Demandan brasileños castigo a insurrectos tras ataque a la sede del gobierno
RÍO DE JANEIRO, BRA.- “¡Amnistía no! ¡Amnistía no! ¡Amnistía no!”. Era el cántico que resonaba el lunes por la noche en los muros del abarrotado vestíbulo de la Facultad de Derecho de la Universidad de Sao Paulo. Horas más tarde, era el lema de los miles de brasileños que salieron a las calles de Río de Janeiro y Sao Paulo, escrito en carteles y banderas.
Las palabras son una exigencia de que se castigue a los partidarios del expresidente Jair Bolsonaro que asaltaron el domingo la capital de Brasil y a los que permitieron el ataque.
“Estas personas deben ser castigadas, las personas que lo ordenaron deben ser castigadas, los que dieron dinero para ello deben ser castigadas”, dijo Bety Amin, una terapeuta de 61 años, en el principal bulevar de Sao Paulo. En la parte de atrás de su camiseta llevaba escrita la palabra “DEMOCRACIA”. “No representan a Brasil. Nosotros representamos a Brasil”.
La policía brasileña detuvo a unos mil 500 alborotadores, algunos de ellos en pleno acto de destrozar el Congreso, la Corte Suprema y el palacio presidencial de Brasil, aunque la mayoría fueron detenidos a la mañana siguiente en un campamento en Brasilia.
Unos 600 que eran ancianos, enfermos, indigentes o madres con hijos fueron puestos en libertad el martes tras ser interrogados y de que inspeccionaran sus teléfonos, dijo la Policía Federal en un comunicado. Su oficina de prensa había indicado anteriormente que esa instancia planea acusar a por lo menos mil personas. Para la tarde de ayer, 527 personas habían sido trasladadas a un centro de detención o a prisión. El gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva dijo que eso es sólo el principio.
El ministro de Justicia, Flávio Dino, prometió procesar por delitos como crimen organizado e intento de golpe de Estado a las personas que actuaron entre bambalinas para convocar a partidarios en redes sociales y financiar su traslado.