Las tareas pendientes en la Iglesia católica, tras el deceso del papa Francisco

Internacional
/ 21 abril 2025

Tras su muerte quedan aplazados los nombramientos de obispos, así como algunos cambios en la iglesia

Un día después de haber asistido a la misa del Domingo de Resurrección, el Papa Francisco falleció en Roma a los 88 años de edad, marcando el cierre de un capítulo singular en la historia del Vaticano y abriendo una lista de tareas pendientes que restará por hacer.

Fue el 14 de febrero de este año cuando el Papa de 88 años de edad, fue hopitalizado en el Hospital Gemelli en Roma debido a una grave infección pulmonar que derivó en una neumonía bilateral, donde recibió tratamientos de insuficiencia respiratoria aguda que requirió ventilación mecánica no invasiva.

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Francisco, que sufría una enfermedad pulmonar crónica y a quien se extirpó parte de un pulmón en su juventud, ingresó al hospital Gemelli por una crisis respiratoria que derivó en una neumonía bilateral. Pasó 38 días hospitalizado, que fue el periodo más largo en sus 12 años de papado.

Aunque fue dado de alta e hizo algunas apariciones en público y acudió a la misa de resurrección, el Vaticano informó que Francisco murió el lunes de Pascua de un derrame cerebral que lo dejó en coma y provocó una insuficiencia cardíaca irreversible.

No obstante, tras su muerte quedan pendientes nombramientos de obispos, así como algunos cambios en la iglesia.

El calendario de eventos a corto plazo, deberán seguir en espera, en donde se tenía previsto desde la canonización a Carlo Acutis, considerado el primer santo de la era milenial y digital, prevista para el 27 de abril, así como algunos nombramientos.

El Vaticano considera al adolescente italiano, que murió de leucemia en 2006 a la edad de 15 años, una inspiración para los jóvenes católicos, por lo que el día de ayer fue suspendida.

Otra cita importante era la conmemoración el 24 de mayo del 1.700 aniversario del Concilio de Nicea, el primer concilio ecuménico de la cristiandad.

El líder espiritual de los cristianos ortodoxos del mundo, el patriarca Bartolomé I, había invitado a Francisco a unirse a él en Iznik, Turquía, para conmemorar el aniversario, que ha calificado como un signo importante de reconciliación entre las Iglesias católica y ortodoxa.

Reformas pendientes

Fue desde su hospitalización que la ausencia expuso la falta de un protocolo claro en el Vaticano para gestionar la incapacidad de un pontífice.

Algunas tareas específicas sí están reservadas exclusivamente al pontífice, como los nombramientos de obispos, aprobar las canonizaciones de nuevos santos y sus mensajes a los fieles de los miércoles o domingos.

Cuando el Papa no puede ejercer sus funciones de manera presencial, la administración de la Iglesia recae en la Curia Romana, el órgano de gobierno eclesiástico, y especialmente en el Secretario de Estado del Vaticano, cargo que actualmente ocupa el cardenal Pietro Parolin.

Parolin supervisa asuntos diplomáticos y administrativos y actúa como una especie de “primer ministro” del Vaticano.

Sin embargo, su autoridad no sustituye la del Papa: el secretario de Estado no puede tomar las decisiones que corresponden al pontífice, como por ejemplo el nombramiento de obispos.

A diferencia de lo que ocurre en caso de fallecimiento o renuncia, donde existen normas bien establecidas para la sucesión, no hay un protocolo claro para delegar el liderazgo de la Iglesia si el Papa no puede ejercer plenamente sus funciones debido a una enfermedad grave.

La Santa Sede tampoco cuenta con un mecanismo para sustituir temporalmente al pontífice por enfermedad o incapacidad.

Cambios en la Iglesia

Además entre los pendientes se esperaba que Francisco decidiera próximamente, de una lista de 140 personas, los futuros 70 miembros no obispos del sínodo sobre sinodalidad –término que significa caminar juntos-, que comenzará en octubre próximo y que es su gran apuesta para reformar la Iglesia de esta fase del pontificado.

Entre estos 70 miembros no obispos, el 50% deberán ser mujeres, una novedad revolucionaria porque, además, podrán votar.

Por otro lado, también se esperaban cambios en la curia, la administración central de la Iglesia, entre ellos, la designación del nuevo prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, uno de los “ministerios” más importantes de la Santa Sede, que reemplazará al jesuita español Luis Ladaria, quien cumplirá 80 años en abril próximo.

El 29 de junio, fiesta de los apóstoles San Pedro y Pablo, patronos de Roma, Francisco presidiría la santa misa en la Basílica de San Pedro, con el tradicional rito de la bendición de los palios –la estola blanca, símbolo de los pastores-, junto a los nuevos arzobispos metropolitanos designados en todo el mundo.

Además quedaron pendientes dos viajes, confirmados, a Portugal para la Jornada Mundial de la Juventud, a principios de agosto, y a Mongolia, país limítrofe con China y Rusia, jamás pisado por un Pontífice, a fin de ese mismo mes.

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