El Gobierno de Colombia y las FARC acuerdan la reparación de las víctimas
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Las medidas para la reparación siguen siendo uno de los capítulos más difusos.
BOGOTÁ.- Después de un año y medio de negociación sobre cuál iba a ser el tratamiento de las víctimas una vez que se firmara el fin del conflicto, éstas se han convertido por fin en protagonistas del proceso de paz colombiano. La delegación del Gobierno y la guerrilla de las FARC destrabaron ayer el punto 5 del acuerdo, el que más problemas y desencuentros ha generado después de tres años de diálogos en La Habana. Este no solo se refiere a los afectados por el conflicto, también incluye el capítulo sobre justicia. El programa de reparación pactado garantiza, sobre el papel, la participación de todos aquellos involucrados de manera directa e indirecta en el conflicto: el Estado, los guerrilleros y “otros sectores de la sociedad”, sin nombrar de manera concreta al paramilitarismo o sus financiadores.
La reconciliación, la no repetición y la convivencia han sido las palabras más repetidas en un acto en el que no han intervenido el Ejecutivo, las FARC y una delegación de 10 víctimas. “Respaldamos el proceso, pero no renunciamos a la justicia y a la reparación”, dijo Jineth Bedoya, portavoz de la comitiva, en un discurso en el que especificó que no conocían el contenido de lo pactado cuando lo redactaron. Se mostraron especialmente preocupadas por que se garantizara la búsqueda e identificación de los desaparecidos en una guerra sin cifras concluyentes. Entre 45 mil y 106 mil, según organismos oficiales, pero sin un registro consolidado
El acuerdo comprende un sistema integral en el que, entre otros mecanismos, se incluye una unidad de hallazgo de desaparecidos que sigan vivos y, en el caso de los fallecidos –y siempre que sea posible–, se entreguen sus restos a los familiares. “Se plantea un enfoque diferencial y de género en el caso de las mujeres, los niños y los territorios más afectados”, especifica el texto.
Las medidas para la reparación siguen siendo uno de los capítulos más difusos. Tanto del acuerdo, como de las palabras de Humberto de Calle, jefe negociador del Gobierno, e Iván Márquez, representante de la guerrilla, se desprende la obligación de colaboración, pero no se detalla en profundidad. “Hablamos, por ejemplo, de iniciativas de desminado o reconstrucción de infraestructuras dañadas”, relató De la Calle. “Contamos con el compromiso de las FARC para realizar una multiplicidad de acciones y contribuir a la reparación material sobre lo que decida la jurisdicción especial”. Lo que no se especificó son posibles fondos o ayudas directas ni quién se encargaría de respaldarlos económicamente. “580 mil víctimas han sido reparadas hasta el momento”, detalló el presidente Juan Manuel Santos en una comparecencia institucional horas después del anuncio. “Pero una cosa es lo que podemos hacer como Gobierno, y otra lo que podemos lograr si todos los que participaron en el conflicto hacen aportes concretos”.
ENTÉRESE
>El programa de reparación pactado garantiza, sobre el papel, la participación de todos aquellos involucrados de manera directa e indirecta en el conflicto.