A 20 años del devastador tsunami de Asia, mexicana narra como pudo sobrevivir

Internacional
/ 26 diciembre 2024

Todo comenzó a las 7:58 hora del 25 de diciembre de 2004, cuando un poderos terremoto de magnitud 9.1 sacudió el lecho marino a una profundidad de 30 kilómetros al oeste de la isla de Sumatra

El día de hoy, se cumplen 20 años del terrible tsunami que devastó las costas de Indonesia, Tailandia e India, donde murieron casi 230 mil personas.

Todo comenzó a las 7:58 hora del 25 de diciembre de 2004, cuando un poderos terremoto de magnitud 9.1 sacudió el lecho marino a una profundidad de 30 kilómetros al oeste de la isla de Sumatra.

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Lo anterior provoco una serie de tsunamis que causaron la muerte de 167 mil personas en Indonesia, unas 35 mil en Sri Lanka, 16 mil en India y ocho mil 200 en Tailandia.

Una de las pocas sobrevivientes en Tailandia, es una mujer mexicana, Karen Michan que se encontraba de luna de miel en la isla de Phi Phi, su esposo también mexicano no logró sobrevivir, esta es su impactante historia.

KAREN MICHAN

En numerosas conferencias, reportajes y entrevistas, Karen Michan ha narrado su impresionante historia de supervivencia y resilencia.

Karen ha contado que estába recien casada con Jacobo Hassan, y habían hecho varios viajes en el sureste asiático por su luna de miel.

El día 26 se encontraban en la isla tailandesa de Phi Phi, fueron a desayunar y al volver a la habitación y Jacobo se guardó sus pasaporte, y a ella le dieron ganas de ir a buscar unos gatitos que el día anterior había visto.

Cuando salió a la terraza, vió que una multitud de gente estaba corriendo desde la playa hacia el interior de la isla, pero no lograba entender en ese momento porqué estaban corriendo.

Se volteó y llama a Jacobo, y logran brincar de un bungaló a otro y ahí es donde pudieron ver la ola inmensa del tsunami, que hoy se sabe que medía lo que mide un edificio de 6 pisos de altura.

Tratan de brincar entre los dos bungalós, para empezar a correr hacia el interior de la isla, cuando llegó la ola, la fuerza del mar, los separó y ella ya no logró tocarlo y la ola la fue arrastrando.

Cuenta que por instinto de sobrevivencia, se puso en posición fetal, lo que permitió que no tuviera heridas de gravedad y no se lastimara fuerte.

Ella iba con la ola dando vueltas, y en ese instante logró sacar la cabeza del agua, después de más de un minuto aproximado de estar sumergida.

Toma una bocanada de aire muy grande y otra vez la ola la siguió arrastrando. Asegura Karen, que en esa segunda vez que se tuvo que sumergir, ella ya sabía que iba a sobrevivir.

En la primera vez que estuvo bajo el agua, dice que sentía que era el fin del mundo, o que era la explosión de una bomba nuclear. No entendía lo que estaba sucediendo. Y aque en ese entonces no se sabía nada sobre los tsunamis, ni la palabra y por eso es considerado el tsunami más grande de la historia, por la poca referencia que hay sobre el fenomeno.

Empieza a bajar la marea, tardó cinco minutos, y cuando eso sucede. Se percata de que está parada sobre un colchón, y abajo había una gran cantidad de escombros.

Ve a una persona herida que le pide ayuda, hacia arriba de los edificios, observa a la gente que le pide que vaya con ellos, ella voltea atras y ve la inmensidad del mar, trata de ayudar con unas sabanas a la persona, no pudo hacerlo, y trató de ayudarla pero no pudo y la tuvo que dejar.

Fue hacia uno de los edificios donde había un par de alemanes que le dijeron que tenían que subir a lo más alto de uno de los eficios.

Cuenta que estaba herida, pero no de gravedad, y por la adrenalina no sentía aún dolor.

Empieza a ver a los primeros muertos abajo del edicio. Dice que les comenzó a contar su historia, todos estaban preocupados, porque habían perdido a sus seres queridos.

Decide ir a refugiarse al interior de la isla, encuentra unas chanclas en el camino, ya que tenía los pies muy lastimados. Cuando de repente escucha que dicen que viene una segunda ola en camino, por lo que empezaron a correr.

Pierde a los alemanes, y llega corriendo sola hacia un bar que estaba en la falda de la montaña, que la gente estaba saqueando.

Y habían roto una de las paredes del bar, ya que en ese momento era la única forma de llegar a la montaña.

Cruzó el agujero, estaba muerta de sed, por la cantidad de agua salada que tuvo que tragar. Unas personas tailandesas, le ofrecieron un poco de su agua.

Narra que era muy complicado subir la montaña ya que no era de facil acceso, y se resbaló varias veces, porque era selva y no había camino. Incluso tenía que agarrarse de las lianas como pudiera, e irse impulsando.

Ya se encontraba sola, aunque había mucha alrededor, que eran tailandesas y que vivian en la isla, porque trabajaban en los hoteles.

Y de repente encuentra una pareja de un sueco y una tailandesa que les ayudó a traducir todo.Se sentaron un rato a descansar, y les contó su historia. Ellos le dijeron que tenían que hacer un esfuerzo para subir a la cima de la montaña.

De repente voltea, y ve como una de sus piernas esta sangrando con mucha presión, porque una de las ramas la razgó, y no se había dado cuenta.

Estuvieron aproximadamente dos horas, intento subir hasta que lograron subir hasta la cima, y no habí un solo lugar para sentarse.

Deciden bajar hacia el otro lado de la montaña un poco, y ahí habia bungalós. Sentaron afuera de uno de ellos. Y empezó a llorar, a decirles que estaba muy asustada, que tenía mucho miedo.

De repente salió una pareja, que no sabían lo que habá sucedido, porque ellos estaban dormidos cuando ocurrió la tragedia.

Empezar hacer una especie de grupo de apoyo de aproximadamente 25 personas, y la única persona herida era ella.

Trataban de ayudarla y ver la forma de sacarla de la isla. Después de un rato, vieron helicópteros pasar, y le dijeron que la iban a sacar en uno de ellos. Pero ella no quería irse para no tener que dejar a Jacobo.

Pero le dijeron que si él estaba bien, lo iban a encontrar, y que ella al estar herida, y con la posibilidad de que llegara otra ola, se tenía que salir de la isla.

Ella sentía que Jacobo no había podido sobrevivir, porque cuando sacó su cabeza del agua, la primera vez, no lo vio. Y eso le hacía sentir que había muerto, sin embargo, tenía un poco de esperanza.

Al percatarse de su vulnerabilidad, decidió hacerles caso a los demás que querían ayudarla y dejarse guiar.

Recuerda que le dijeron que no se viera en el espejo, y ella hizo lo opuesto. La imagen de verse con una expresión de horror, dolor y miedo, aún no se le quita.

Dice que al ver esa imagen de ella misma, se dijo que nunca más volvería a verse así, y que saldría adelante.

Posteriormente, el hombre sueco, encontró su celular y le dijo que intentara comunicarse con su familia en México.

Finalmente, logró hablar con su mamá que en México eran las 4 de la mañana y le dijo que no sabía lo que acababa de pasar, y que una ola gigante había golpeado la isla.

Le dijo que prendiera las noticias, que había perdido a Jacabo, y no sabía si estaba vivo. Le agregó que estaba herida pero estaba bien.

Le pidió que habalara con los papás de Jacobo, que les dijera que no lo encontraba, y que necesitaba que vinieran a Tailandia, porque no podía sola.

Comenta que fue una de las pocas llamadas que se pudieron hacer desde la isla, porque se cayeron las redes después.

La ayuda del gobierno de Tailandia, llegó hasta 72 horas despues, pero ella logró salir antes.

Unas personas bajaron al puerto y vieron que habían unas lanchas chicas, con motores pequeños o remos, y que se dirijían hacia un ferry a la mitad del mar, que tenía una capacidad para 50 personas, estaban dispuestos a aceptar a 250 personas para ir a la ciudad de Phuket.

Así que vieron que la forma más facil de sacarla era mediante este ferry. Subieron por ella, bajaron. Ella ya no agauantaba tener chanclas porque tenía una herida justo entre los dedos.

Recuerda que cuando llegó a la playa, sintió la sensación de pisar los miles de cuerpos que habían ahí.

Una sensación horrible en los pies, que hata le fecha le produjo un trauma, que no puede estar descalza.

Dice que está muy agradecida, con todas las personas que la ayudaron a salir de la isla.

Subió a la lanchita que la llevó al ferry. Subieron al ferry, estuvieron como dos horas parados, y empezaron hacer listas, de las personas que estaban perdidas, de las heridas y de las que estaban vivas.

Era muy informal pero le dio la información de ella y de Jacobo. LLegaron a Phuket, que también era zona de desastre y los esperaban ambulancias.

Subían de 6 a 7 personas por ambulancia, para llegar al hospital, donde los revisaban a todos.

Afirma que la gente que sobrevivió en la isla fue porque no estaban en la ola. Sobrevivieron porque estaban en la montaña, o en el interior de la isla.

Mucha gente sobrevivió porque estaban buceando o en una lancha. Asegura que solo sobrevivieron 10 personas de las que fueron arrastradas por la ola.

Llegó al hospital, estaba lleno de gente, todo saturado, a los heridos los cosían en los pasillos.

Por un momento, creyeron que Jacobo estaba vivo, porque ella dio tantas veces su nombre, que lo anotaron como vivo, pero ella tuvo que explicarles a sus familiares que no estaba ahí.

Siguieron buscando a Jacobo, despues de que sus familiares llegaron a Tailandia. Ella se fue al hospital nuevamente al hospital con su madre, porque tenía las heridas infectadas, mientras su padre y el padre de Jacobo fueron a la isla a buscarlo.

Le marcan para preguntarle si Jacobo traía su pasaporte con él. Después supo que su papá y el de Jacobo cuando estuvieron en la isla, vieron el bungaló de sus hijos totalmente destrozado.

Una persona se dio a la tarea de forma ingenua, de quitarles los pasaportes a los fallecidos y les dejo que tenía una bolsa llena de pasaportes. Y encontraron el pasaporte de Jcabo, lo que para ella era una respuesta.

Pasaron los días, siguieron buscando y una semana después deciden que van a regresar a México, sin Jacobo.

En Tailandia, se queda a cargo de la búsqueda la embajada de México y un grupo de rescate israelí, ya que Jacobo era el único mexicano que aún estaban buscando.

Unos días después soñó que Jacobo había muerto y en la mañana se sentó a desayunar con su familia, cuando le dijeron que habían encontrado el cuerpo de Jacobo.

Narra que fue un momento muy doloroso, ya que se habían acabado las esperanzas, de que estuviera vivo.

Unos días después llegó el cuerpo de Jacobo, que fue identificado por las señas particulares, que habían dado.

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