¿Cómo es que la IA, QAnon y las teorías conspirativas están reconfigurando la contienda presidencia?
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Las elecciones presidenciales de este año se han visto contaminadas por rumores, teorías conspirativas y una ola de imágenes de inteligencia artificial
NUEVA YORK- El expresidente Donald Trump ha seguido sembrando dudas sobre la integridad electoral mientras sus aliados en todo el país han tomado medidas para que la negación de las elecciones sea un elemento permanente del proceso de votación.
¿QUE TAN PREOCUPADOS DEBERÍAN ESTAR LOS VOTANTES?
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Para entender mejor el papel que la desinformación y las teorías conspirativas están desempeñando este año, The New York Times pidió a tres autores de nuevos libros sobre desinformación y redes sociales que compartieran sus opiniones y predicciones.
Según estos autores, el riesgo de que la violencia pueda surgir del negacionismo electoral parece tan acuciante como en las semanas posteriores a las elecciones de 2020, cuando los partidarios de Trump, indignados por las falsas acusaciones de fraude electoral, asaltaron el edificio del Capitolio. Pero es posible que los miles de millones que se gastan en publicidad política estén ahogando en gran medida el flujo diario de falsedades y rumores que se propagan por internet.
En una serie de correos electrónicos con el Times, los autores expusieron sus predicciones para el año. Estas entrevistas han sido editadas por su extensión y para mejor claridad.
P: Entremos en materia: ¿Hasta qué punto les preocupa que las teorías de la conspiración y la desinformación influyan en el resultado de las elecciones presidenciales de este año?
Jesselyn Cook: Me preocupa más que la información falsa inspire actos de violencia y no que influya en los votantes. No creo que veamos otro acontecimiento a gran escala como la insurrección en el Capitolio; lo que parece más probable es que haya un montón de ataques dispersos de justicieros en contra de los funcionarios electorales locales en todo el país. Hay encuestas que muestran que más de uno de cada tres ya ha sufrido amenazas, acoso o abuso, desde ser objeto de “doxxing” (o la divulgación de su información personal) y “swatting” (o llamadas falsas para enviar operativos especiales a sus domicilios) hasta agresiones físicas. Es realmente aterrador.
Sasha Issenberg: Como nuestros partidos están tan bien definidos y el electorado tan polarizado, hay muy pocos electores indecisos. Ya se están gastando miles de millones de dólares en intentar convencerlos y, frente a ese volumen, es difícil que un contenido o un argumento se imponga.
P: Teorías conspirativas, como QAnon y el movimiento antivacunas,se han apoderado de una gran parte del electorado durante años, suscitando el temor de que los movimientos adquirieran un poder político real. ¿Eso ya sucedió?
Cook: Basta ver X, YouTube o Facebook. Ahora hay una larga lista de estrellas de la desinformación en las redes sociales cuyo apoyo tienen un gran peso para sus millones de seguidores y para los políticos que intentan cortejarlos.
Renée DiResta: Las encuestas de 2023 sugieren que la mayoría de los votantes republicanos, y alrededor del 30 por ciento de los estadounidenses en general, siguen creyendo que las elecciones de 2020 fueron robadas. Se han presentado decenas de proyectos de ley que hacen guiños al negacionismo electoral en al menos 25 estados, y esta cuestión sigue marcando la política en lugares como Arizona y al interior del Congreso.
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Issenberg: Tal vez no el poder gobernante, pero todos ellos han moldeado drásticamente la forma de trabajar del Partido Republicano. La disposición general a aceptar teorías conspirativas se ha convertido en uno de los principales compromisos del partido.
P: Tras el atentado contra Trump en julio, hemos visto una explosión de teorías conspirativas y desinformación de progresistas. ¿Hasta qué punto debemos preocuparnos?
Cook: Lo que estamos viendo en todas las tendencias políticas es un sano escepticismo que, con demasiada facilidad, da paso a la sospecha reflexiva. En lugar de esperar a conocer los hechos y sacar conclusiones, la gente saca conclusiones precipitadas e improvisa “pruebas” selectivas para sostenerlas.
Issenberg: Claro que es preocupante. El ecosistema informativo de la izquierda está mucho más centrado en las organizaciones de noticias que aspiran a ejercer el periodismo y no solo la defensa o el entretenimiento, y los líderes demócratas no se enfrentan actualmente al mismo conjunto de incentivos políticos que los republicanos para complacer a algunas de las figuras más insensatas de su coalición.
P: ¿Qué opinan de las personas que creen en las teorías de la conspiración y la desinformación? ¿Son víctimas? ¿O son agentes del caos?
Cook: A pesar de los estereotipos de personas dementes, hay mucha gente inteligente y decente que se tropieza con embrollos del tipo QAnon durante periodos vulnerables de sus vidas. Una jubilada de la que hice un perfil, una anciana con movilidad limitada, simplemente quería volver a sentirse importante. Cuando se conectaba a Facebook y despotricaba sobre teorías conspirativas, ya no era una “anciana” sola en casa; era una de las buenas luchando por el bien. Encontró una comunidad que la aceptó gracias a eso.
DiResta: La gente encuentra atractivas las teorías conspirativas porque ofrecen explicaciones sencillas y villanos convenientes a los que culpar de problemas complejos. Lo que vimos en nuestros estudios fue que los influentes tienen mucho más potencial para dar forma y reforzar las narrativas. Sin embargo, los papeles de las personas pueden cambiar: una audiencia puede empujar a un influente en direcciones cada vez más extremas o pedirle que sea mucho más tóxico con los enemigos percibidos, un fenómeno llamado “captura de la audiencia”.
P: ¿Son exagerados los temores a la manipulación de la IA en las elecciones presidenciales?
Cook: Creo que hay algo bueno que ha surgido del pánico: la conciencia generalizada. Si, como parte de la ‘sorpresa de octubre’ se hace viral un ultrafalso de Trump o Harris diciendo algo escandaloso, es probable que muchos se muestren escépticos de entrada porque ya saben que la tecnología existe y saben de lo que es capaz.
Issenberg: Sí, exagerado hasta el punto de que ahora distrae de lo que realmente importa. Ninguna de las teorías de conspiración duraderas que hemos discutido aquí requirió engaños de alta tecnología. QAnon era solo texto en un tablero de anuncios en línea.
P: ¿Cómo creen que cambiará el problema de la desinformación y las teorías de la conspiración si Trump pierde su intento de reelección?
Cook: La derrota de Trump solo revitalizaría el ala que impulsa las teorías de la conspiración al interior del Partido Republicano, que continuaría sin problemas en su ausencia. Las teorías de la conspiración realmente exigen una mentalidad de víctima, que es mucho más fácil de tener cuando estás en el lado perdedor.
DiResta: Los influentes no perderán tracción ni ingresos mientras mantengan la confianza y el interés de su audiencia y puedan reorientar a su público hacia otras cosas. Como documentó una investigación del Washington Post de 2022, muchos influentes que negaban las elecciones de 2020 pasaron a ser influentes de la guerra cultural cuando el interés por las elecciones disminuyó temporalmente.
Issenberg: Trump ha sido el organizador comunitario más eficaz, mostrando respeto por sus seguidores al relacionarse con ellos y compartir sus mensajes. La verdadera cuestión es si algún político o causa puede congregar a esa comunidad de la misma manera. c.2024 The New York Times Company.
Por Stuart A. Thompson, The New York Times.