Víctimas de ETA se revuelven contra Rajoy
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ETA está "más cerca que nunca de conseguir lo que no logró cuando mataba", clamó esta semana la hermana del dirigente del PP Gregorio Ordóñez.
Madrid, España.- Hace algún tiempo, Mariano Rajoy salía a la calle en manifestación junto a las víctimas de ETA. También lo hacían el hoy ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, y otros muchos miembros destacados del Partido Popular (PP).
Eran otros tiempos. El socialista José Luis Rodríguez Zapatero estaba al frente del gobierno español y Rajoy, de la oposición. Y el malogrado proceso de diálogo que Zapatero abrió con ETA en 2006 después de que esta decretara un alto el fuego propició uno de los periodos de mayor crispación política de la última década en España.
"¡Zapatero, terrorista!", gritaban algunos manifestantes en aquellas protestas, en las que llegaba a escucharse "¡Zapatero, vete con tu abuelo!", en referencia al abuelo fusilado del presidente durante la guerra civil española. Rajoy llegó a anunciar la ruptura de "toda relación" con el gobierno socialista.
Muchas víctimas de ETA -supervivientes de atentados del grupo independentista armado y familiares de quienes no tuvieron la misma suerte- se revolvían ante un proceso negociador con una organización armada que desde los años 60 mató a más de 800 personas en su pretensión de lograr la independencia del País Vasco.
Y no solo mató, también secuestró y creó un clima de terror en una parte de la población vasca, con un entorno político y social que copó el espacio público.
La víctimas más cercanas al PP ganaron fuerza con el partido a su lado en las manifestaciones y el PP las elevó a símbolos de la política antiterrorista del partido.
Ahora el escenario es otro. Asfixiada por los duros golpes policiales, los descabezamientos de su cúpula y el viraje de una parte del sector social que antes la apoyaba hacia un rechazo a la violencia, ETA anunció hace ya más de dos años el cese definitivo del terrorismo, aunque no su desarme ni su disolución. Fue apenas un mes antes de las elecciones generales que sacaron a los socialistas de Zapatero del gobierno y auparon a La Moncloa a Rajoy.
Es en este escenario de un país ya sin ETA -porque no mata- pero con ETA -porque sigue teniendo armas y estructura- en el que la parte de las víctimas del terrorismo que hace unos años se manifestaba en la calle junto a Rajoy y otros dirigentes del PP se revuelve ahora contra el hoy presidente del gobierno.
El episodio que precipitó la ruptura fue el fallo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que en octubre decretó la nulidad de lo que en España se conoce como "doctrina Parot".
Una jurisprudencia fijada en 2006 por el Tribunal Supremo que suponía que la reducción de condenas por beneficios penitenciarios se hacía sobre el total de las penas acumuladas por los reos en vez de sobre la permanencia legal máxima en prisión, que es de 30 años.
La medida se aplicó con carácter retroactivo para impedir que etarras salieran a la calle y fue esa parte la que anuló Estrasburgo.
"Esa sentencia no me gusta nada. Me parece injusta y equivocada", dijoentonces Rajoy. Pero su gobierno la acató. Y miembros de ETA fueron saliendo de la cárcel. "Las sentencias de los tribunales son las sentencias de los tribunales, no siempre nos gustan pero una regla básica es que hay que respetarlas y acatarlas", dijo Rajoy.
Las víctimas ven en ello una continuación de la política de Zapatero y una cesión al grupo armado y hay quien ha llegado a sugerir que Rajoy podría estar hablando con ETA.
ETA está "más cerca que nunca de conseguir lo que no logró cuando mataba", clamó esta semana la hermana del dirigente del PP Gregorio Ordóñez, asesinado por la organización independentista hace 19 años.
Consuelo Ordóñez preside Covite, una de las asociaciones de víctimas que se ha levantado contra el gobierno. "Este gobierno no escucha a las víctimas", se quejó junto a la tumba de su hermano y frente a dirigentes del PP al cumplirse un nuevo año de su muerte.
El gobierno, sin embargo, ni acercó hasta ahora al País Vasco a los terroristas de ETA encarcelados, repartidos por toda España en base a una política de dispersión mantenida por todos los Ejecutivos sucesivos, ni dijo que vaya a plantearse la amnistía que reclaman algunos ahora que ETA ya no mata. Pero para enfado de las víctimas acató decisiones judiciales como la que este mes permitió a los excarcelados reunirse en un acto público en el País Vasco.
Entretanto, uno de los mayores símbolos de las víctimas de ETA, José Antonio Ortega Lara, ha impulsado el nacimiento de un nuevo partido político, Vox, al que se han ido antiguos miembros del PP en desacuerdo con la política antiterrorista de Rajoy como él mismo.
El ex funcionario de prisiones fue víctima del secuestro más largo de la historia de ETA: 532 días en un agujero. Ahora asegura que el gobierno de Zapatero "preparó el camino" y el de Rajoy "sigue el guión".
Por Sara Barderas/DPA