Agua embotellada contiene hasta 240 mil fragmentos de plástico por litro: alerta estudio; OMS y FDA difieren

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/ 24 abril 2025

Un estudio reveló que el agua embotellada puede contener hasta 240 mil fragmentos de plástico por litro; en contraste, la OMS y la FDA insisten en que no existen evidencias concluyentes sobre riesgos para la salud.

Aunque durante años el agua embotellada ha sido considerada una alternativa segura ante la falta de acceso al agua potable, un nuevo estudio de la Proceedings of the National Academy of Sciences reveló una realidad alarmante: este tipo de agua podría ser hasta cien veces más perjudicial de lo que se pensaba.

La investigación encontró que hasta 240 mil fragmentos de plástico pueden estar presentes en cada litro de agua embotellada, siendo el 90% de ellos nanoplásticos, partículas tan pequeñas que pueden ingresar al organismo sin ser detectadas, acumulándose en células y tejidos.

En contraste, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la evidencia disponible hasta la fecha no permite establecer conclusiones firmes sobre efectos adversos para la salud derivados de la exposición dietética a partículas micro y nanoplásticas menores de 10 micrómetros, esto es, un límite 10 veces mayor que los hallazgos del estudio mencionado.

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¿CÓMO LLEGAN LOS PLÁSTICOS AL AGUA EMBOTELLADA?

Según el estudio, el principal origen de esta contaminación es el propio envase plástico. Con el tiempo, el material comienza a degradarse, liberando micro y nanoplásticos en el líquido que contienen. Factores como el calor, la exposición al sol y el tiempo de almacenamiento incrementan esta liberación.

Una vez en el cuerpo, estas partículas pueden infiltrarse en órganos vitales y acumularse sin que lo notemos, ya que su tamaño es menor al de una semilla de sésamo. La comunidad científica aún no ha determinado el alcance total de sus efectos, pero la evidencia apunta a consecuencias de largo plazo.

Respecto a los envases, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), responsable de establecer las normas y directrices relativas a la composición, propiedades y usos adecuados de los materiales de envasado para el contacto con alimentos, ha determinado que los envases son seguros para su uso con alimentos y bebidas -incluida el agua embotellada- y no suponen un riesgo para la salud de los consumidores.

Asimismo, la FDA ha afirmado que no tiene conocimiento de evidencia científica que respalde preocupaciones por parte de los consumidores sobre los niveles potenciales de contaminación por microplásticos o nanoplásticos en los alimentos, incluida el agua embotellada. La FDA continúa monitoreando la investigación en esta área y, hasta ahora, los niveles detectados no han demostrado representar un riesgo para la salud humana.

¿ES POSIBLE FILTRAR LOS MICROPLÁSTICOS DEL AGUA?

A pesar de los avances tecnológicos, filtrar completamente los nanoplásticos del agua sigue siendo un desafío. Algunos filtros domésticos como los de carbón activado o los sistemas de ósmosis inversa pueden reducir la cantidad de partículas, aunque no todos son eficaces frente a fragmentos tan diminutos.

Además, es importante destacar que cuanto más tiempo permanezca el agua en contacto con el plástico, mayor será la concentración de partículas contaminantes. Por ello, almacenar agua en recipientes de vidrio, acero inoxidable o aluminio se perfila como una opción más segura.

RESPUESTA DE LAS AUTORIDADES Y LA INDUSTRIA

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido la presencia de micro y nanoplásticos en el agua potable, pero hasta la fecha sostiene que la evidencia científica disponible no permite establecer conclusiones firmes sobre sus efectos adversos en la salud humana.

Por su parte, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha declarado que los materiales plásticos usados para envasar alimentos y bebidas, incluida el agua embotellada, son seguros y cumplen con las normativas vigentes. Además, aseguran que no tienen evidencia suficiente para generar una alerta sanitaria en este tema, aunque continúan monitoreando las investigaciones científicas emergentes.

En México, la Asociación Mexicana de Bebidas también se pronunció al respecto. Reafirmó su compromiso con la seguridad y calidad de sus productos, cumpliendo con las regulaciones nacionales e internacionales vigentes. Además, aseguró que continuará colaborando con la comunidad científica y las autoridades sanitarias para garantizar la confianza de los consumidores en sus bebidas y para incrementar aún más las tasas de acopio y reciclaje de envases.

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UN CONTRASTE QUE DESPIERTA DUDAS

El reciente estudio sobre el contenido de nanoplásticos en el agua embotellada pone de manifiesto una brecha significativa entre los hallazgos científicos emergentes y las posturas de los organismos internacionales. Mientras la PNAS advierte sobre niveles alarmantes de contaminación plástica invisible en productos de consumo masivo, la OMS y la FDA insisten en que no existen evidencias concluyentes sobre riesgos para la salud.

Este contraste plantea una interrogante crucial: ¿debemos esperar a que los efectos sean evidentes para actuar? Aunque los organismos reguladores mantienen una postura de cautela, la ciencia sugiere tomar medidas preventivas.

En un mundo cada vez más plástico, quizás la mejor decisión sea cuestionar lo que damos por seguro y reducir nuestra dependencia del plástico, incluso en el agua que bebemos.

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