Cientos de hondureños intentan salir del país en caravana rumbo a Estados Unidos tras paso de huracanes
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Solo entre 150 y 200 personas esperaban sentados el jueves por la tarde en la carretera con la intención de seguir camino hacia el norte.
AGUA CALIENTE, HONDURAS. - Cientos de hondureños salieron el miércoles por la noche caminando de San Pedro Sula, en el norte del país y una de las zonas más devastadas por los últimos huracanes, con la intención de llegar en caravana a Estados Unidos. Sin embargo, menos de 24 horas después, antes de llegar a la frontera con Guatemala, un retén les frenó y comenzó a devolver a muchos que no tenían documentos.
“¿A qué vamos a regresar allá atrás?”, preguntaba el jueves por la tarde a los agentes Angela Castellano, una hondureña que viajaba con su bebé y su marido, recién despedido de la finca bananera de donde trabajaba.
“Perdí todo, pasaporte de mi niño, su ropa, todo, no es justo lo que nos hacen”, agregó llorando la mujer, una de las muchas afectadas por las recientes tormentas. “¿Cómo le digo a mi hijo: ‘no tengo casa, no tengo comida para darte’? El niño solo llora por leche”.
En torno a medio millar de personas salieron el mismo día, muchas de ellas tras haberlo perdido todo con los últimos huracanes. El grupo se formó justo una semana después de que el gobierno hondureño visitara Washington para pedir ayuda ante las graves inundaciones y cuando hay organizaciones humanitarias que alertan de los riesgos de nuevas oleadas migratorias.
Menos de 24 horas después de empezar a caminar, muchos fueron retornados hacia San Pedro. Las fuerzas de seguridad hondureñas, apostadas en la carretera pocos kilómetros antes de Agua Caliente, frontera con Guatemala, pedían a los migrantes su pasaporte o célula de identidad y una prueba de COVID-19. Si no tenían los documentos, no les dejaban avanzar.
Solo entre 150 y 200 personas esperaban sentados el jueves por la tarde en la carretera con la intención de seguir camino hacia el norte.
El último intento de migrar en grupo fue en octubre, pero la caravana fue disuelta por las fuerzas de seguridad guatemaltecas. Ahora, ha quedado minimizada antes incluso de salir de Honduras.
Desde octubre, a la pobreza, la violencia y los efectos de la pandemia se sumaron los huracanes Eta e Iota que, según organizaciones internacionales, afectaron a más de cuatro millones de centroamericanos, tres millones de ellos hondureños.
“No hay nada, mi hermano, todo perdimos”, decía José Samuel Reyes, vecino de San Pedro, el miércoles por la noche mientras caminaba a oscuras con varios centenares de compatriotas, incluidas mujeres y niños. El sueño de todos era llegar a Estados Unidos.
Muchas caras reflejaban la desesperación. “Vamos aquí con lo que nos dejó el huracán solamente”, comentó Edgardo Calderón, de Lima, en el departamento de Cortés, quien después de perder todo decidió irse con parte de su familia y aventurarse “a ver qué pasa”.
La semana pasada el presidente Juan Orlando Hernández y su canciller Lisandro Rosales viajaron a Estados Unidos con el fin de pedir ayuda para enfrentar los efectos de los huracanes en Honduras.