Este es el relámpago más largo del que se tiene registro con una longitud de 829 km
De acuerdo a la OMM este fenómeno se extendió por distintas zonas de Estados Unidos ocurrió en 2017, durante una intensa tormenta. En un instante iluminó algunas zonas entre Texas y Kansas
GINEBRA- De a cuerdo a la Organización Meteorológica Mundial (OMM), este relámpago estableció un nuevo récord mundial considerándolo como el rayo más largo, gracias a su longitud, que fue 829 kilómetros.
En su sitio web, la OMM, detalla que este “megadestello” sucedió en octubre de 2017, “durante un complejo de tormentas eléctricas de gran magnitud, dicho fenómeno natural se extendió desde el este de Texas hasta cerca de Kansas City, esta distancia equivale a la que hay entre París y Venecia y, en la en un viaje en coche se llevaría un tiempo estimado de entre ocho y nueve horas y en un avión comercial tardaría por lo menos 90 minutos en cubrir esa distancia.
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Celeste Saulom, quien es la Secretaria General de la OMM, explica que “los rayos son motivo de asombro, pero también un peligro importante que se cobra muchas vidas en todo el mundo cada año y, por lo tanto, es una de las prioridades de la iniciativa internacional Alertas Tempranas para Todos”, por lo que prosigue Saulom, “estos nuevos hallazgos ponen de relieve importantes preocupaciones en materia de seguridad pública sobre las nubes electrificadas, que pueden producir destellos que recorren distancias extremadamente grandes, tienen un gran impacto en el sector de la aviación y pueden provocar incendios forestales” .
Este nuevo récord fue reconocido por el Comité de Extremos Meteorológicos y Climáticos de la OMM, quienes son los encargados de llevar acabo los “registros oficiales de los extremos mundiales, hemisféricos y regionales”; este comité pudo establecer esta marca gracias a las últimas tecnologías satelitales y sus resultado fueron publicados en el Boletín de la Sociedad Meteorológica Americana.
“Tanto el récord anterior como el nuevo utilizaron la misma metodología de distancia máxima ortodrómica para medir la extensión del relámpago. El evento de 2017 destaca por ser una de las primeras tormentas en las que el nuevo Satélite Ambiental Operacional Geoestacionario (GOES-16) de la NOAA documentó megadestellos: descargas eléctricas de duración y distancia extremadamente largas”, precisa la Organización Meteorológica Mundial.
“Este destello en particular no se identificó en el análisis original de la tormenta de 2017, sino que se descubrió mediante un nuevo análisis de la misma”, añade la OMM.
En opinión del profesor Randall Cerveny, relator de Extremos Meteorológicos y Climáticos de la OMM, “este nuevo récord demuestra claramente el increíble poder del entorno natural. Además, la evaluación de la OMM de fenómenos ambientales extremos, como este récord de distancia de los rayos, da testimonio del importante progreso científico en la observación, documentación y evaluación de estos fenómenos”, siendo así concluye Cerveny que “es probable que aún existan fenómenos extremos aún mayores, y que podamos observarlos a medida que se acumulen mediciones adicionales de alta calidad sobre rayos con el tiempo”.
Por su parte, Walt Lyons, especialista en rayos y miembro del Comité de Extremos Meteorológicos y Climáticos de la OMM describe que “la investigación de los megarayos está aportando nuevos conocimientos sobre las variaciones de la carga eléctrica de mesoescala en las tormentas del Sistema Convectivo de Mesoescala. Además, ilustra la amenaza del recién reconocido “rayo gris”, análogo al “rayo azul” de células aisladas, pero que puede viajar cientos de kilómetros desde la región principal de generación de carga”.
Michael J. Peterson, quien es miembro del comité de evaluación del Centro de Investigación de Tormentas Severas (SSRC) del Instituto Tecnológico de Georgia y el autor principal del informe precisa que “estudiar los extremos de lo que pueden causar los rayos es difícil porque amplía los límites de lo que podemos observar en la práctica. Añadir mediciones continuas desde la órbita geoestacionaria representó un avance importante”, Peterson continúa explicando que “ahora nos encontramos en un punto en el que la mayoría de los puntos calientes de megadestellos a nivel mundial están cubiertos por un satélite geoestacionario, y las técnicas de procesamiento de datos han mejorado para representar adecuadamente los destellos en la vasta cantidad de datos observacionales a todas las escalas”.
“Con el tiempo, a medida que el registro de datos siga expandiéndose, podremos observar incluso los tipos más raros de rayos extremos en la Tierra e investigar su amplio impacto en la sociedad”, concluyó el autor principal del informe.
Con información de la Organización Meteorológica Mundial.