Amancio Ortega, el rey de la industria textil cumple 80 años
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Según "Forbes", el dueño de cadenas como Zara o Massimo Dutti amasa una fortuna de 69,000 millones de euros, la segunda más importante tras la de Bill Gates.
El empresario español Amancio Ortega cumple 80 años en buen momento: la revista "Forbes" le ascendió recientemente al segundo puesto de su lista anual de multimillonarios y su imperio textil, Inditex, disparó en 2015 sus ventas y beneficios.
Según "Forbes", el dueño de cadenas como Zara o Massimo Dutti amasa una fortuna de 69,000 millones de euros, la segunda más importante tras la de Bill Gates. En octubre, llegó incluso a desbancar del primer puesto durante unas horas al cofundador de Microsoft.
Tras levantar Inditex a partir de una pequeña tienda de batas en Galicia y dedicar más de medio siglo a la industria textil, Amancio Ortega podría haberse jubilado. Pero, a pesar de ceder el timón del grupo en 2011 a su mano derecha, Pablo Isla, sigue al pie del cañón.
Actualmente tiene un ojo puesto en el mundo de la moda y otro, en el del ladrillo: en los últimos años adquirió edificios representativos situados en las mejores zonas de grandes ciudades, que alguila a importantes firmas.
Al cumplir los 80, muchos se preguntan cuál será el futuro de Inditex. Su heredera natural es su hija pequeña, Marta, de 32 años, pero se desconoce cómo ni cuándo tomará las riendas del imperio, que cuenta con más de 7,000 tiendas en los cinco continentes y 150,000 empleados.
Amancio Ortega empezó desde abajo. Nació en un pequeño pueblo de la provincia de León en 1936, poco antes del estallido de la guerra civil española, y a los pocos meses se mudó con sus padres a Guipúzcoa por el traslado de su progenitor, de profesión ferroviario.
Dejó los estudios con 12 años y a los 14 ya estaba trabajando como chico de los recados en una conocida tienda de ropa de La Coruña, una de las ciudades más importantes de Galicia (noroeste). Esa primera incursión en el mundo textil le fue abriendo otras puertas.
En 1963 dio su primer gran salto junto a su primera esposa, Rosalía Mera, al crear Confecciones GOA (sus iniciales en sentido inverso). Era la primera piedra de Inditex.
Zara abrió por primera vez sus puertas en 1975 en el centro de La Coruña. La carrera hacia el éxito había comenzado. En los años siguientes, la firma fue abriendo tiendas por todo el país y, en 1988, arrancó su expansión internacional con su primera tienda en Oporto, en Portugal.
Pero Ortega nunca olvidó sus raíces. "Sabe lo que cuesta superar las dificultades día a día", aseguró en una ocasión David Martínez, autor de la biografía no autorizada del empresario, titulada "Zara: visión y estrategia de Amancio Ortega".
A su esfuerzo por hacerse a sí mismo desde una infancia humilde en una España sumida en la pobreza de la posguerra se atribuye, en buena medida, el carácter concienzudo, trabajador y ambicioso del máximo accionista de Inditex.
Apostó por innovar y prescindir de intermediarios. "Desde que empecé a trabajar tenía una idea que me obsesionaba: ¿Por qué no puedo inventar algo diferente a lo hay en el mercado?", explicó el propio Ortega a Covadonga O'Shea en el libro "Así es Amancio Ortega".
El empresario con más éxito de España y uno de los más importantes del mundo es reservado y discreto. Huye de las cámaras, rechaza todas las entrevistas y poco se conoce de su vida íntima.
Con su primera esposa, la ya fallecida Rosalía Mera, tuvo dos hijos, uno de ellos con una grave discapacidad. Tras su divorcio, en 1986, el empresario se casó con una empleada de una de sus tiendas, Flora Pérez, actual compañera y madre de su hija Marta.
Los que le conocen aseguran que prefiere el trasiego de las instalaciones de Inditex en Arteixo, cuartel general de la empresa, a los grandes eventos, y que todavía se le puede ver de vez en cuando en el comedor al que acuden sus empleados.
El empresario que viste a medio mundo luce una imagen sobria: camisa blanca, siempre sin corbata, y pantalones y zapatos cómodos. Pero también disfruta de lujos propios de un multimillonario, como navegar en su yate o viajar en avión privado.
Su éxito es innegable y ya se estudia en muchas escuelas de negocios, pero eso no le libra de algunos trapos sucios. Inditex lleva años lidiando con demandas por las condiciones de trabajo en talleres de países como Brasil o Argentina, donde se elaboran prendas para sus firmas.
Hace unas semanas, la empresa recibió un jarro de agua fría por un reportaje del programa de televisión "Salvados", de la cadena española La Sexta, que sacó a la luz las condiciones de trabajadores en Asia de empresas contratadas por gigantes textiles como Inditex.