Asesinan a activista siria y a su hija periodista en Turquía

Internacional
/ 2 julio 2020

Han sido encontradas muertas en su apartamento de Estambul. Orouba Barakat que denunciaba las violaciones de derechos humanos en Siria produciendo documentales. Su hija Halla, colaboraba con diversos periódicos

Una madre y su hija, sorprendidas en la oscuridad de la noche de Estambul. Apuñaladas en su apartamento; el último desembarco en una fuga del régimen contra el cual, incluso a distancia, seguían combatiendo obstinadamente.

La activista de 60 años, Ouruga Barakat y la periodista Halla, de apenas 22 años de edad han sido sofocadas por asesinaos desconocidos.

La hermana de Ouruba, no tiene dudas: “asesinadas por una mano de injusticia y tiranía”, escribe la mujer en su Facebook. Es el pensamiento que corre en Siria por Bashar al-Assad.

La brutalidad de las cárceles del régimen, las escenas de violación y tortura  Ouruba había puesto en su objetivo: por años, de hecho, había denunciado las violaciones de los derechos humanos en su tierra natal, produciendo documentales en árabe y en inglés, para qué su alarma llegara a tantas personas como fuera posible.

Halla colaboró con la edición árabe de Huffington Post, con Orient TV y la compañía de radiodifusión Turca Trt. Una vida joven y una pluma prometedora se rompieron en la noche de ayer.

En su Facebook, en el séptimo aniversario de la revolución siria, se había sentido orgullosa de su pueblo: “El 15 de marzo de 2011 marca no sólo el comienzo de la revolución, sino también el día en que finalmente sentí Siria. He vivido toda mi vida fuera de Siria, plenamente consciente de las atrocidades de la familia Assad contra la mía y todos los demás en el país. En las pocas ocasiones en que tuve la oportunidad de ver a mi hermosa Siria, miré a la gente con disgusto porque pensaban que no había nada más en la vida que argumentos superficiales. Declaró Halla.

Halla y Oruba, como cuentan algunos medios turcos, habrían recibido amenazas por parte del régimen del presidente sirio.

Habían pedido asilo en Inglaterra, transcurriendo un periodo en los emiratos antes de transferirse a Estambul.

Desde el estallido de la guerra en 2011, Turquía se ha convertido en el hogar de más de tres millones de refugiados sirios.

Hay muchos partidarios de la oposición, activistas contra Bashar al-Assad, pero también militantes anti estado islámico, que están tratando de encontrar un rastro de derramamiento de sangre que no ahorra las voces de la disidencia, ni siquiera en una tierra extranjera.

Con información de Vanguardia

 

 

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