Letonia celebra sus 20 años de independencia de la URSS
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Riga, Letonia.- El ambiente será festivo en Letonia mañana martes, cuando los 2.5 millones de habitantes del país báltico celebren los 20 años transcurridos desde su independencia de la extinta Unión Soviética (URSS).
Un total de 138 diputados del Concejo Supremo de la República
Soviética Socialista de Letonia aprobó el 4 de mayo de 1990 una histórica declaración que proclamaba la nulidad del Estado.
A la vez, los parlamentarios devolvieron la vida a la República independiente de Letonia. El país, fundado originalmente el 18 de noviembre de 1918, no había podido sobrevivir al pacto germano- soviético durante la Segunda Guerra Mundial, que repartió en 1940 los territorios de Europa del Este entre la Alemania nazi y la URSS.
Veinte años después ya no se ve delante del Parlamento a las multitudes que celebraban el aniversario entonando canciones populares letonas. Pero la fecha siguen marcando un hito importante en la historia del país, como señala un grupo de escolares que recorre el edificio para conocer la historia moderna de la nación.
"Nuestros padres nos contaron lo que pasó, pero es importante venir aquí y ver el lugar donde pasó", dice Inta, una estudiante de 16 años del noreste del país.
"Si estuviéramos todavía en la Unión Soviética, todos hablaríamos ruso y no podríamos elegir libremente lo que queremos. Por ello es importante ese día (de la independencia), incluso pese a que no habíamos nacido cuando ocurrió", agrega Guntis, otro escolar de 17 años.
No todos comparten su entusiasmo. Muchos letones de ascendencia rusa no ven el 4 de mayo como un día especial.
Para el ministro de Exteriores Maris Riekstins, en cambio, la fecha es única, aunque reconoce que es "casi imposible alcanzar la misma emoción de ese día" de 1990.
"Los aniversarios como éste son un motivo para mirar hacia atrás. Pese a los altibajos de estos años, creo que podemos estar orgullosos", agrega Riekstins.
Ojar Kalnins, el presidente del Instituto Letón, un organismo gubernamental para promocionar el país en el extranjero, ve la independencia de los países bálticos como un evento que va más allá de sus fronteras.
"Para cualquiera que sea menor de 20 años es casi imposible imaginar lo que era la vida en Letonia bajo el régimen soviético", dice Kalnins, que vivió mucho tiempo en el exilio en Estados Unidos y que podría convertirse en el próximo embajador letón en ese país.
"Y es igual de difícil imaginar que en 1990, más allá de un grupo de patriotas apasionados en Letonia, Lituania y Estonia, no había prácticamente nadie en este planeta que pensara en un mundo sin la Unión Soviética", señala.
"Riga y Moscú pueden estar en desacuerdo a veces sobre los detalles de la historia", agrega Kalnins. "Pero creo que el que Letonia recuperase su independencia hizo un poco más fácil para Rusia el alcanzar su soberanía", apunta finalmente en alusión a la disolución de la URSS un año después.