Huelga de trenes, la más grande en décadas, deja a pasajeros varados en Gran Bretaña

Cerca de 40,000 empleados de limpieza, señalización, mantenimiento y estaciones participaron en un paro que duró 24 horas, hay otros dos que están previstos para el jueves y el sábado. Para agravar la situación caótica de los usuarios, el metro de Londres también registró paros hoy.

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La disputa laboral se derivo de un desacuerdo en los salarios y en las condiciones de trabajo mientras el sector ferrocarrilero británico busca de recuperarse de la pandemia del COVID-19.

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Hoy amanecieron las principales estaciones prácticamente desiertas, con unos servicios de tan solo un 20% de los trenes de pasajeros.

Este es el caso de Priya Govender que es jefa de enfermería, se encontraba en la estación de London Bridge haciendo lo posible para regresar a su casa al sur de la ciudad.

“No podré tomar un bus porque están llenos. Tendré que tomar un Uber”, explico Govender. “Mi día ha sido horrible. Va a ser un día largo y todavía tengo toda una jornada de trabajo”, añadió.

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Esta huelga provoca que los intentos de los empleados para llegar a sus puestos de trabajo sea un tanto difícil, también se vieron afectados los estudiantes que están en exámenes, así como también las personas que se dirigían al Festival de Glastonbury, que comienza inicia en el suroeste de Inglaterra.

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Por su parte, Kate Nicholls, directora ejecutiva del grupo sectorial UKHospitality, precisó que la huelga va a privar a restaurantes, cafés y bares de un negocio muy necesario.

“La frágil confianza del consumidor recibirá un nuevo golpe. Miles de personas que pueden y están dispuestas a gastar dinero en locales de hostelería en todo el país no podrán hacerlo, mientras que el personal, sin duda, tendrá problemas para llegar incluso al trabajo”, detalló Nicholls.

Según las últimas cifras, en Gran Bretaña hubo alrededor de 1,000 millones de personas que desplazaron en tren en el último año hasta marzo.

En tanto que las conversaciones del lunes no se logró llega a acuerdos.

En este sentido, El Sindicato Ferroviario, Marítimo y de Transporte afirma que no va a aceptar la oferta de las operadoras ferroviarias en cuanto a aumentar los salarios un 3%, que está muy por debajo de la tasa de inflación actual, que es del 9%.

En este sentido, el sindicato acusa al gobierno de Boris Johnson de negarles a las las empresas la flexibilidad suficiente para proponer un incremento salarial considerable.

Mientras que el ejecutivo indicó que no está implicado en las conversaciones, y advirtió que grandes aumentos provocarán una espiral que incrementará aún más la inflación.

Por su parte, el primer ministro acusó a los sindicatos de “dañar a la población a la que dicen estar ayudar”, y así mismo les reclamó “un compromiso sensible por el bien del pueblo británico y de los trabajadores ferroviarios”.

Con información de la Agencia The Associated Press.