Huracán Ike castiga ya al occidente de Cuba
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El huracán Ike, que ya ha dejado muertos y más de un millón 230 mil evacuados en Cuba, castigaba esta mañana La Habana, donde aumentó desde el amanecer la fuerza de los vientos y se reportan inundaciones en zonas bajas costeras.
Aunque debilitado a categoría uno de la escala Saffir Simpson de cinco, el meteoro es una amenaza notable para el occidente de la isla, sobre todo en Pinar del Río, que se encuentra al borde de una tragedia humanitaria sin reponerse de la catástrofe dejada por Gustav.
El Estado Mayor de la Defensa Civil (DC) informó la víspera la muerte de al menos cuatro personas en tres provincias de la isla, un hecho poco usual en los últimos años en Cuba, cuyo sistema de protección tiene reconocimiento internacional.
Las calles de esta capital, de 2.2 millones de habitantes, están desiertas, algunos árboles se han desgajado y otros se balancean peligrosamente, mientras fuertes olas chocan contra el malecón y aguas marítimas ya penetraron en zonas bajas.
A su paso por las provincias orientales y centrales de Cuba, Ike destruyó viviendas, inundó poblados y afectó cosechas, centros de salud y los sistemas eléctricos y telefónico.
El ojo de Ike tocará tierra en las próximas dos horas en la porción suroriental de Pinar del Río, por un punto al oeste, y su salida al Golfo de México se espera entre las 14:00 y las 16:00 horas locales por la costa norte central de esa provincia, informaron meteorólogos.
Vientos de fuerza de tormenta tropical cubren una gran área, extendiéndose a toda la región occidental de Cuba, pero se esperan vientos huracanados en la mitad oriental de Pinar del Río y la porción más occidental de la provincia de La Habana.
Ike continúa desplazándose con rumbo entre el oeste y el oeste noroeste a unos 20 kilómetros por hora y se pronostica que en las próximas 12 a 24 horas se mueva con igual rumbo y similar velocidad de traslación, con ligera ganancia en intensidad.
La primera zona poblada que sintió los efectos de Ike el domingo fue Baracoa, en Guantánamo, donde el mar penetró furioso en la ciudad y se reportaron unas mil casas dañadas, de las cuales 300 quedaron completamente destruidas.
