Incendio en Viña del Mar ya está ‘bajo control’; dejó dos fallecidos, 67 lesionados y más de 200 casas dañadas

El incendio que comenzó hace tres días en la costa central de Chile por fin está bajo control aunque aún no se confirma que se haya apagado por completo. Hasta el domingo 25 de diciembre por la mañana el saldo era de dos fallecidos, 67 lesionados y 267 casas dañadas.

El Ministerio de Salud realizó junto a autoridades locales un operativo oftalmológico para pacientes afectados por el incendio y el presidente chileno Gabriel Boric, ha tomado a sus redes oficiales para reiterar que se darán “todos los apoyos que sean necesarios” a los damnificados.

Hasta el sábado, las autoridades señalaban que había zonas a las que no se podía acceder de forma segura y se mantenía la alerta roja mientras se seguían realizando el catastro de la afectación así como la investigación de las causas.

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El 24 de diciembre Boric publicó en su cuenta oficial de Twitter un video en solidaridad a las familias chilenas por motivo de las fiestas navideñas en el que aprovechó para declarar que “el país ha pasado por un momento difícil” y recordó que el Gobierno estaba desplegado en el terreno trabajando y que no iban a descansar hasta reparar lo que se ha perdido.

De acuerdo con los reportes, en tan solo unas horas el fuego pasó de las quebradas y cerros a amenazar la Quinta Vergara, sede del festival chileno Viña del Mar.

La Oficina Nacional de Emergencias (ONEMI) y las autoridades regionales decretaron alerta roja para movilizar todos los recursos disponibles, y el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, que se encontraba en la zona, anunció la declaración de estado de excepción por zona de catástrofe.

Las personas que vivían cerca del área estuvieron a la intemperie entre los destrozados hogares tratando de recuperar algunas de sus pertenencias. Las autoridades ordenaron evacuar varios sectores de la ciudad, y se dispusieron al menos tres albergues para recibir a los damnificados.

Hoy la ministra del Interior Carolina Tohá, descartó que exista una amenaza directa para los residentes de la zona y sus alrededores por lo que la alerta pasó de roja a amarilla pero aseguró que hay equipos que continúan trabajando en el lugar.

El fuego arrasó un área de 111 hectáreas, según la Corporación Nacional Forestal (Conaf). Actualmente los esfuerzos se enfocan en remover escombros y proveer a las personas afectadas de recursos básicos.