Ghislaine Maxwell, hija del editor Robert Maxwell, es considerada la mujer que reclutó a las chicas para Epstein

Internacional
/ 19 agosto 2019

Ghislaine Maxwell, hija de un magnate editorial británico que murió en circunstancias misteriosas, es una de las figuras más prominentes que quedan de la órbita de Epstein.

La han llamado la “madame” de Jeffrey Epstein, la mujer que reclutó a las chicas para satisfacer el apetito sexual del financista acusado de abuso sexual y, a veces, su representante social desde Nueva York hasta Florida.

Ghislaine Maxwell, hija de un magnate editorial británico que murió en circunstancias misteriosas, es una de las figuras más prominentes que quedan de la órbita de Epstein después de su suicidio en la cárcel mientras esperaba juicio por cargos de tráfico sexual.

Y bien podría ser una conspiradora ahora en la mira de los fiscales federales, quienes dajaron en claro que el caso está lejos de terminar.

"Si yo estuviera redactando una acusación en su contra, sería la misma conspiración para traficar menores de edad", dijo David S. Weinstein, un ex fiscal federal ahora en práctica privada en Miami. "Eso es lo que es. Eso es lo que sería la conspiración”.

Un abogado de Maxwell no respondió el viernes a una solicitud de comentarios.

Maxwell, de 57 años, es un personaje esquivo cuyo padre, el editor Robert Maxwell, murió en 1991 después de caerse de su yate cerca de las Islas Canarias. Resultó que había saqueado ilegalmente fondos de pensiones de sus negocios, según las noticias de la época.

El nombre de ese yate era Lady Ghislaine.

Maxwell aterrizó en el mundo de Epstein en el rico enclave de Palm Beach y compró una casa en Manhattan, donde el financista también tenía una opulenta mansión de hasta 77 millones de dólares. De acuerdo con las demandas presentadas por los acusadores de Epstein, ella se convirtió en una reclutadora de chicas jóvenes para Epstein, así como en la administradora de su hogar y organizadora del circuito social.

Juan Alessi, quien dirigió la casa de Epstein en Palm Beach durante años, dijo en una declaración jurada que Maxwell era esencialmente la dama de la casa.

En una de las demandas, Virginia Roberts Guiffre expuso en detalle lo que se creía que era el papel de Maxwell en la supuesta red de tráfico sexual de Epstein, y otras mujeres han hecho eco de ello en afirmaciones similares. Guiffre, de 15 años en ese momento, dice que estaba trabajando en el club Mar-a-Lago, propiedad del futuro presidente Donald Trump, cuando Maxwell se le acercó sobre una forma de ganar un buen dinero: aprender terapia de masajes y conocer a Epstein como hombre quien podría darle un futuro brillante.

Giuffre dice en una declaración jurada que Maxwell y Epstein la entrenaron para convertirse en "todo lo que un hombre quería que yo fuera”.

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