Kikín Fonseca: El tortillero que hizo realidad su sueño de ser futbolista

Deportes
/ 21 julio 2020

El exjugador habló de sus inicios donde fue molinero en el negocio de su padre

Francisco Kikín Fonseca es uno de los comentaristas deporitvos más importantes en la actualidad, sin embargo en sus orígenes tuvo que combinar el trabajo en una tortillería mientras cumplía su sueño de ser futbolista. 

 El exjugador de Pumas platicó con Javier Alarcón y reveló  que su inicio en el negocio familiar se dio gracias a que quería comprar un tablero de basquetbol, por lo que su padre les dio permiso de abrir la tortillería un 25 de diciembre. 

“Si (trabajé en la tortillería), pero es muy pesado, es muy duro. Cuando yo estaba estudiando y pues ya quería comprarme mis cositas, recuerdo que junto con mi hermano queríamos comprar un tablero de basquetbol, dice mi padre ‘ah entonces trabajen’, creo que fue el 25 (de diciembre) que no se trabaja, ‘abran si quieren y toda la venta es de ustedes’, nos aventamos y sacamos para nuestro tablerito de basquetbol”, comentó Fonseca.

Aunque más tarde, su padre Francisco Fonseca García le pidió que comenzara a ayudar en la tortillería para que aprendiera a trabajar, y fue así que cuando estaba en la Tercera División, Francisco Fonseca alternaba con el negocio familiar y sus entrenamientos.

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 “Después más en forma mi padre me dijo ‘órale a chambearle a la tortillería porque es el negocio y hay que aprender a trabajar’, lo combinaba ya estando en Tercera División, estaba acá en León, en vacaciones de la escuela me iba en la mañana a chambearle de molinero”.

Fonseca explicó que ser molinero es una de las labores más pesadas de una tortillería, ya que es "quien tiene que convertir el maíz, tiene harnearlo, tiene limpiarlo, después tiene que cocerlo y después lavarlo para ir al molino para convertirlo en la masa". 

Pese a que era pesado, el ahora analista de TUDN expresó que gracias a este trabajo comenzó a ganar un poco de dinero para invitar a la novia a salir. 

“Me iba a moler, aprendí, dejaba muchos botes de masa, calculándole para que cuando después de que entrenara regresara por si hacía falta un bote de masa o dos, así le empecé, ya me ganaba mi dinerito a todo dar para invitar a la noviecilla al cine, algo así, ahí le empezamos a chambear todos porque nos metió mi padre a todos”.

 Francisco Fonseca comentó que su padre aún conserva las tortillerías, aunque actualmente las renta. Con información de Milenio. 

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