Como la ‘La Mataviejitas’... mujer se hacía pasar por trabajadora doméstica para matar y robar
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Guadalupe asesinaba a mujeres de la tercera edad a quienes engañaba al hacerse pasar por empleada doméstica
Emulando a ‘La Mataviejitas’, Guadalupe ‘N’ fue detenida en el Estado de México, aunque los crímenes los perpetraba en la CDMX.
Ayer, autoridades detuvieron a la mujer que se hacía pasar por empleada doméstica de nombre ‘Diana’ y se ganaba la confianza de mujeres de la tercera edad a quienes robaba y asesinaba.
Agentes de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) la relacionan con, por lo menos, dos homicidios, uno en la alcaldía Gustavo A. Madero y el otro en Coyoacán.
Hasta el momento se desconoce la fecha exacta de los delitos y las identidades de las personas que fueron asesinadas.
¿Quién fue la ‘Mata Viejitas’? la mujer que asesino a 17 ancianas y no se arrepiente
Se llama Juana Barraza Samperio, tiene 63 años, y su último apodo es “La Mataviejitas”, aunque su pasado como luchadora libre la hizo conocer como “La Dama del Silencio”.
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Barraza cumple con el perfil de una asesina serial. “La Mataviejitas”, en libertad, se dedicaba al comercio y a la lucha libre. Y cuando bajaba del ring se disfrazaba de asistente y elegía a sus víctimas, todas ancianas.
En algunos casos las golpeaba, en otros las apuñalaba y a veces las estrangulaba. El Gobierno de México pasó años buscándola hasta que dio con ella en 2006. El juez la sentenció por 17 asesinatos, a 759 años de prisión, pero se estima que sus víctimas pueden ser unas 40.
La mujer se ganaba la confianza de las abuelas que vivían solas. Los pocos testigos que la vieron luego de cometer algún crimen dijeron haberla visto siempre con atuendos color rojo. En varias de las casas de las víctimas se encontraron copias del cuadro “El niño del chaleco rojo”, de Paul Cézanne. Por eso, las autoridades daban por sentado que buscaban a un hombre vestido de mujer.
Pero en enero de 2006, Barraza cometió un error. Apuñaló y estranguló a Ana María de los Reyes Alfaro, de unos 80 años. Pero en ese caso la víctima no estaba sola: tenía un inquilino. El hombre dio la voz de alarma y la policía la detuvo minutos después. “La Mataviejitas” era una mujer.
Nunca mostró señal alguna de arrepentimiento por sus crímenes. Explicó que había elegido matarlas por “necesidad económica” y afirmó que no había cometido todos los asesinatos de los que se le acusaba, sino solo en el que había sido sorprendida en el acto.
En 2014 declaró al periódico mexicano Excélsior que “duerme tranquila por las noches” y que “se sentía contenta con su vida”.