Escala ofensiva del oficialismo argentino contra el Supremo
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El oficialismo cuenta con suficientes votos propios en dicha comisión para abrir el proceso de destitución, pero no para concretar el juicio político en el Congreso
BUENOS AIRES, ARG.- En un nuevo capítulo de la creciente tensión política e institucional en Argentina, el presidente Alberto Fernández y varios gobernadores provinciales impulsan la destitución de los miembros de la Corte Suprema de Justicia al considerar que actúan en connivencia con la mayor fuerza de la oposición.
La acción de juicio político va dirigida contra el presidente del Tribunal Supremo, Horacio Rosatti, por mal desempeño en sus funciones y los jueces Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti por hechos con distintos grados de responsabilidad.
La titular de la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados, la oficialista Ana Carolina Gaillard, dijo ayer a medios de prensa que el proceso será llevado “con mucha seriedad y transparencia” ante la sociedad.
La víspera, Fernández y al menos una decena de gobernadores de provincias de su mismo espacio político enviaron una nota a la diputada para que disponga “las medidas necesarias para llevar adelante el proceso de juicio político”, que se prevé que comience a tramitarse en el Congreso en las próximas semanas.
La ofensiva del Gobierno contra el máximo tribunal se produce luego de su reciente fallo que obligó al Estado nacional a pagar a la ciudad de Buenos Aires el 2.95 por ciento del volumen del monto total recaudado por impuestos –que se distribuye entre las 23 provincias y la capital–, frente al 2.32 por ciento que recibía.
Según el mandatario, esta medida cautelar de la Corte puso “en crisis” el sistema federal argentino.