Coppel, de la cuna familiar, a ser la empresa privada más grande de México
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La innovación, el talento y el crédito la llevan a tener hoy mil 700 tiendas y ventas por más de 250 mil mdp al cierre del 2022
Fundada alrededor de 1945 en Culiacán y con apenas 15 tiendas hacia 1985, hoy en día Grupo Coppel es la cadena comercial familiar y la empresa privada más grande de México, cuya filosofía y motor de crecimiento han sido la innovación y la atracción de talento.
Sin embargo, su desarrollo también ha tenido una base fundamental: el crédito, para lo cual creó un modelo al que pocas rivales han podido hacer frente.
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Cuando Enrique Coppel Luken tomó las riendas de la empresa en 1985, tenía unas 15 sucursales, pero en sus primeros cinco años duplicó el número de tiendas, y entonces aceleró. Veinte años después, Coppel se había convertido en una cadena con 500 puntos de venta, distribuidos por todo el país. Enrique dejó la Dirección General en 2007 para concentrarse en la expansión internacional y fue sucedido por su hermano Agustín.
Para 2010 era ya una de las cadenas más grandes en México, aunque todavía era superada por Liverpool. Ese año habría registrado 17 millones de clientes, de los cuales unos 7 millones usaron crédito para sus compras. El ticket promedio en la división muebles fue de 648 pesos y en la división ropa fue de 386; las ventas totales alcanzaron los 50 mil millones de pesos.
En 2012, Bloomberg estimó que Coppel se había convertido en la cadena retail con mejores márgenes en toda América Latina. Considerando los múltiplos y valuaciones de Liverpool y Elektra, en aquel momento sus expertos calcularon que el valor de la empresa de Culiacán debiera ser cercano a los 14 mil 400 millones de dólares.
Hoy, Coppel ha multiplicado su tamaño unas cinco veces. Tiene cerca de mil 700 tiendas y en 2022, como grupo empresarial, debiera superar los 250 mil millones de pesos de ingresos totales.
DE TODO UN POCO
Cerca de una cuarta parte del negocio de Coppel está relacionado con la venta de teléfonos, y más de un 15% adicional son electrónicos -ambas categorías crecieron de forma importante durante la pandemia. Históricamente, electrodomésticos y muebles han sido muy relevantes, y más recientemente, la venta de motos se ha convertido en una de sus principales divisiones. Juguetes, artículos de cuidado personal, llantas, todos son importantes.
Sin embargo, Coppel destaca también por la ropa y los zapatos, de hecho, es el principal distribuidor en el país de marcas como Nike o Levis, de acuerdo con personas enteradas del sector.
SU BRAZO FINANCIERO
Tal como Elektra tiene a Banco Azteca como su brazo financiero, Coppel cuenta con BanCoppel, que ahora se ha convertido en uno de los pilares del modelo de negocio. Ambas cadenas dependen por completo del crédito como un habilitador de las ventas, y en ambas es evidente desde que los clientes ponen un pie dentro de las respectivas tiendas. No solamente es el que todos los precios están presentados en plazos semanales o quincenales, sino también que a los clientes los abordan inmediatamente para ofrecerles crédito.
Desde el punto de vista puramente comercial, Coppel es una cadena considerablemente más grande que Elektra: en 2021, la segunda registró ventas de 65 mil millones de pesos, mientras que la primera superó los 200 mil millones, y mientras que la cartera de BanCoppel asciende a 16 mil 800 millones de pesos, la de Azteca es de casi 51 mil 500 millones.
Sus respectivos brazos financieros les dan un alcance extraordinario. En el caso de Coppel, la mitad de las tiendas están en comunidades de menos de 300 mil habitantes, y se pueden dar el lujo de elegir locales en ubicaciones “comercialmente menos buenas” -pero más baratas- y lo compensan con el poder de la marca y el acceso al crédito. Esto termina siendo suficiente para que los clientes estén dispuestos a caminar un poco más.
APUESTA POR EL E-COMMERCE
Su inversión hacia 2014 en la startup Bonobos, fabricante y comercializadora de jeans en forma directa al consumidor, a la cual por cierto salvó de una inminente quiebra, llevó a Coppel a ampliar su visión -e interés- en el e-commerce.
La famosa omnicanalidad se ha convertido en uno de los pilares de su crecimiento: las ventas por medio de sus canales digitales representan ya cerca del 8% de sus ingresos totales (o unos 800 millones de dólares en 2021), lo que los convertiría en uno de los principales vendedores en línea en México. Como contexto, el año pasado Mercado Libre reportó ventas en México de 924 millones de dólares.
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Hoy, Coppel tiene un equipo de más de mil personas dedicadas a e-commerce (invirtieron alrededor de 30 millones de dólares en un nuevo ‘campus digital’), y quienes trabajan en proyectos como Coppel Pay (plataforma de pagos), Coppel Max (lealtad) y en el crecimiento de un formato de marketplace para que terceros puedan vender en su página. Entre las apps más populares en México (en la categoría de ‘shopping’ y para Android), la de Coppel aparece en cuarto lugar -por encima incluso que las de Amazon, Walmart y Liverpool.
La estructura logística en la que se basa la operación digital es enorme. Tienen al menos 25 centros de distribución en todo el país (y cinco más en camino), desde donde se entregan unos 40 mil paquetes al día, usando una flotilla de más de 2 mil 800 vehículos.
Pero eso no los detiene: son especialmente rápidos para desarrollar y probar nuevos formatos. Un ejemplo es Coppel Motos: hace algunos años decidieron diseñar un modelo de punto de venta especializado en motocicletas, y hoy tienen unas 300 tiendas Coppel Motos.
C.Digital es otro de estos nuevos conceptos: tiendas más pequeñas, especializadas en teléfonos y electrónicos, que evidentemente fueron creadas en un estilo similar al de las famosas Apple Stores. Y están también al menos 11 sucursales de Fashion Market, donde se limitan a ropa y zapatos de marcas como Puma, Timberland, Adidas, Nike y Steve Madden.
ENTRAN AL RELEVO
Una nueva generación está ya asumiendo el control en el grupo empresarial. Hay al menos un representante de cada una de las cinco familias accionistas ocupando alguno de los principales puestos de liderazgo: Rubén Coppel dirige el banco, Diego Coppel es el CMO (y quien lidera las negociaciones con artistas como Jennifer López o Kylie y Kendall Jenner), Susana Coppel está a la cabeza de la fundación y Agustín Coppel está en la parte digital.
De acuerdo con personas cercanas a la empresa, David -y quien en su momento habría liderado la inversión en Bonobos- se prepara para convertirse próximamente en el nuevo CEO. Como suele ser el caso entre las empresas familiares que quieren operar de forma institucional, todos ellos tienen MBA de universidades de EUA (Kellogg, Babson, etc.), y también habrían trabajado antes en otras empresas.
Talipot Holdings, una de las family offices, recientemente participó en una ronda de inversión de 7 millones de dólares en una startup peruana de logística; y GC1, otra de las family offices, presume haber sido inversionista pre-IPO en startups como Uber, Pinterest y Spotify, así como tener participaciones en SpaceX, en un club de yates, y en hoteles y hospitales (entre otros).
En lo que no hay duda es en que los Coppel construyeron una extraordinaria empresa: una que crece rápidamente, que es capaz de evolucionar e innovar, que puede atraer talento y también, que es altamente rentable.
Con información de Whitepaper