporting. Empujados por su hinchada, los "leones" lo intentaron hasta el último minuto, con una falta peligrosa que no llegó a nada, y no pudieron evitar ver cómo se escapaban los tres puntos.

El colegiado salió del estadio bajo una sonora pitada de la afición verdiblanca.

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