"Pensamos que se acababa el mundo": "Sandy" deja 11 muertos en Cuba

Internacional
/ 29 septiembre 2015

    "No se había visto nada igual, sólo comparable con lo ocurrido con el 'Flora'", recordaba un bloguero

    La Habana, Cuba (DPA).- Cuba se despertó el jueves con una de las peores catástrofes naturales que recuerda en los últimos años. Pese a la buena preparación de la isla, el huracán "Sandy" asoló las provincias del este con inusual violencia. Once personas han muerto y más de 330,000 tuvieron que ser evacuadas, según informaciones preliminares del gobierno de La Habana.

    Las cifras dan difícilmente una idea de la estela de destrucción en el este de Cuba. Miles de casas destruidas, infraestructuras colapsadas, cientos de miles de damnificados. El paso de "Sandy", que golpeó a la isla con vientos sostenidos de hasta 175 kilómetros por hora en la madrugada del jueves antes de enfilar hacia las Bahamas, dejó también el mayor número de víctimas mortales en Cuba desde hace siete años, entre ellos un niño de cuatro meses.

    "No se había visto nada igual, sólo comparable con lo ocurrido con el 'Flora'", recordaba un bloguero en alusión al peor huracán que castigó a la isla caribeña, en 1963. Ya los primeros mensajes de los cibernautas cubanos en el transcurso del día dejaban intuir el devastador paso de "Sandy", cuando las autoridades difundían las informaciones aún con cuentagotas.

    "Nunca pensé ver un huracán de esta magnitud. Pensábamos que se acababa el mundo", dijo a la radio cubana una habitante de la localidad de Palma Soriano, en la provincia de Santiago de Cuba, la más afectada por "Sandy". El este de la isla, habituada a hacer frente a los inclementes ciclones caribeños, salió en comparación aún indemne del paso en agosto de la tormenta tropical "Isaac".

    Sólo desde Santiago se reportaron 4.249 derrumbes de casas y daños en 27,000 tejados, según datos difundidos por los medios estatales en la noche del jueves. Las calles en la segunda ciudad cubana, ubicada a unos 900 kilómetros de La Habana, estaban repletas de escombros. De prácticamente toda la región oriental de la isla se reportaron árboles y postes eléctricos arrancados de cuajo.

    El ciclón "estuvo más de una hora", contó a dpa desde Palma Soriano Arisleyda Kaki, de 63 años. Su casa era una de las pocas que contaba con el servicio teléfonico, pese a que perdió el tejado con las ráfagas de viento.

    "Yo creía que estábamos en el centro (del huracán)", contó. La tormenta barrió durante cinco horas por el este de Cuba entre la 1 y las 6 de la mañana, entrando por una localidad de Santiago para volver después al mar por la provincia de Holguín.

    Después de la catástrofe hubo también actos de vandalismo, aseguró Arisleyda, por ejemplo con materiales de las casas destruidas. El presidente Raúl Castro pidió en los medios oficiales "confianza" a los damnificados.

    "Las personas mayores de la cuadra dicen que ellos jamás habían visto esto", contó Arisleyda. También había oído hablar de una de las víctimas. Una señora a la que "le cayó un pared encima" cuando la iban a evacuar. Según informaciones de la Defensa Civil cubana, 11 personas murieron por los estragos de "Sandy".

    Nueve de las víctimas mortales, entre ellos un niño de cuatro meses, se registraron en la provincia de Santiago. Cuatro de ellos murieron a consecuencia del derrumbe de paredes de sus casas o viviendas vecinas. Entre los muertos estaba también un anciano de 84 años. Otras dos personas murieron en Guantánamo, otra de las provincias afectadas.

    Cuba no registraba un número tan alto de víctimas por una catástrofe natural de este tipo desde 2005, tras el paso del huracán "Dennis", según informaciones difundidas en la noche del jueves. Además de Santiago, la ciudad de Holguín fue duramente castigada por el huracán.

    De acuerdo con datos del Consejo de Defensa Nacional cubano, 330.000 personas fueron evacuadas debido a "Sandy". Unas 300.000 de ellas se refugiaron en casas de amigos o familiares, otras 30.000 fueron trasladadas a un centro de acogida.

    Raúl Castro ordenó al mediodía la evaluación de los daños, aún insondables en el este. Numerosas localidades seguían incomunicadas por la tarde. Los cortes eléctricos y los chubascos esporádicos afectaron incluso a La Habana en occidente.

    La desgracia borró también temporalmente las virulentas diferencias ideológicas en la isla. En la red social Twitter muchos pedían solidaridad el jueves en el momento de la tragedia.

    "No es momento para diferencias, ni para rivalidades políticas. Es momento de trabajar todos juntos", pedía la conocida bloguera disidente Yoani Sánchez. El bloguero oficialista Yohandry Fontana se mostró de acuerdo reenviando un "tuit" de uno de sus seguidores: "Da igual si te simpatiza @Yohandry8787 o @yoanisanchez. Cuba y toda LatAm deben unirse ante catástrofe", decía el mensaje.

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