¿Cuánto ganas en tu trabajo?... Si cobras este sueldo, eres considerado de clase baja en México
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Con base en datos de ingresos, educación y acceso a servicios, el INEGI establece que más del 60% de la población mexicana pertenece a la clase baja. ¿Estás dentro de esta estadística?
En un país con profundos contrastes sociales, saber a qué estrato perteneces no solo tiene valor estadístico, también permite comprender las desigualdades económicas que afectan el acceso a oportunidades.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la clase baja está integrada por aquellas personas y hogares con ingresos limitados, bajo nivel educativo, y escaso acceso a bienes y servicios básicos.
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A través de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), el INEGI establece una clasificación por niveles socioeconómicos que permite identificar con mayor claridad el panorama nacional.
LOS INGRESOS QUE DEFINEN A LA CLASE BAJA
Según los parámetros del INEGI, los hogares que pertenecen a la clase baja presentan las siguientes características económicas:
En zonas urbanas: hogares con ingresos mensuales menores a 12,977 pesos.
En zonas rurales: hogares con ingresos promedio por debajo de los 9,313 pesos mensuales.
En contraste, los hogares clasificados como clase media reportan:
Ingreso promedio urbano: 23,451 pesos (con un mínimo de 10,007 y un máximo de 48,330).
Ingreso promedio rural: 18,569 pesos (mínimo de 8,197 y máximo de 38,628).
A nivel nacional, el ingreso mensual promedio por hogar es de:
Clase baja: 11,343 pesos
Clase media: 22,297 pesos
Clase alta: 77,975 pesos
EDUCACIÓN Y CONDICIONES DE VIDA
Otro factor determinante para esta clasificación es el nivel educativo del jefe o jefa de hogar. En la clase baja predominan personas con educación básica incompleta, alcanzando en promedio poco más de 8 años de escolaridad. En cambio, en la clase media, casi la mitad ha cursado al menos un año de educación superior, promediando más de 11 años de estudios.
Además, las condiciones de vida muestran diferencias evidentes:
Acceso limitado a internet, computadoras y servicios bancarios.
Viviendas sin servicios completos o con materiales precarios.
Menor movilidad laboral y acceso a empleos formales.
¿DÓNDE SE CONCENTRA LA CLASE BAJA EN MÉXICO?
De acuerdo con el informe del INEGI, existen diferencias importantes por entidad federativa. Los estados con mayor porcentaje de hogares clasificados como clase baja son:
Chiapas: 80.2%
Guerrero: 75.8%
Oaxaca: 73.9%
Por otro lado, las entidades con menor proporción de hogares de clase baja son:
Ciudad de México: 38%
Colima: 42.8%
Jalisco: 45.2%
El promedio nacional es de 50.6%.
¿CUÁNTAS PERSONAS SON DE CLASE BAJA EN MÉXICO?
En 2020, año en el que se elaboró el estudio, el INEGI reportó:
20 millones 223 mil 057 hogares de clase baja.
78 millones 536 mil 236 personas en esa condición.
Esto equivale al 56.6% de los hogares y al 62% de la población total en México, lo que revela que más de la mitad del país vive con recursos económicos limitados.
DATOS CURIOSOS Y REVELADORES
El ingreso mensual promedio de un hogar de clase alta es casi 7 veces mayor al de uno de clase baja.
En zonas rurales, más del 70% de la población pertenece a la clase baja, lo que evidencia el rezago estructural.
Aunque la CDMX tiene menor porcentaje de hogares pobres, existen marcadas diferencias entre alcaldías, donde coexisten zonas de alta plusvalía con cinturones de marginación.
El ingreso mínimo estimado para formar parte de la clase media ha aumentado apenas un 15% en los últimos 10 años, mientras el costo de vida ha subido más del 30%.
Muchas familias de clase baja no se perciben como tales, aunque los datos estadísticos las ubiquen en ese segmento.
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¿QUÉ IMPLICA PERTENECER A LA CLASE BAJA?
Más allá de una etiqueta, estar dentro de la clase baja condiciona la calidad de vida, limita el acceso a servicios de salud, educación de calidad, tecnología y oportunidades laborales. También representa un desafío para las políticas públicas enfocadas en reducir la pobreza y promover la movilidad social.
Reconocer estos datos ayuda a entender por qué la lucha contra la desigualdad sigue siendo uno de los principales retos de México. Si bien el crecimiento económico es importante, garantizar condiciones mínimas de bienestar para todos es urgente y necesario.