Pistons de Detroit le ponen fin a la ‘maldita’ racha: ganan a Raptors tras 28 derrotas al hilo
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Al límite del cuarto cuarto, el equipo más perdedor de la NBA vence a Toronto por marcador de 129-127
Por fin lo lograron, los Pistons de Detroit rompieron una de las peores rachas en la historia del deporte. El ahora equipo más perdedor de la NBA vencieron a los Raptors de Toronto por 129-127 y cortaron la seguidilla de caídas, con 28, que acumulaban en la presente temporada.
Los Pistons, que no habían ganado desde el 28 de octubre, igualaron el récord de derrotas de los 76ers de Filadelfia, dividido en las temporadas 2014-15 y 2015-16, con una derrota en tiempo extra ante los Celtics de Boston el jueves.
Eso empató el récord de la racha de derrotas más larga en la historia de la NBA, NFL, NHL y MLB. Detroit, sin embargo, estableció el récord de la NBA en una sola temporada con su derrota número 27 consecutiva a principios de esta semana.
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“Me siento increíble”, dijo Cunningham. “Seguimos luchando. Ha sido un largo período, todas estas derrotas, pero estoy feliz de ser parte de un grupo de muchachos que no se dan por vencidos”.
Jalen Duren anotó 18 puntos y 17 rebotes para Detroit (3-29), mientras que Kevin Knox II anotó 17.
“Estoy muy feliz de haber podido lograrlo”, dijo Duren. “Hemos estado luchando duro durante un par de meses para conseguir uno y hemos pasado por muchas adversidades”.
Pascal Siakam anotó 35 puntos y Dennis Schroder terminó con 28 para Toronto, que jugaba la segunda mitad de un partido consecutivo.
“No quiero restar importancia a lo que hizo Detroit. Jugaron un partido realmente bueno y acertaron algunos tiros muy, muy oportunos”, dijo el entrenador de los Raptors, Darko Rajakovic.
Un triple de Siakam puso el marcador 126-122 faltando 17 segundos, pero los Pistons consiguieron la victoria desde la línea. Gary Trent Jr. anotó un triple faltando un segundo, pero la celebración ya comenzaba.
“He estado en muchos vestidores toda mi vida, pero es la primera vez para mí”, dijo el entrenador de los Pistons, Monty Williams. “Los muchachos gritaban. Yo estaba casi a punto de llorar. Estoy muy feliz por nuestros muchachos y por todos en el vestuario”.
