Los 'dinosaurios' dominaron el Autoshow de Detroit
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La muestra americana confirma el auge de los ‘pick up’, que impulsan el sector y logran eclipsar tendencias de futuro como la movilidad eléctrica
Make America great again, o Hacer América grande de nuevo. El eslogan de campaña de Trump podría servir de resumen para el Salón de Detroit 2018, la primera muestra del motor de la temporada, en la que los pick up han cobrado una importancia capital. Y es que estos gigantes sobre ruedas, que suelen rondar los seis metros de longitud y superar los 2.500 kilos, han insuflado con su auge brío a la industria estadounidense, algo deprimida tras perder un 1,8% de ventas frente a 2016 y también de conocer las previsiones para 2018, que indican una nueva caída que podría dejar el mercado por debajo de los 17 millones de automóviles vendidos (17,8 en 2016, y 17,4 en 2017).
Los pick up o camionetas con caja de carga separada son el segundo tipo de coche más popular en EU, solo por detrás de los SUV, concentran cerca del 17% del total y, al contrario que el mercado, no dejan de crecer. Y en la muestra se ha podido apreciar, porque los tres grandes grupos americanos han presentado novedades de calado para reforzar el atractivo de su oferta y su posición comercial: Ford, General Motors (a través de su marca Chevrolet) y FCA (Fiat Chrysler Automobiles, vía Dodge). Desde 2014, la demanda de estos coches ha crecido nada menos que un 78%, según reflejan las estadísticas sectoriales.
Ford se erige en protagonista, porque presenta novedades por partida doble y, además, su pick up de la serie F (el modelo F 150 es el más extendido) lleva más de 40 años siendo el modelo más vendido en Estados Unidos. Primero redujo más de 300 kilos el peso de su propuesta estrella aplicando una construcción en aluminio, un avance que, a su vez, mejoró su eficiencia. Y, ahora, monta un nuevo cambio automático de 10 marchas y, sobre todo, propone un motor 3.0 V6 diésel de 250 CV con el que el fabricante asegura que consumirá menos de ocho litros cada 100 kilómetros, un registro muy meritorio para un vehículo de su peso y dimensiones.
El aluminio tiene otro beneficio añadido: no se oxida. Y, al circular por las autopistas de la ciudad del motor americana, se revela como una auténtica ventaja, porque se veían muchos pick up con ciertos años con los bajos de la carrocería muy dañados por la herrumbre. Sin embargo, Chevrolet no comparte del todo la visión de Ford y, su nuevo Silverado, recurre a una mezcla de aceros especiales y aluminio para adelgazar unos 200 kilos, lleva la misma transmisión que el F 150 (es un desarrollo conjunto de ambas marcas) y suma otras medidas para reducir el consumo como la desconexión de cilindros.
Y Dodge se sitúa en el extremo opuesto con su nuevo Ram 1500, porque prescinde del aluminio y solo utiliza aceros especiales para perder unos 100 kilos. A cambio, cuenta con un sistema eléctrico a 48 voltios (en lugar de los 12 habituales) que permitirá aumentar el número de elementos que funcionan a pilas, desconectarlos del motor y reducir así el gasto. Pero, de momento, la Ford F 150 ostenta la referencia a batir en eficiencia.
El fabricante del óvalo azul presenta además en Detroit su nuevo Ranger, una camioneta de tamaño media más pequeña que la F 150, que no vendía allí desde 2011 y con la que espera reforzar su posición de dominio. Y completa su despliegue de novedades con el Edge ST, su primer SUV deportivo, que equipa un motor 2.7 V6 Ecoboost (turbo) de 335 CV. Pero, como señala Steve Armstrong, vicepresidente de Ford Europa, “en principio no se venderá en Europa por política de emisiones”.
Y, aunque el ejecutivo prefirió no detallarlo, es más que probable que incrementará demasiado la polución media de CO2 y dificultará el cumplimiento del límite de 95 gramos fijado por la Unión Europea para 2020. Más en una marca que, en estos momentos, no dispone de modelos eléctricos e híbridos enchufables en su gama europea que permitan compensar las emisiones de sus coches térmicos.
Quizá sea el favorable panorama pick up el que haya animado a Mercedes a desvelar en Detroit la profunda renovación de su mítico todoterreno Clase G. El modelo, que no ha experimentado apenas cambios mecánicos desde su nacimiento en 1979, es otro gigante con ruedas que recurre a las nuevas tecnologías para reducir su peso hasta 170 kilos y mejorar así la eficiencia.
TENDENCIAS DE FUTURO
Pero la muestra norteamericana logra combinar la evolución de los dinosaurios con las tendencias de futuro, aquellas que cambiarán el automóvil tal como se conoce hoy, y que, básicamente, se centran en la electrificación de la movilidad y en el desarrollo del piloto automático y la Inteligencia Artificial (IA). La mayoría de compañías presentes han anunciado novedades en estos campos, aunque sobresalen dos.
En primer lugar, el grupo chino GAC ha llevado a Detroit un prototipo denominado Enverge que monta baterías de litio con una capacidad de 71 kWh y anuncia una autonomía de 595 kilómetros. Pero, lo más sorprendente, es que el fabricante asegura que puede recorrer 380 kilómetros con una carga de apenas 10 minutos. Para unos, toda una revolución; para otros, un auténtico cuento chino.
La otra propuesta más llamativa la anunció Jim Farley, vicepresidente ejecutivo de Ford Motor Company, en una multitudinaria rueda de prensa en la primera jornada para medios del salón: el lanzamiento en 2020 del Mach 1, un nuevo “vehículo eléctrico de altas prestaciones”. Sus declaraciones se apoyaron en un vídeo que recordaba por su estética a las películas del monstruo de Frankenstein. Noche cerrada, tormenta eléctrica y, en un garaje, un Mustang y un SUV. Caían los rayos, temblaba el garaje y… se cortaba la proyección. Se daba a entender que había nacido un nuevo modelo, fruto de la fusión de los dos anteriores.
El Mach 1, además, será el primero de los 16 coches eléctricos puros que Ford tiene previsto lanzar durante cinco años a partir de 2020, y para los que ha destinado una inversión de nada menos que 11.000 millones de dólares.