Acusa AI uso de armas prohibidas en contra de civiles en Ucrania
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KIEV, UCR.- El uso indiscriminado por Rusia de armas prohibidas como bombas de racimo ha causado la muerte a cientos de civiles en la ciudad ucraniana de Járkov, según una investigación desvelada ayer por Amnistía Internacional (AI).
En su informe “Cualquiera puede morir en cualquier momento” (“Anyone can die at any time”), la organización acusa a las tropas rusas de bombardear indiscriminadamente barrios residenciales de Járkov con cohetes que por su naturaleza tienen escasa precisión para alcanzar objetivos determinados.
Los investigadores de AI hallaron pruebas del uso reiterado de municiones de racimo 9N210 y 9N235, así como de minas dispersables, prohibidas todas ellas por los tratados internacionales.
“La población de Járkov se ha enfrentado a incesantes bombardeos indiscriminados en los últimos meses, que han matado y herido a cientos de civiles”, dijo en un comunicado Donatella Rovera, asesora general sobre respuesta a las crisis de Amnistía Internacional.
Rovera consideró “escandaloso” el uso de ese armamento y agregó que evidencia “el absoluto desprecio” de Rusia por las vidas de los civiles.
“Las fuerzas rusas responsables de estos terribles ataques deben rendir cuentas por sus acciones, y las víctimas y sus familias deben recibir una reparación completa”, señaló la responsable de AI.
El bombardeo de Járkov comenzó el 24 de febrero, al mismo tiempo que la invasión rusa de Ucrania, aunque el Ejército ruso cejó a mediados de mayo en sus intentos por controlar la ciudad, donde más de un millón y medio de personas vivían.
...Y CHINA ‘REBAJA’ su RELACIÓN
CON RUSIA
El ministro de Defensa chino, Wei Fenghe, descartó que la relación de su país con Rusia sea una “alianza”, definiéndose en cambio como “socios importantes”, y afirmó que Pekín “nunca ha suministrado material” a Moscú desde que invadiera Ucrania en febrero.
“La relación entre China y Rusia se desarrolla por el camino correcto. Es un socio importante, no un aliado, y nuestra relación, que continuará creciendo, no está dirigida contra terceros”, dijo Wei.
Aunque firme en su amistad con Rusia, las palabras de Wei rebajan el tono empleado poco antes de la invasión de Ucrania, cuando a comienzos de febrero el presidente ruso, Vladimir Putin, y el chino, Xi Jinping, firmaron un comunicado que elevaba su relación.