Inmunidad de Donald Trump tendrá este jueves su ‘día D’ en la Corte Suprema de EU
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Dirimirá el máximo tribunal si el exmandatario puede librarse de procesos judiciales alegando la protección de su pasada investidura presidencial
La Corte Suprema de Estados Unidos celebrará este jueves una audiencia inédita para escuchar los argumentos a favor y en contra del intento de Donald Trump de salvarse del juicio del asalto al Capitolio alegando que tiene inmunidad penal por haber sido presidente del país.
La decisión que acabe tomando el alto tribunal no solo afectará al juicio penal pendiente en Washington, sino también al proceso que tiene Trump en Florida por haberse llevado documentos clasificados y al que tiene en Georgia por haber intentado revertir las elecciones en ese estado.
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Marcará además el rumbo de la campaña electoral de los comicios del próximo 5 de noviembre, en la que el republicano se batirá de nuevo con el actual presidente, el demócrata Joe Biden.
La cuestión que debe dirimir la Corte Suprema es si un expresidente goza de inmunidad presidencial ante un procesamiento penal por actos oficiales llevados a cabo durante su mandato.
La defensa del republicano ha solicitado que se desestimen los cuatro cargos penales que pesan en Washington sobre el magnate neoyorquino por su presunto intento de revertir los resultados electorales de 2020 y haber instigado el asalto al Capitolio de 2021, alegando que tiene inmunidad por haber sido presidente.
Tanto la jueza del caso como una corte de apelaciones han desestimado la petición, de manera que Trump elevó el caso a la Corte Suprema, que en febrero admitió estudiarlo.
La máxima autoridad judicial del país nunca se ha pronunciado sobre una cuestión así dado que nunca antes un expresidente había sido imputado penalmente.
La jurisprudencia en Estados Unidos establece que los presidentes en funciones no pueden ser procesados penalmente para no vulnerar la separación de poderes entre el ejecutivo y el judicial.
Los abogados de Trump defienden que cuando son exmandatarios también deben gozar de esa inmunidad porque, de lo contrario, los presidentes no serían independientes en su toma de decisiones por miedo a ser juzgados al dejar el cargo.
Jack Smith, el fiscal que lleva la acusación, sostiene que nadie está por encima de la ley y que el solo hecho de que ningún otro expresidente en la historia haya sido imputado antes demuestra que la conducta de Trump no tiene precedentes.