Aung San Suu Kyi está en el centro de las críticas internacionales

Internacional
/ 19 septiembre 2017

Como consejera de Estado, Aung San Suu Kyi es de facto quien dirige el Gobierno del país desde el año pasado. De vivir en una democracia, sería también la presidenta, cargo que no puede ocupar por una cuestión meramente formal.

Su nombre estuvo una vez casi al mismo nivel que los de Mahatma Ghandhi, Nelson Mandela o Martin Luther King: cuando ganó el Nobel de la Paz en 1991, la birmana Aung San Suu Kyi se convirtió en icono de toda una generación.

Su Kyi incluso logró quitarle a la junta militar que gobernaba su país Myanmar (la antigua Birmania) una parte de su poder mediante la resistencia pacífica.

Pero hoy en día apenas le queda algo de esa buena fama de "lady", como también se conocía a esta mujer de postura erguida con perfecto inglés de Oxford: el trato brutal de los miembros de la minoría musulmana rohingya por parte del Ejército de Myanmar, con quienes gobierna el país en la actualidad, ha puesto a la política de 72 años en el centro de las críticas internacionales.

Como consejera de Estado, Aung San Suu Kyi es de facto quien dirige el Gobierno del país desde el año pasado. De vivir en una democracia, sería también la presidenta, cargo que no puede ocupar por una cuestión meramente formal: su marido era británico, es decir, extranjero, y sus hijos también tienen pasaporte británico.

Suu Kyi nació en 1945 en Rangún, la antigua capital de la Birmania británica. Sus padres eran el héroe nacional Aung San, un luchador por la independencia asesinado en 1947, y Ma Khin Kyi, que se convertiría posteriomente en una de las primeras embajadoras de su país.

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Pasó muchos años en el extranjero, en India, Japón y Estados Unidos, pero sobre todo en Oxford y en 1988, cuando su madre estaba a punto de morir, volvió a Myanmar.

Por sus críticas a la junta militar gobernante, la secretaria general de la Liga Nacional por la Democracia (LND) estuvo casi 15 años bajo arresto domiciliario y no pudo recoger personalmente el Nobel de la Paz. Tampoco volvió a ver a su marido, gravemente enfermo de cáncer antes de su muerte, al negarse a viajar a Oxford, donde se había quedado con sus hijos, por miedo a que la junta le negara la entrada a Myanmar a su regreso.

Fue en noviembre de 2010, cuando el aislado país volvió a abrirse lentamente, cuando le fue levantado el arresto domiciliario. Desde entonces su LND ganó claramente todas las elecciones, incluso con mayoría absoluta, e incluso se creó el título de "consejera de Estado" expresamente para ella.

Además, ocupa el cargo de ministra de Exteriores, pero el poderoso Ejército sigue reservándose hasta hoy en día algunos de los principales puestos del Gobierno. Así, Aung San Suu Kyi coopera hoy con los generales liderados por el comandante en jefe Min Aung Hlaing.

Sobre el sufrimiento de los cientos de mils de musulmanes en el país no había pronunciado hasta hoy ni una sola palabra de compasión, lo que provocó numerosas peticiones de que se le retire el Nobel de la Paz. Sin embargo, el comité Nobel ya dejó claro que eso es imposible.

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