Himno Nacional... ¿Por qué está prohibido cantar estas estrofas y su multa por entonarlas?

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/ 5 septiembre 2022

Existen estrofas prohibidas del Himno Nacional mexicano que podrían hacerte acreedor de una multa de hasta 900 mil pesos si llegases a entonarlas, estas son dedicadas a dos ‘villanos’ históricos, Antonio López de Santa Ana y el emperador Agustín de Iturbide

Estamos en septiembre, mes de la patria y el himno nacional mexicano es uno de los símbolos patrios que nos da identidad y orgullo nacional.

En tu tiempo de estudiante recordarás cuando entonabas el Himno Nacional cada lunes en los honores a la Bandera en tu escuela, actividad que en la actualidad se sigue realizando, sin embargo ten mucho cuidado al entonarlo ya que existen estrofas prohibidas del Himno, por las cuales podrías pisar la cárcel.

El Himno Nacional es uno de los tres símbolos patrios de México, junto con el escudo y la bandera, el cual, a pesar de referir temas bélicos, es considerado como uno de los más bonitos del mundo.

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Sin embargo, existen estrofas prohibidas que podrían hacerte acreedor de una multa si llegases a cantarlas.

¿De cuánto es la sanción por entonar estas estrofas?

De acuerdo con la Ley Sobre El Escudo, La Bandera y el Himno Nacionales, el uso indebido de cualquier símbolo patrio, incluida la modificación de la letra del himno, representa una falta administrativa “por lo que se pagaría una multa de “hasta diez mil veces el valor de la Unidad de Medida y Actualización (UMA) al momento de cometerse la infracción“.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) el valor de la UMA para 2022, misma que entró en vigor el pasado 1 de febrero, es de 96.22 pesos diarios, por lo que cantar mal el Himno Nacional Mexicano o usar estas estrofas equivaldría a una sanción de hasta alrededor de 900 mil pesos.

El Himno Nacional fue creado por Francisco González Bocanegra; Jaime Nuno Roca fue el responsable de la musicalización. Este poseía 10 estrofas en aquel entonces.

Las estrofas que fueron eliminadas son la IV y VII, mismas que están dedicadas al ex presidente Antonio López de Santa Anna y al primer emperador de México, Agustín de Iturbide.

Las Estrofas Prohibidas

El guerrero inmortal de Zempoala

Del guerrero inmortal de Zempoala

Te defiende la espada terrible,

Y sostiene su brazo invencible

tu sagrado pendón tricolor.

¡El será del feliz mexicano!

en la paz y en la guerra el caudillo,

porque él supo sus armas de brillo

circundar en los campos de honor.

¡Circundar en los campos de honor!

De Iturbide la sacra bandera

Si a la lid contra hueste enemiga

Nos convoca la trompa guerrera

De Iturbide la sacra bandera

¡Mexicanos! valientes seguid.

Y a los fieros bridones les sirvan

Las vencidas hazañas de alfombra;

Los laureles del triunfo den sombra

A la frente del bravo Adalid.

¿Quién es el guerrero inmortal de Zempoala?

El 11 veces presidente, general, y perdedor de la mitad del territorio nacional, Antonio López de Santa Anna, quiso hacer un himno que lo conmemorara como el gran héroe de la patria, y convocó a un concurso -que ganó un poeta forzado por su novia a participar, encerrado en un cuarto hasta que acabara su obra, y musicalizado por un español.

La obra de González Bocanegra y Nunó Roca fue usada por primera vez como Himno Nacional Mexicano durante los festejos por el centenario de la Independencia de México, en 1910, cuando Porfirio Díaz era el mandatario del país.

Fue hasta 1943, en plena Segunda Guerra Mundial que se estableció la forma actual como la oficial. Ya no hay mención a Santa Anna o a los gritos de ¡Unión! ¡Libertad! que, junto con la Religión, forman parte del acta de independencia firmada por otro villano nacional, el emperador Agustín I. Quien, por cierto, proclamó la independencia del Imperio Mexicano y no de la República Mexicana.

Aquí el Himno Nacional Mexicano Completo:

Estribillo

Mexicanos, al grito de guerra

El acero aprestad y el bridón;

Y retiemble en sus centros la tierra

Al sonoro rugir del cañón.

I

Ciña ¡Oh Patria! tus sienes de oliva

De la paz el arcángel divino,

Que en el cielo tu eterno destino

Por el dedo de Dios se escribió.

Mas si osare un extraño enemigo

Profanar con su planta tu suelo,

Piensa ¡Oh Patria querida! que el cielo

Un soldado en cada hijo te dio.

II

En sangrientos combates los viste

Por tu amor palpitando sus senos,

Arrostrar la metralla serenos

Y la muerte o la gloria buscar.

Si el recuerdo de antiguas hazañas

De tus hijos inflama la mente,

Los laureles del triunfo tu frente

Volverán inmortales a ornar.

III

Como al golpe del rayo la encina

Se derrumba hasta el hondo torrente,

La discordia vencida, impotente,

A los pies del arcángel cayó.

Ya no más de tus hijos la sangre

Se derrame en contienda de hermanos;

Solo encuentre el acero en tus manos

Quien tu nombre sagrado insultó.

IV

Del guerrero inmortal de Zempoala

Te defiende la espada terrible,

Y sostiene su brazo invencible

Tu sagrado pendón tricolor.

Él será del feliz mexicano

En la paz y en la guerra el caudillo,

Porque él supo sus armas de brillo

Circundar en los campos de honor.

V

¡Guerra, guerra sin tregua al que intente

De la patria manchar los blasones!,

¡Guerra, guerra! los patrios pendones

En las olas de sangre empapad.

¡Guerra, guerra! en el monte, en el valle,

Los cañones horrísonos truenen

Y los ecos sonoros resuenen

Con las voces de ¡Unión! ¡Libertad!

VI

Antes, Patria, que inermes tus hijos

Bajo el yugo su cuello dobleguen,

Tus campiñas con sangre se rieguen,

Sobre sangre se estampe su pie.

Y tus templos, palacios y torres

Se derrumben con hórrido estruendo,

Y sus ruinas existan diciendo:

De mil héroes la patria aquí fue.

VII

Si a la lid contra hueste enemiga

Nos convoca la trompa guerrera,

De Iturbide la sacra bandera

¡Mexicanos! valientes seguid.

Y a los fieros bridones les sirvan

Las vencidas enseñas de alfombra;

Los laureles del triunfo den sombra

A la frente del bravo adalid.

VIII

Vuelva altivo a los patrios hogares

El guerrero a contar su victoria,

Ostentando las palmas de gloria

Que supiera en la lid conquistar.

Tornaránse sus lauros sangrientos

En guirnaldas de mirtos y rosas,

Que el amor de las hijas y esposas

También sabe a los bravos premiar.

IX

Y el que al golpe de ardiente metralla

De la Patria en las aras sucumba,

Obtendrá en recompensa una tumba

Donde brille de gloria la luz.

Y de Iguala la enseña querida

A su espada sangrienta enlazada,

De laurel inmortal coronada

Formará de su fosa la cruz.

X

¡Patria! ¡Patria! tus hijos te juran

Exhalar en tus aras su aliento,

Si el clarín con su bélico acento

Los convoca a lidiar con valor.

¡Para ti las guirnaldas de oliva!

¡Un recuerdo para ellos de gloria!

¡Un laurel para ti de victoria!

¡Un sepulcro para ellos de honor!

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