¿Guerra biológica con viruela y ébola?: Rusia y EU ‘guardan’ estos terrible virus... ¿Qué pasaría si los liberan?
Estos peligrosos virus se encuentran resguardados por los gobiernos de Estados Unidos y Rusia pese a que la OMS ordenó que fueran destruidas
Un riesgo de escala mundial acecha al planeta, esto debido a que tanto Estados Unidos como Rusia, sumergida en un conflicto bélico con Ucrania y los países de la OTAN, son los únicos países que conservan muestras de viruela, uno de los virus más letales del en la Tierra y que causó un estimado de 300 millones de muertes a lo largo del siglo XX.
En Rusia, la muestra de viruela se encuentra en el Centro Estatal de Investigación de Virología y Biotecnología de Novosibirsk, donde también se almacenan muestras de ébola y otros virus letales. En septiembre de 2019, una explosión y posterior incendio hizo temer que las muestras quedaran liberadas, pero no fue así.
En Estados Unidos, el Centro de Control de Enfermedades, localizado en Atlanta, es el segundo sitio que alberga el virus de la viruela, pese a los riesgos que implica. En ambos casos se trata de laboratorios con el nivel de bioseguridad 4, el más alto en la escala de la Organización Mundial de la salud (OMS).
De acuerdo con lo revelado por la OMS, las muestras de viruela se encuentran en muestras de tejido humano y congeladas a 60 grados bajo cero. Se estima que en los Estados Unidos hay 450 cepas de viruela y en Rusia existen 120, a pesar de que la OMS ordenó que fueran destruidas.
Pero, ¿por qué Estados Unidos y Rusia guardaron muestras de un virus tan temido y potente?
Todo surgió en la Guerra Fría, cuando EU y la entonces Unión Soviética eran las potencias dominantes, por lo que temían que el virus de la viruela fuera usado como arma de bioterrorismo y querían estar preparadas.
¿Qué pasaría si la viruela queda libre?
En 1980, la OMS consideró errradicada la viruela, luego de una ardua campaña de vacunación y así terminar los rebrotes locales. De acuerdo con el virólogo José Esparza también existieron otras condiciones: no habías casos asintomáticos, ni personas con enfermedades crónicas y los animales tampoco la tenían.
Si se libera la viruela, el mundo sufriría un escenario similar al del COVID-19, sólo que en este caso ya hay una vacuna desarrollada... aunque es posible que las dosis fabricadas en el planeta no sean suficientes y que lleguen de manera oportuna a los sitios más apartados del planeta, debido a que dicha enfermedad tiene una letalidad del 30%.
Tal como en el caso del COVID-19, la cepa original y para que se desarrolló la vacuna es la varicela mayor, pero al entrar en contacto con otro virus podría mutar y originar nuevas variantes, creando un problema mayor.
¿Qué es la viruela?... Contagio, síntomas y secuelas
La viruela es una enfermedad viral extremadamente dolorosa, que fácilmente puede llevar a la muerte. Sólo se contagia de persona a persona, y esto ocurre cuando una gota de algún fluido corporal infectado, digamos la saliva que los enfermos excretan (en forma de aerosoles cuando tosen o estornudan), entra en contacto con las mucosas nasales bucales o de la faringe de una persona sana.
Los que tienen la suerte de sobrevivir, en el mejor de los casos quedan marcados, en la cara y en el resto del cuerpo, con horribles cicatrices, tan profundas que a veces ni la misma muerte las borra: así, después de más de tres mil años la momia de Ramsés V aún porta los estigmas de la viruela.
Las cicatrices no son los únicos rastros que deja la enfermedad en los sobrevivientes, ya que la ceguera y el retraso mental son otras secuelas frecuentes.
Las formas más comunes de viruela son la variola maior (viruela mayor) y la variola minor (viruela menor), producidas ambas por virus muy parecidos.
La diferencia más importante entre ellas radica en la intensidad de los síntomas y en el índice de mortalidad. La variola maior causa la muerte de entre el 20 y el 60% de los afectados, pero en algunas circunstancias el porcentaje puede ser mayor.
En contraste, la variola minor causa la muerte de alrededor del 2% de los infectados. Los sobrevivientes de uno u otro tipo de viruela se vuelven resistentes a un ataque posterior de viruela, de cualquiera de los dos tipos.
El periodo de incubación de la viruela dura entre siete y 17 días. Durante ese lapso, el individuo sufre fiebres altas, malestar general, y dolores de cabeza y de espalda. Luego, la fiebre cede un poco y el enfermo empieza a desarrollar pequeños puntos rojos en la piel, que rápidamente se convierten en pápulas (tipo de roncha), luego en vesículas (ronchas con una pequeña ampolla) y por último, en pústulas (ronchas que secretan pus).
La comezón es insoportable. Las lesiones se desarrollan primero dentro y fuera de la boca, así como en la cara y los antebrazos.
En esta etapa el individuo afectado puede contagiar a otro fácilmente. Si sobrevive, luego de tres o cuatro semanas, las pústulas se secan y se desprenden las costras, dejando profundas cicatrices que llevará el resto de su vida. En esta etapa, el enfermo deja de ser contagioso.
Existen otras dos formas atípicas de viruela: la hemorrágica y la maligna.
En la forma hemorrágica es consistentemente mortal. Se manifiesta con malestar general, dolor de cabeza y de espalda; prosigue con enrojecimiento de la piel y acaba con hemorragias francas en la piel y en las mucosas.
Los pacientes mueren a los pocos días de aparecer los primeros síntomas en la piel.
La forma maligna, con frecuencia también mortal, empieza con los síntomas antes descritos, pero las lesiones en la piel se desarrollan poco a poco, hasta confluir, permaneciendo suaves al tacto y sin formar pústulas.
La piel se pone granulosa y a veces se presentan algunas hemorragias. En los casos más graves, al enfermo se le desprenden grandes porciones de la epidermis; si sobrevive, las lesiones se curan sin dejar cicatrices.
Desafortunadamente, contra este mal no existen terapias efectivas, sólo terapias de apoyo para que el enfermo esté más cómodo.
¿Qué es el Ébola?
La enfermedad por el virus del Ébola es una enfermedad infecciosa grave que se propaga entre humanos por transmisión de persona a persona.
La infección se produce por contacto directo o indirecto con la sangre u otros líquidos o secreciones corporales (heces, orina, saliva, semen) de personas infectadas, solo cuando éstas presentan síntomas.
El virus del Ébola no se transmite a través del aire. Aunque la enfermedad suele tener una letalidad alta, en el actual brote de Ébola la tasa se ubica entre el 55% y 60%.
Desde que se detectó por primera vez en 1976 en una aldea cercana al río Ébola, en la República Democrática del Congo (antigua Zaire), los brotes de Ébola se han registrado en distintas zonas de África.
Los síntomas iniciales de la enfermedad por el virus del Ébola incluyen:
Fiebre
Dolor de cabeza intenso
Dolor muscular y en articulaciones
Debilidad intensa
Dolor de garganta
Los síntomas avanzados son:
Diarrea
Vómitos
Dolor de estómago
Sangrado inexplicable
Hematomas
La enfermedad puede presentar también:
Fallo renal y hepático.
Exantema máculo papular.
Hemorragias masivas internas o externas.