La verdadera historia de Webb Ellis, el mito de origen del rugby
COMPARTIR
TEMAS
"William Webb Ellis no inventó el rugby", afirmó a dpa Michael Rowe, curador del museo de Twickenham.
El símbolo más importante del Mundial de rugby, el trofeo William Webb Ellis que levantarán en la final del sábado en el estadio de Twickenham Nueva Zelanda o Australia, está basado en un mito.
La leyenda cuenta que el joven William Webb Ellis, por quien la copa tiene su nombre, era un estudiante de una escuela primaria inglesa que tomó la pelota con sus manos en medio de un partido de fútbol en 1823 y corrió hacia la línea de gol para crear un nuevo deporte: el rugby.
Sin embargo, los investigadores e historiadores aseguran que en realidad nada de ello ocurrió. "William Webb Ellis no inventó el rugby", afirmó a dpa Michael Rowe, curador del museo de Twickenham.
"El juego se llama rugby porque surge en la escuela Rugby School, pero no hay evidencias de que se deba a que Webb Ellis tomó la pelota y corrió hacia el otro lado", aclaró el historiador inglés en el museo de la catedral del rugby.
Según Rowe, el colegio decidió lanzar una investigación sobre los orígenes del ascendente deporte. Y allí se descubrió que el mito es obra de Matthew Bloxam, compañero de Webb Ellis en la escuela de Rugby, una pequeña ciudad en el centro de Inglaterra. Todo surgió porque Bloxam escribió en la revista escolar "The Meteor" que la célebre corrida de Ellis había dado lugar a un nuevo deporte: el rugby.
El mito carece de evidencia porque no hubo otros testigos, Webb Ellis jamás mencionó la corrida y el artículo fue escrito en 1880, ocho años después de la muerte del "creador" y 57 después de la mítica proeza.
"Para quienes hemos examinado la evidencia disponible, la conclusión es que la historia de Webb Ellis es nada más que un mito", explicó a dpa Joe Hall, investigador del Centro Internacional para la Historia del Deporte de la Universidad De Montfort, en Leicester.
"Su compañero escribió dos veces en la revista del colegio -en 1876 y 1880- para decir que alguien le contó que 'un tal Webb Ellis' había sido pionero en la táctica de correr con el balón en sus manos", añadió.
Durante la mayor expansión del imperio británico, con el reinado de la reina Victoria, el rugby comenzó a jugarse en el resto del mundo. Pero años después de la fundación de la Unión inglesa de rugby (1871), todavía no se sabía cómo se había originado el deporte que crecía en popularidad fuera del Reino Unido.
El curador del museo de Twickenham aseguró que el mito de Webb Ellis perduró "porque es realmente difícil y lleva tiempo explicar cómo se jugaba al 'rugby football' en el siglo XIX y cómo las reglas fueron cambiando hasta dividirse en dos deportes distintos".
La leyenda se pudo sustentar gracias a que el incipiente deporte estaba en plena mutación. Desde la óptica actual, se puede decir que era una mezcla de fútbol y rugby.
"No había nada inusual en tomar el balón con las manos en esa época. El fútbol en el siglo XIX no era como hoy lo entendemos", continuó Rowe, licenciado en Historia de la Universidad de Newcastle.
"Si en esos años un chico del colegio Rugby decía que jugaba al 'football', se refería a algo así", dijo al mostrar en una sala del museo una pintura de una maraña de niños amontonados, algunos intentando patear y otros queriendo tomar el balón con las manos con el propósito de llevarlo hasta los palos.
Según Rowe, "el mito de Webb Ellis es una suerte de King Arthur del rugby", en referencia al Rey Arturo, el mítico personaje del escritor inglés William Shakespeare.
"King Arthur es muy importante en la historia, todas las generaciones que vinieron después de Shakespeare lo aprendieron. Y como cada cultura le asignó un significado especial, entonces no importa realmente si existió o no. Lo mismo podríamos decir de Webb Ellis", contó.
En esta leyenda simple y atractiva, Bloxam sería una especie de Shakespeare del rugby. "Bloxam no pudo haber sido testigo porque dejó la escuela Rugby en 1821", agregó su colega Hall, de la Universidad De Montfort.
Las evidencias de Webb Ellis indican que jugaba al cricket, luego se convirtió en obispo en Oxford y murió en 1872 en Francia. Ellis nunca contó esa anécdota y la historia se escribió después de que muriera. Según Hall, el mito sobrevivió por su poder anecdótico y gracias a dos "eventos de refuerzo" de la leyenda.
El primero es el "partido centenario" de 1923 entre un combinado de Inglaterra y Gales ante otro de Escocia e Irlanda, que celebró los 100 años del rugby.
El segundo es el trofeo de la Copa del Mundo de rugby, llamado William Webb Ellis. "Estamos en una situación inusual, ya que hasta el libro oficial de la historia de la Unión inglesa lo llama 'un mito' al cuento de Webb Ellis, pero a la vez su figura es la más poderosa para promover el deporte en el mundo", argumentó Hall.
El trofeo fue creado en 1906 y recién se utilizó para la primera edición del Mundial, en 1987. El orfebre encargado de pulir y mantener brilloso el trofeo, Kevin Williams, señaló a dpa que "es un misterio dónde estuvo todos esos años, probablemente en algún depósito de trofeos".
Para el guardián de la copa que levantarán All Blacks o Wallabies el sábado, Webb Ellis tiene una trascendencia muy importante. "Fue el fundador del rugby y está bien que el trofeo lleve su nombre. No hay dudas de que significa mucho para los jugadores su figura", dijo Williams, jefe de orfebres de Thomas Lyte, empresa que preserva el centenario trofeo de la FA Cup y las joyas de la Corona inglesa.
Entonces, ¿cómo hay que recordar a Webb Ellis? "Fue un estudiante un poco rebelde que quería demostrar que era mejor que sus compañeros. Está bien llamar a la Copa Webb Ellis porque significa tanto para mucha gente en el mundo", completó Rowe.
Lea más:
Nueva Zelanda vs. Sudáfrica, un clásico en el Mundial de rugby
