La pregunta que cambió el mundo: Riccardo Ehrman y la caída del Muro

Internacional
/ 14 enero 2021

<p>El que fuera el último dirigente de la (RDA), Egon Krenz, rara vez concede entrevistas. No obstante decidió romper su silencio para defender el viejo sistema.</p>

Berlín, Alemania.- Riccardo Ehrman formuló la pregunta que precipitó uno de los hitos del siglo XX. El corresponsal de la agencia italiana Ansa en Berlín asistía a una rueda de prensa el 9 de noviembre de 1989 cuando pidió más detalles sobre una nueva ley de viaje en la Alemania comunista (RDA). Lo que siguió es historia.

Günter Schabowski, miembro del Politbüro de la RDA, respondió que se autorizarían viajes privados fuera del país sin condiciones previas. Ehrman repreguntó cuándo entraría en vigor el cambio y Schabowski, contrariado, rebuscó en sus papeles sin encontrar la fecha correcta (la mañana siguiente) e improvisó: "De inmediato".

 "Creo que fui el único que realmente entendió en ese momento lo que ocurría", cuenta Ehrman, hoy de 84 años e instalado en Madrid, en una entrevista con la agencia dpa. "Salí de inmediato y mandé un teletipo a la central en Roma diciendo: 'Cayó el Muro'. Mis colegas pensaron: 'Riccardo se volvió loco'".

Pero Erhman no estaba loco. La escena hizo que miles de personas se congregaran espontáneamente ante puestos fronterizos de Berlín. Antes de la medianoche, las autoridades no tuvieron más remedio que abrirles el paso. El Muro que había separado Berlín y el mundo durante casi tres décadas se había derrumbado.

dpa: Cuando se dirigía a la conferencia de prensa de Schabowski, ¿podía imaginarse que sería una noche histórica?

Ehrman: No, por supuesto que no. No tenía la más mínima idea.

dpa: ¿Y la pregunta por la libertad de viaje? ¿Fue un encargo? ¿Tal vez desde la propia cúpula de la RDA?

Ehrman: No, no fue un encargo, de ningún modo. Sólo nos habían dicho que debíamos asistir a una rueda de prensa importante. Nada más.

dpa: ¿Cómo transcurrió la rueda de prensa?

Ehrman: Estaba muy llena. Llegué un par de minutos más tarde porque no encontraba estacionamiento y como no había lugares libres tuve que sentarme en el espacio frente al estrado.

dpa: De modo que estaba en el campo visual de Schabowski y tenía mejores posibilidades de plantear su pregunta.

Ehrman: ¡No! Había pedido ya mucho antes el turno para hacer la pregunta, pero Schabowski me pasó por alto. Sólo al final de la rueda de prensa me dio el turno: "Ahora escucharemos lo que quiere saber nuestro colega italiano".

dpa: ¿Se dio cuenta en el acto de lo que significaba esa respuesta tan minuciosa?

Ehrman: Creo que fui el único que realmente entendió en ese momento lo que ocurría. Salí de inmediato y mandé un teletipo a la central en Roma diciendo: "Cayó el Muro". Mis colegas pensaron: "Riccardo se volvió loco" y retuvieron la noticia unos minutos. Pero después la mandaron. Luego fui al paso fronterizo más cercano, en la estación de la Friedrichstrasse, para ver qué pasaba.

dpa: ¿Volverá a Berlín por las celebraciones del 25 aniversario de la caída del Muro?

Ehrman: No, esta vez no. Hace cinco años estuve. (La canciller) Angela Merkel se dirigió entonces a mí y me contó que había visto la rueda de prensa en la televisión de la RDA. Y que tampoco ella había entendido en ese momento que era el final del Muro.

Último dirigente de la RDA defiende aún el viejo sistema socialista

El que fuera el último dirigente de la República Democrática Alemana (RDA), Egon Krenz, rara vez concede entrevistas. No obstante, con motivo del 25 aniversario de la caída del Muro de Berlín decidió romper su silencio para defender el viejo sistema. El capitalismo, cree, no es el final de la historia.

En octubre de 1989, un mes antes de la caída del Muro el 9 de noviembre, en un momento donde las manifestaciones multitudinarias en el este de Alemania y los crecientes signos de un posible colapso del sistema comunista comenzaban a hacerse cada vez más visibles, el jefe del partido aún creía que una reforma del socialismo era posible.

 "Asumí el puesto para mantener la RDA como Estado soberano", afirmó Krenz en conversación con la agencia dpa, en una de las pocas entrevistas que ha concedido tras el derrumbe del sistema soviético.

Krenz, de 77 años de edad actualmente, asumió el liderazgo del partido después de que el 18 de octubre de 1989, Erich Honecker, enfermo, se viera forzado a presentar su dimisión ante el comité central del Partido Socialista Unificado de Alemania (SED) después de estar al frente del mismo desde mayo de 1971.

 Nadie, ni los líderes de la Alemania del Oeste podían imaginarse que apenas un mes después caería el Muro, pero ¿hasta qué punto sorprendió realmente ese giro en los acontecimientos?.

Cuando Krenz asumió su puesto el 24 de octubre, decenas de miles de ciudadanos de la RDA habían abandonado ya el país y cada vez más gente salía a las calles para exigir libertad y democracia. Sin embargo, la cúpula comunista parecía no querer verlo.

"Por supuesto que nos hicimos ilusiones durante un tiempo gracias al papel desempeñado por Mijaíl Gorbachov, también yo. Confié en él demasiado tiempo", afirma ahora Krenz sobre el último líder de la Unión Soviética.

"Yo era de la opinión de que el socialismo se podía reformar. Simplemente no acepto que Gorbachov, posteriormente, hiciese como si él hubiese sido quien hubiese orquestado todos los acontecimientos que acabaron desencadenando la disolución de la Unión Soviética. Falta a la verdad", indicó.

Durante la entrevista en Berlín, Krenz -que vive en Dierhagen en la costa del Mar Báltico- lamentó las muertes que de ciudadanos del este que intentaron cruzar el Muro.

"Cada muerte en la frontera pudo haberse evitado. Esto no es algo nuevo, ya lo dijimos también en la época de la RDA", recordó. "Con motivo de mi juicio en 1997, me disculpé por cada ciudadano de la RDA que hubiera sufrido alguna injusticia. Pero desafortunadamente no puedo mencionar un sólo Estado en el mundo donde no haya injusticia", recordó al hablar sobre el proceso en el que fue sentenciado a 6 años y medio de prisión por su papel en la política de la RDA.

"Comportarnos hoy en día como que en el oeste de Alemania había justicia y en la RDA sólo injusticia es algo irrazonable porque contradice la realidad", agregó.

Al echar la vista atrás, Krenz reconoce que los líderes de la RDA se quedaron "estupefactos" ante el giro de los acontecimientos. "El politburó no quería admitir la situación real. Algunos se opusieron a ello, pero por desgracia, sin éxito alguno".

Los acontecimientos empezaron a desencadenarse rápidamente con protestas multitudinarias en Leipzig y Dresden. La policía detuvo a más de mil manifestantes en el este de Berlín el 7 y 8 de octubre durante la celebración del 40 aniversario de la RDA.

Tras la salida de Erich Honecker, Krenz anunció ese mismo día por la tarde en la televisión nacional "un cambio de rumbo" en la RDA y prometió reformas. "Está claro que fallé al aplicar el desarrollo social en nuestro país de manera suficientemente práctica y fallé a la hora de redactar conclusiones correctas".

Krenz abrió las puertas a una mayor concesión de permisos para ciudadanos del este de Alemania, pero esto no logró frenar la salida masiva de la RDA que ya había comenzado y que acabó con la apertura de la frontera el 9 de noviembre.

Menos de un mes después, el politburó, con Krenz a la cabeza, abandonaba sus puestos.

Hoy, 25 años después, las emociones siguen estando a flor de piel al hablar sobre la división del país. Recientemente, durante la presentación de sus memorias en Berlín, Krenz fue acusado de "mentiroso".

Pero Krenz se indigna aún hoy en día sobre el hecho de que la historia de la RDA no ha sido tratada de manera diferenciada y defiende incondicionalmente el viejo sistema. "La historia sigue abierta ante nosotros y el capitalismo no es la última palabra de la Historia". 

Por Uta Winkhaus y Jutta Schuetz


 

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