Papa Francisco pide perdón a indígenas canadienses
El papa Francisco recibió alas delegaciones de Pueblos Indígenas de Canadá a los indígenas canadienses a los que pidió perdón por los abusos que sufrieron en los internados dirigidos por la Iglesia católica en los siglos XIX y XX.
El pontífice se reunió con indígenas canadienses de los Inuit, Métis y Primeras Naciones, quiene le narraron las torturas y abusos que sufrieron en los internados, la mayoría católicos, en donde fueron llevados tras ser alejados de sus familias por las autoridades.
“Todo esto ha suscitado en mi indignación y vergüenza”, dijo Francisco, quien quiso pedir “perdón a Dios” por “el reprobable comportamiento de hombres de la Iglesia”. dijo. “Les pido perdón”, insistió a los representantes de los pueblos indígenas y que, desde hace años solicitaban a la Iglesia este gesto.
Así mismo el papa Francisco les externó su deseo de visitar las tierras de estos pueblos.
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En tanto que, en su discurso ante los indígenas, el pontífice manifestó su “vergüenza y dolor” por “el papel que varios católicos con responsabilidades educativas tuvieron en esto, los maltratos, los abusos y la falta de respeto”. “Estoy muy dolido y me uno a los obispos en pediros perdón porque es evidente que no se puede transmitir la fe con algo que está totalmente alejado de la misma fe. Es terrible cuando en nombre de la fe se comete un acto contra el evangelio”, añadió.
Francisco se refirió a la veneración que tienen los católicos canadienses a santa Ana y les expresó: “Me gustaría estar con ustedes en esos días”, que sería alrededor del 26 de juli”.
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En 2021 se produjo doloroso descubrimiento de los restos de 215 niños, alumnos del Kamloops Indian Residential School, ubicado en la provincia de Columbia Británica, lo que hizo cimbro y resucitó la tragedia de los pueblos originarios canadienses y su petición de justicia.
Desde finales del siglo XIX hasta 1997, los gobiernos canadienses comisionaron las instituciones católicas, anglicanas y protestantes la educación de los niños indígenas que fueron retirados de sus asentamientos, sin que sus padres dieran su consentimiento. En esos internados les fue prohibido usar su nombre, su idioma y sus tradiciones.
Fue en estos centros en los que muchos de ellos estaban malnutridos y murieron de enfermedades. Ni tampoco se les daba la misma educación que al resto de niños canadienses, sino que se les encargaban tareas domésticas u otros oficios.
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Se estima que entre 1890 y 1997 cerca de 150,000 niños indígenas fueron obligados a estar en estos internados y que alrededor de 4,000 menores murieron por las condiciones insalubres en las que vivían.
En este sentido, el pontífice censuró esos métodos “de colonización” con los que se intentó uniformar a los indígenas “erradicándoles de su identidad, de su cultura, separando familias y con niños que fueron víctimas de la homologación”, dijo.
En opinión del papa esta situación fue “escalofriante” y añadió a estos niños, les provocaron a menudo “traumas no resueltos que se han convertido en traumas intergeneracionales”.
Con información de la Agencia EFE.
