Una guerra británica en Francia

Fútbol Internacional
/ 25 junio 2016

Gales o Irlanda del Norte garantizan la presencia de una selección británica en los cuartos de final de la Eurocopa, un torneo que nunca antes habían disputado y en el que son dos de las sensaciones

PARIS.- Gales o Irlanda del Norte garantizan la presencia de una selección británica en los cuartos de final de la Eurocopa, un torneo que nunca antes habían disputado y en el que son dos de las sensaciones.

Días después de que los británicos votaran abandonar al Unión Europea, dos de las pequeñas selecciones que componen ese conglomerado se miden en el parisiense Parque de los Príncipes en unos inesperados octavos de final que las dos naciones celtas afrontan plenas de ilusión.

Al duelo en el campo se sumará también el de las aficiones, que hasta ahora se han convertido en dos de las más animadas y ruidosas de la competición.

Los galeses de Gareth Bale rebosan optimismo tras haber acabado primeros de grupo, superando a la vecina archidominante 
Inglaterra y con su estrella como único futbolista que ha marcado en los tres partidos.

Con permiso de los ingleses, que se miden a Islandia el lunes próximo, buscan mantener la viva la llama británica en la competición, en un duelo cien por ciento “british”, pues hasta el colegiado será el inglés Martin Atkinson.

Confortablemente instalados en la costa bretona francesa, en un rincón celta que han convertido en su hogar, los galeses viven en un clima de total felicidad, sabedores que ya han hecho historia y que, todo lo que llegue, pondrá a las generaciones del futuro el listón más alto.

El jugador del Real Madrid es quien está en mejor posición para marcar la ambición de su grupo que pasa por seguir adelante, porque haber superado la fase de grupos no le parece suficiente.

“Aquí se viene a ganar el torneo, no a jugar tres partidos e irte para casa. El objetivo final es ganar, pero cada partido es tan 
importante como el último”, señala.

Para estimular a su grupo, el seleccionador galés, Chris Coleman, les puso un vídeo de la generación de 1958, el hito a batir, que 
pasó a cuartos de final del Mundial de Suecia.

El técnico cuenta con su equipo de gala, con el triángulo Bale, Ramsey y Allen que les ha llevado a sumar dos triunfos en la primera fase y a doblar la rodilla solo contra Inglaterra y con un gol postrero.

Tampoco tiene bajas en su grupo el seleccionador norirlandés, Michael O’Neill, que pese a que sabe que no parte de favorito en el duelo, no renuncia a dar la sorpresa y clasificarse para cuartos de final.

Pese a la proximidad geográfica y cultural, las dos selecciones tienen planteamientos diferentes.
Irlanda del Norte, que logró el billete para octavos con solo tres puntos, cuenta con la solidez de su bloque y evita ponerse en manos de las individualidades, ahí donde Gales se ha echado en brazos de Bale.

O’Neill ni siquiera ha alineado todavía al jugador del Wigan Will Grigg, pese a que su festiva afición lo pide de forma insistente.
Evans y Lafferty son así los dos únicos que tienen experiencia en el alto nivel, en un grupo que apuesta por la pasión y el compromiso compartido.

“Tenemos fe en nuestras opciones de proseguir la aventura”, asegura el técnico, que se permite incluso ver más allá y hacer cálculos, situado “en la parte más favorable del cuadro”, con Hungría o Bélgica como perspectiva en cuartos.

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