Menos partidos y más Grand Slam, la “nueva” Kerber

Tenis
/ 28 enero 2016

Kerber cayó el año pasado en la primera ronda de Australia y en la tercera de Roland Garros, Wimbledon y Nueva York.

Después de un 2015 en el que no superó la tercera ronda en ningún Grand Slam, la alemana Angelique Kerber sólo pensaba en una cosa mientras entrenaba en pretemporada dando raquetazos en la academia de tenis que tienen sus abuelos en Polonia.

"Quiero lucirme en los grandes en 2016", señaló al "Süddeutsche Zeitung" antes de que arrancara el nuevo año. Dicho y hecho: la número seis del mundo alcanzó hoy en el Abierto de Australia su primera final de Grand Slam al batir a la británica Johanna Konta por 7-5 y 6-2.

Su rival será la mejor jugadora del momento, Serena Williams. La estadounidense mostró una superioridad aplastante camino de la final, pero hoy reveló que ya tiene bien estudiada a Kerber.

"Ha demostrado que quiere llevar su juego a un nivel superior. Sé que estuvo hablando de que quería hacerlo mejor en los grandes este año", explicó la campeona de 21 Grand Slam. "Empezar el año con una final ya te dice que si se pone algo en mente lo va a conseguir".

El fin de semana antes del inicio del Abierto de Australia está reservado siempre para ruedas de prensa de las estrellas. Las diez mejores jugadoras del mundo hablan de cómo prepararon el nuevo año. Pero Kerber, de 28 años, no compareció a pesar de ser la número seis del ranking.

La anécdota dice algo acerca de su posición en el circuito. Kerber es una jugadora valorada por su espíritu de lucha y consistencia, pero no suscita gran interés mediático. Su actuación en los últimos grandes tampoco ayudó.

Kerber cayó el año pasado en la primera ronda de Australia y en la tercera de Roland Garros, Wimbledon y Nueva York. Muy poco en las grandes plazas para la alemana, que sin embargo ganó cuatro pequeños torneos a lo largo de 2015.

Durante sus vacaciones en las Maldivas y en la pretemporada en la ciudad polaca de Puszczykowo, en la academia familiar, se dio cuenta de que algo tenía que cambiar. La alemana decidió acortar el calendario de torneos para centrarse en mostrar su mejor tenis en los Grand Slam.

Su ídolo Roger Federer ya hace eso desde hace años. Y también lo hacía Steffi Graf, con la que entrenó unos días el año pasado en Estados Unidos y con la que mantiene contacto habitual.

"Felicitaciones. Estoy muy contenta. Saludos desde Las Vegas", fue el mensaje que le envió hoy la leyenda alemana.

La primera muestra de que Kerber se tomaba en serio sus nuevos planes fue el torneo de Sydney de hace un par de semanas. Tras alcanzar la final de Brisbane estaba cansada y tenía algunas molestias estomacales, por lo que renunció a Sydney para no arriesgar su presencia en Australia. Lección aprendida.

Sin embargo, el camino a la final del Abierto de Australia pudo haber terminado mucho antes, en primera ronda concretamente. Kerber salvó una pelota de partido ante la japonesa Misaki Doi. "Tenía una pierna ya en el avión", bromeó más tarde la germana.

"Tiene un carácter luchador", la alabó el legendario Boris Becker, ahora entrenador del serbio Novak Djokovic, número uno del mundo.

Kerber se presentó en 2016 más en forma de lo habitual. Perdió un par de kilogramos, cambió su dieta y viaja con Torben Beltz como entrenador, además de un fisio, tras cortar con el técnico Benjamin Ebrahimzade antes de Indian Wells 2015.

El sábado tiene ante sí el mayor desafío del tenis moderno: ganar a Serena Williams una final de Grand Slam. Y en su primer intento.

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