¿Cómo los rebeldes sirios derrocaron el gobierno? Esto es lo que hay que saber

Internacional
/ 9 diciembre 2024

Las fuerzas rebeldes sirias han tomado Damasco en una ofensiva relámpago y el presidente Bashar al Asad ha huido del país

Por The New York Times

Las fuerzas rebeldes sirias han tomado Damasco, la capital del país, en una ofensiva relámpago. El presidente Bashar al Asad ha huido.

Las fuerzas rebeldes sirias han tomado Damasco en una ofensiva relámpago y el presidente Bashar al Asad ha huido del país, en un sorprendente giro de los acontecimientos tras 13 años de guerra civil.

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Los rebeldes se extendieron por el país en menos de 10 días, tras más de una década en la que diversas facciones habían intentado derrocar a Asad.

La guerra civil siria comenzó durante la Primavera Árabe y se intensificó hasta convertirse en un conflicto sangriento y multifacético en el que participan grupos de oposición nacionales, facciones extremistas y potencias internacionales, entre ellas Estados Unidos, Irán y Rusia. Más de 500.000 sirios han muerto y millones más han huido de sus hogares.

He aquí una guía para entender cómo los rebeldes desbancaron a Asad, y lo que puede venir después.

¿Cuál es la situación en el país?

En poco más de una semana, las fuerzas rebeldes sirias se apoderaron de gran parte del noroeste de Siria. En primer lugar, los rebeldes tomaron la ciudad más grande de Siria, Alepo, y después Hama y Homs. El domingo, entraron en la capital de Siria, Damasco, y tomaron la ciudad sin luchar mientras las fuerzas gubernamentales huían.

Videos compartidos en redes sociales y verificados por The New York Times muestran a Abu Mohammad al Jolani, quien encabezó la ofensiva relámpago, entrando en la mezquita de los Omeyas de Damasco, mientras la multitud se congregaba a su alrededor.

¿Dónde está Bashar al Asad?

El presidente de Siria huyó a Rusia, según los medios de comunicación estatales rusos y dos funcionarios iraníes. Los informes no pudieron confirmarse inmediatamente y Asad no hizo ningún comentario. Su ex primer ministro, Mohammad Ghazi al Jalali, se quedó y dijo que estaba dispuesto a cooperar con los rebeldes.

El gobierno de Asad mantuvo a raya a las fuerzas rebeldes durante más de una década con apoyo militar iraní y ruso. Sin embargo, en la última semana se ha derrumbado a una velocidad asombrosa, que culminó con la toma del control de Damasco por los rebeldes el domingo por la mañana.

Asad fue fundamental en la prolongada y devastadora guerra civil que comenzó en 2011. Su familia —quienes son alauíes, una secta minoritaria que es una rama del islam chií— había gobernado Siria desde un golpe de Estado en 1970.

Asad se presentó inicialmente como un reformista moderno, pero respondió a las protestas pacíficas de la Primavera Árabe con medidas represivas brutales, lo que desencadenó un levantamiento nacional.

La dinastía de su familia bombardeó y detuvo a miles de opositores, creando temibles organismos de seguridad interna para sofocar los disturbios. Cuando los rebeldes avanzaron este fin de semana, se apoderaron de muchas de las prisiones tristemente célebres donde el régimen de Asad había encarcelado, torturado y ejecutado durante décadas a presos políticos.

¿Quiénes son los rebeldes?

El principal grupo rebelde que respalda el derrocamiento de Asad es Hayat Tahrir al Sham, cuyo nombre significa Organización para la Liberación del Levante. Comenzó a formarse al principio de la guerra civil siria, cuando los yihadistas formaron el Frente al Nusra para combatir a las fuerzas pro-Asad con cientos de atentados insurgentes y suicidas.

El grupo tuvo vínculos iniciales con el Estado Islámico, y después con Al Qaeda. Pero a mediados de 2016, el Frente al Nusra intentaba desprenderse de sus raíces extremistas, uniéndose a otras facciones para crear Hayat Tahrir al Sham. Estados Unidos y otros países occidentales siguen considerándolo un grupo terrorista.

El líder del grupo, Abu Mohammad al Jolani, declaró a The New York Times que su principal objetivo era “liberar a Siria de este régimen opresor”. Ha intentado ganar legitimidad proporcionando servicios a los residentes en su bastión de Idlib.

¿Quién es el líder rebelde?

Jolani, de 42 años, nació como Ahmed Hussein al Shara en Arabia Saudita, hijo de exiliados sirios, según informan los medios de comunicación árabes. A finales de la década de 1980, su familia regresó a Siria y, en 2003, se marchó al vecino Irak para unirse a Al Qaeda y luchar contra la ocupación estadounidense.

Pasó varios años en una prisión estadounidense en Irak, según informes de medios de comunicación árabes y funcionarios estadounidenses. Más tarde emergió en Siria al inicio de la guerra civil y formó el Frente al Nusra, que con el tiempo evolucionó hasta convertirse en Hayat Tahrir al Sham. En algún momento adoptó el nombre de guerra de Abu Mohammad al Jolani.

Desde que rompió sus vínculos con Al Qaeda, Jolani y su grupo han intentado ganar legitimidad internacional renunciando a sus ambiciones yihadistas globales y centrándose en la gobernanza organizada en Siria.

Han surgido dudas sobre qué tipo de gobierno apoyaría Jolani y si los sirios lo aceptarían. En Idlib, Hayat Tahrir al Sham ha adoptado un gobierno guiado por una ideología islamista suní conservadora y, en ocasiones, de línea dura.

Desde que comenzó la ofensiva rebelde, Jolani ha intentado tranquilizar a las comunidades minoritarias de otras sectas y religiones. Algunos analistas afirman que ahora se enfrenta a la prueba de su vida: poder unir a los sirios.

¿Quién más combate en Siria?

Fuerzas kurdas

Las fuerzas de la minoría étnica kurda de Siria se convirtieron en el principal socio local de Estados Unidos en la lucha contra el Estado Islámico en Siria, bajo la bandera de las Fuerzas Democráticas Sirias. Una vez derrotado en gran medida el grupo extremista, las fuerzas dirigidas por los kurdos consolidaron el control sobre ciudades del noreste, ampliando una región autónoma que habían construido allí. Pero los combatientes kurdos aún tenían que enfrentarse a su viejo enemigo, Turquía, que los considera vinculados a una insurgencia separatista kurda.

Turquía

Desde el comienzo de la guerra civil, el ejército turco ha lanzado varias intervenciones militares a través de la frontera con Siria, principalmente contra las fuerzas dirigidas por los kurdos sirios. Turquía controla ahora una zona a lo largo de la frontera del norte de Siria.

Turquía también apoya a facciones como el Ejército Nacional Sirio, una coalición de grupos armados de la oposición siria. Los analistas afirman que probablemente dio su aprobación tácita a la ofensiva dirigida por Hayat Tahrir al Sham.

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, expresó su apoyo al avance rebelde mientras se extendía por Siria.

El sábado dijo, según Reuters: “Ahora hay una nueva realidad en Siria, política y diplomática. Y Siria pertenece a los sirios con todos sus elementos étnicos, sectarios y religiosos. El pueblo de Siria es quien decidirá el futuro de su propio país”.

Rusia

A lo largo de la guerra civil siria, Rusia fue uno de los apoyos extranjeros más leales de Asad, enviando soldados para apoyar a sus fuerzas y aviones para bombardear a sus enemigos. Mantuvo una presencia militar estratégica en Siria con bases aéreas y navales, que utiliza para apoyar las operaciones militares en la región.

Según los analistas, Rusia no pudo apoyar al gobierno de Siria con tanta fuerza como en el pasado debido a la guerra de desgaste en Ucrania, lo que le hizo sufrir uno de sus mayores reveses geopolíticos en el cuarto de siglo de gobierno del presidente Vladimir Putin.

El futuro de la presencia militar rusa en Siria está ahora en entredicho.

Irán e Hizbulá

Siria ha desempeñado un papel fundamental en el “eje de resistencia” de Irán, una red de países y grupos que incluye a Hizbulá, Hamás y los hutíes de Yemen, que espera destruir a Israel y reducir la influencia estadounidense en Medio Oriente.

Irán pasó armas de contrabando a Hizbulá a través de Irak y Siria, una ruta de suministro que ahora ha sido destruida. Irán e Hizbulá devolvieron el favor enviando a miles de militantes a luchar del lado de Asad durante la guerra civil.

El viernes, Irán comenzó a evacuar a sus mandos y personal militar de Siria, según informaron funcionarios regionales y tres funcionarios iraníes.

Estados Unidos

Estados Unidos mantiene una fuerza de unos 900 soldados en Siria, centrada en zonas de extracción de petróleo controladas por los kurdos en el noreste y una guarnición en el sureste.

El papel de Estados Unidos en la guerra civil siria ha cambiado varias veces. Inicialmente, el gobierno de Obama apoyó a los grupos de la oposición en su levantamiento contra el gobierno, proporcionándoles armas y entrenamiento, con un efecto limitado.

Tras el ascenso del Estado Islámico en 2014, las fuerzas estadounidenses combatieron al grupo terrorista con ataques aéreos y ayuda a las fuerzas kurdas, y luego permanecieron en el noreste de Siria para impedir un resurgimiento. El presidente Donald Trump retiró muchas de esas fuerzas en 2019.

Israel

El ejército israelí dijo el domingo que sus soldados habían entrado en una zona de amortiguación vigilada internacionalmente en los Altos del Golán y ordenó el toque de queda en las aldeas sirias de la zona. Benjamín Netanyahu, primer ministro israelí, dijo que Israel se estaba desplegando allí temporalmente con fines defensivos.

Las actividades militares de Israel en Siria se han centrado sobre todo en ataques aéreos contra objetivos de Hizbulá e Irán, especialmente personal militar de alto rango, instalaciones de producción de armas y el corredor de transporte que Irán utiliza para enviar armas a Hizbulá.

¿Qué le espera a Siria?

Hay muchas más preguntas que respuestas tras la rápida desaparición del gobierno, empezando por un futuro incierto para la gobernanza, la seguridad y la economía de la nación.

Los rebeldes intentarán asegurar la capital y evitar un caótico vacío de poder. Pero no está claro hasta dónde y con qué rapidez extenderá la coalición su control sobre todo el país, ni si los rebeldes podrán unirse tras derrocar al líder sirio.

En una entrevista concedida la semana pasada, Abu Mohammad al Jolani, dirigente del grupo, dijo que incluso antes de que Hayat Tahrir al Sham lanzara su ofensiva, el grupo estaba pensando en sus próximos pasos. Hay algunos indicios de lo que está por venir en Alepo, donde el grupo obtuvo una victoria crucial hace poco más de una semana.

En toda Siria, el grupo rebelde trató de tranquilizar a los residentes asegurándoles que salvaguardaría los bienes públicos y las instituciones. Tras tomar gran parte de Alepo, sus combatientes pasaron a la siguiente línea del frente, dejando la ciudad en manos de tecnócratas que llegaron a preservar las instituciones gubernamentales, dijo Jolani. Su grupo dijo que las instituciones públicas permanecerían bajo la supervisión del primer ministro del país hasta que se produjera una transición.

Un conflicto duradero

La guerra siria comenzó en 2011 con un levantamiento pacífico contra el gobierno y se convirtió en un complejo conflicto en el que participan rebeldes armados, extremistas y otros grupos.

Los orígenes: el conflicto comenzó cuando los sirios se levantaron pacíficamente contra el gobierno del presidente Bashar al Asad. Las protestas fueron respondidas con una violenta represión y las comunidades tomaron las armas para defenderse. Se produjo una guerra civil.

Otros grupos se involucraron. En medio del caos, la minoría étnica kurda de Siria se alzó en armas y fue tomando territorios que consideraba suyos. El Estado Islámico se apoderó de partes de Siria e Irak en 2014 y declaró ese territorio su “califato”, desestabilizando aún más la región.

Intervenciones extranjeras. Asad ha recibido un apoyo vital de Irán y Rusia, así como del grupo militante libanés Hizbulá. Los rebeldes recibieron el respaldo de Estados Unidos y de Estados árabes ricos en petróleo, como Arabia Saudita. Turquía también intervino para detener el avance de las milicias kurdas.

El balance. La guerra ha matado a cientos de miles de personas y ha desplazado a millones. Las fuerzas leales a Asad han cometido, por mucho, las mayores atrocidades. El régimen ha recurrido a las armas químicas, las bombas de barril y el hambre para someter a los sirios.

c. 2024 The New York Times Company

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