¿Sabes quiénes fueron los pioneros del automovilismo en México?
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Con apenas la mayoría de edad cumplida, los hermanos Rodríguez llevaron a México a los pódium más reconocidos del mundo
En la rica historia del automovilismo mexicano, pocos nombres resuenan con tanta fuerza y admiración como los de los Hermanos Rodríguez: Ricardo y Pedro, dos de los tres primeros pilotos mexicanos en debutar en un Gran Premio de Fórmula 1, junto a Moisés Solana. Ricardo, el más joven de los dos, se convirtió en el primer piloto mexicano en la historia en debutar en la Fórmula 1, al hacer su estreno con Ferrari en el Gran Premio de Italia de 1961.
Nacidos en una familia apasionada por los autos y las carreras, los hermanos dejaron una profunda huella en el mundo del automovilismo, cautivando a audiencias en todo el mundo con su talento, carisma y valentía en la pista.
TALENTO DE NACIMIENTO
Nacido el 14 de febrero de 1942 en la Ciudad de México, Ricardo Rodríguez mostró desde una edad temprana un talento natural para las carreras de autos. Su ascenso en el mundo del automovilismo fue meteórico, destacándose en competiciones locales antes de embarcarse en una carrera internacional que lo llevaría a la cima del deporte motor.
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En 1961, a la edad de tan solo 19 años, Ricardo hizo su debut en la Fórmula 1 con el equipo Ferrari, convirtiéndose en uno de los pilotos más jóvenes en la historia de la categoría. A lo largo de su carrera en la Fórmula 1, Ricardo impresionó a todos con su destreza al volante y su valentía en la pista.
Uno de los momentos más destacados de su carrera llegó en el Gran Premio de Bélgica de 1962, donde Rodríguez obtuvo una pole position impresionante, convirtiéndose en el piloto más joven en lograr esta hazaña en ese momento. Su talento y potencial eran evidentes para todos, y muchos predijeron un futuro brillante para el joven piloto mexicano.
Sin embargo, el destino tenía otros planes. El 1 de noviembre de 1962, durante una sesión de práctica para el Gran Premio de México, que se celebraría en el Autódromo Hermanos Rodríguez de la Ciudad de México, Ricardo Rodríguez sufrió un terrible accidente. Mientras conducía a alta velocidad, perdió el control de su Ferrari y se estrelló contra unas barricadas de contención. A pesar de los esfuerzos de los médicos por salvarlo, Rodríguez falleció a causa de las graves lesiones sufridas en el accidente.
Tras el trágico fallecimiento de Ricardo, la administración del circuito, entonces conocido como Magdalena Mixhuca, decidió cambiar su nombre en honor al piloto, convirtiéndolo en el Autódromo Ricardo Rodríguez. Luego, con el lamentable deceso de Pedro, se optó por extender el homenaje para incluir a ambos hermanos en la denominación del autódromo.
LEGADO FAMILIAR
Nacido el 18 de enero de 1940 en Ciudad Victoria, México, Pedro Rodríguez fue otro prodigio del automovilismo mexicano. Desde sus primeros días en el deporte, Pedro mostró un talento excepcional y una pasión ardiente por las carreras. Compitiendo en una variedad de disciplinas, desde carreras de resistencia hasta la Fórmula 1, Rodríguez dejó una marca indeleble en el mundo del automovilismo.
Conduciendo para equipos como Ferrari, Porsche y BRM, entre otros, Pedro acumuló victorias y podios en algunas de las carreras más prestigiosas del mundo. Uno de los momentos más destacados de su carrera fue su victoria en las 24 Horas de Le Mans en 1968, donde junto a su co-piloto, Lucien Bianchi, condujeron un Ford GT40 a la gloria en la famosa carrera de resistencia.
Además de su éxito en Le Mans, Pedro Rodríguez también brilló en la Fórmula 1, donde logró dos victorias y varios podios a lo largo de su carrera. Su estilo agresivo y su habilidad para llevar al límite los autos de carrera lo convirtieron en un competidor formidable en la pista.
Trágicamente, la carrera de Pedro Rodríguez llegó a un fin prematuro cuando sufrió un fatal accidente durante una carrera en el Norisring en 1971. A pesar de su muerte prematura, su legado como una de las figuras más destacadas del automovilismo mexicano y mundial perdura hasta el día de hoy.
UN LUGAR EN LA HISTORIA
El impacto de los Hermanos Rodríguez en el automovilismo mexicano y mundial va más allá de sus logros en la pista. Su legado perdura en el Autódromo Hermanos Rodríguez, ubicado en la Ciudad de México, que sirve como un tributo duradero a la memoria y al legado de estos dos pilotos mexicanos. Inaugurado en 1962, el circuito ha sido testigo de innumerables momentos emocionantes y carreras históricas a lo largo de los años, y sigue siendo un escenario emblemático para el automovilismo en América Latina y en todo el mundo.
Además, el legado de los Hermanos Rodríguez se extiende a través de iniciativas educativas y programas de apoyo al automovilismo en México.