Estalla debate de armas ante Gobierno de Texas
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TEXAS, EU.- Rodeado de otros republicanos en un estrado instalado en una escuela secundaria, el gobernador Greg Abbott se disponía a concluir sus declaraciones iniciales sobre la masacre de niños y maestros en Uvalde, Texas, cuando Beto O’Rourke se levantó de su lugar en la audiencia.
“Gobernador Abbott, tengo algo que decir”, dijo ayer el candidato demócrata a la gubernatura del estado, apuntando con el dedo a su rival. “El momento para frenar el próximo tiroteo es ahora, y usted no está haciendo nada”.
La multitud estalló en una mezcla de abucheos y aplausos, mientras el exlegislador y precandidato presidencial de 2020 hablaba brevemente antes de ser retirado de la sala. El senador Ted Cruz, quien se encontraba detrás de Abbott, negó con la cabeza y le gritó: “¡Siéntese!”, mientras que una mujer en el público pedía: “¡Déjenlo hablar!”. El alcalde de Uvalde, Don McLaughlin gritó que O’Rourke era un “enfermo hijo de perra”. Algunas otras personas rompieron en llanto.
Así la conferencia de prensa se transformó en un debate como los que están ocurriendo en muchas partes del país después de otro tiroteo escolar, en el que murieron 19 niños y dos docentes.
Los demócratas quieren hablar sobre promulgar restricciones a quién puede poseer un arma de fuego y el tipo de armas que deberían estar a disposición. Los republicanos, en tanto, aseguran que esas leyes no sirven de nada y prefieren enfocarse en otros asuntos, como la seguridad escolar, o evitar el tema por completo.
El vicegobernador Dan Patrick tomó el micrófono poco después e insistió en que es momento de concentrarse en las víctimas y sus familias, añadiendo que “este no es un problema partidista. No es un problema político”.
O’Rourke se quedó en el estacionamiento, desde donde continuó exigiendo un mayor control a las armas de fuego. “Si no hacemos nada, seguiremos viendo esto”, comentó, “ año tras año, escuela tras escuela, niño tras niño”.
Ariana Díaz, de 17 años, dijo que tiene amigos en la comunidad que perdieron a sus hermanos y madres. Afuera de su escuela secundaria, donde se llevó a cabo la conferencia de prensa, dijo que le gustaría que O’Rourke fuera elegido como gobernador. Destacó que el agresor tenía apenas 18 años y pudo comprar dos armas. “No está bien”, subrayó.
Laura Ligocky, de 41 años, dijo que como madre, el tiroteo fue “desgarrador, pero no cree que restringir las armas de fuego sea la solución.