El caos responde a la imposición de la reforma a las pensiones de Francia
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El presidente Macron insiste en subir la edad de jubilación de los 62 a los 64 años
PARÍS, FRA.- Miles de trabajadores manifiestan su descontento por todo Francia en un nuevo enfrentamiento contra el plan del presidente Emmanuel Macron de subir la edad de jubilación. La mayoría de los franceses se opone a aumentar la edad de jubilación de los 62 a los 64 años, mientras que el gobierno se niega a ceder.
“No vemos a menudo esta clase de movilización masiva”, dijo en Marsella Jean-Luc Mélenchon, veterano de la izquierda. “Es una forma de insurrección ciudadana”, agregó.
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Enero ha reunido a entre uno y dos millones de manifestantes. Los sindicatos organizadores aspiraban a superar esas cifras en las protestas de este martes, con otra gran protesta convocada en París.
En el tramo final de la marcha en París hubo choques entre grupos de manifestantes y la policía, que detuvo a 18 personas. El gobierno se vio obligado a movilizar 11 mil policías.
El caos de las protestas dejó paralizados varios sectores de la sociedad francesa. La ferroviaria SNCF advirtió “importantes complicaciones” en el servicio debido a las huelgas. Recomendó a los usuarios cancelar sus desplazamientos y, de ser posible, trabajar desde casa.
El 26 por ciento de los docentes se sumó a las manifestaciones, según el Ministerio de la Educación Nacional. Mientras que un 19.4 por ciento de los funcionarios públicos del Estado participaron en las huelgas. Todos los sectores reportaron menor participación que en la jornada de protestas del 19 de enero.
Macron defiende la reforma argumentando que, con el envejecimiento de la población, prolongar la vida laboral es necesario para preservar un sistema de pensiones digno y justo. Los detractores de la reforma acusan que se penaliza a las personas que empezaron a trabajar más jóvenes y a empleos de desgaste físico.
“No queremos trabajar tanto tiempo”, dijo Xavier, 59 años, empleado en el área de informática de un Ayuntamiento en una pequeña ciudad cerca de París. “Estamos cansados”, agregó su mujer, Nathalie, de 58 años, empleada en una farmacia.
Trabajadores estiman que las manifestaciones no bastarán para hacer cambiar de opinión al Presidente, mientras se corría la voz de un bloqueo de 15 días en el país.