¿Por qué Sarah McBride, la primera congresista transgénero está en la mira de los republicanos?
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Sarah McBride, primera mujer transgénero del Congreso de Estados Unidos, en medio de una guerra cultural con los republicanos
WASHINGTON- Antes de convertirse en la primera mujer transgénero en el Congreso de Estados Unidos, la demócrata Sarah McBride, expresó que esperaba toparse con reacciones hostiles en la Cámara de Representantes. No se equivocó.
En las elecciones del pasado 5 de noviembre McBride logró vencer al republicano John Whalen III en la carrera por el único escaño de Delaware en la Cámara de Representantes.
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Mientras que Whalen quien es propietario de una empresa de construcción jubilado y ex policía estatal realizó una campaña con un presupuesto reducido en la que fue su primera candidatura a un cargo público.
McBride logró convertirse en una figura a nivel nacional como activista de la comunidad LGBTQ, consiguió recaudar más de 3 millones de dólares en contribuciones de campaña de todo el país; así mismo consiguió obtener reconocimiento en la Convención Nacional Demócrata de 2016 siendo la primera persona que es abiertamente transgénero en dar un discurso en una convención.
Tras conseguir su escaño la demócrata expresó, ”Esta noche es un testimonio para los habitantes de Delaware de que hemos demostrado una y otra vez que en este estado de vecinos, juzgamos a los candidatos en función de sus ideas y no de sus identidades”.
”No me presenté para hacer historia. Me presenté para marcar una diferencia para mi estado y este país”, añadió McBride. “Creo que este es un mensaje poderoso de que los habitantes de Delaware son justos y que nuestra democracia es lo suficientemente grande para todos nosotros”, concluyó.
QUIÉN ES SARAH MCBRIDE
Siendo senadora estatal, McBride ganó prestigio por trabajar en temas de atención médica así como impulsando la defensa de una exitosa legislación para “crear un programa estatal de seguro de licencia médica y familiar remunerada”, precisa la Agencia de Noticias The Associated Press.
Así también promovió una legislación cuya propósito consistía en favorecer “las tasas de reembolso de Medicaid para servicios de atención médica domiciliaria y ampliar el acceso a la atención dental para los habitantes de Delaware de bajos ingresos”, detalla AP.
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Otro proyecto en el que tuvo participación fue una ley que favorece “un impuesto del 3.58% sobre los ingresos netos de los hospitales de Delaware como una forma de aprovechar fondos federales adicionales de Medicaid. Todas esas medidas se convirtieron en ley”, concluye AP.
Antes de conseguir su escaño en la Cámara de Representantes McBride precisó en el pódcast TransLash, “puede que intenten confundirme de género, puede que intenten decir el nombre equivocado, harán lo que prevemos que hagan“.
“Lo harán para provocarme y mi trabajo consistirá en no darles la respuesta que quieren”, puntualizó la también activista.
La primera vez que McBride fue el foco de atención de la opinión pública ocurrió tras con una carta abierta cuando era líder estudiantil en la American University de Washington en la que daba a conocer su transición de hombre a mujer.
Posteriormente conoció al actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden y a su familia, cuando decidió involucrarse en la política local.
Después de que hiciera sus prácticas en la Casa Blanca durante el mandato de Barack Obama, fue invitada a dar un discurso en la convención del Partido Demócrata de 2016.
Fue en la Casa Blanca en donde conoció a su marido, Andrew Cray, transexual y también activista LGTBQ+.
LE PROHÍBEN USAR LOS BAÑOS DE LAS MUJERES DEL CAPITOLIO
Antes de que McBride tome posesión de su escaño en la Cámara de Representantes el 3 de enero, la demócrata fue blanco de una resolución de una congresista del Partido Republicano en la que se prohíbe el acceso a las mujeres transexuales a los baños destinados a las mujeres en el Capitolio.
“Solo porque un congresista quiera llevar minifalda no significa que pueda entrar en un baño de mujeres”, escribió en sus redes sociales la congresista republicana Nancy Mace.
Mike Johnson, quien es el presidente de la Cámara de Representantes, respaldó que se prohibiera a McBride usar los baños de mujeres una vez que preste su juramento al cargo el próximo año.
“No vamos a tener hombres en los baños de mujeres”, expresó Johnson a AP, y añadió, “he sido coherente en eso con todos con los que he hablado sobre esto”.
“Este es un tema que el Congreso nunca tuvo que abordar antes, y lo vamos a hacer de manera deliberada con el consenso de los miembros al respecto”, concluyó el presidente de la Cámara de Representantes.
El debate entorno a que se se debe permitir a las personas transgénero usar los baños llevaba tiempo discutiéndose en todo Estados Unidos. Hasta ahora por lo menos 11 estados han implementado leyes en las que se prohíbe a las niñas y mujeres transgénero usar los baños para niñas y mujeres en las escuelas públicas y, en algunos casos, en instalaciones gubernamentales.
En respuesta, los demócratas, incluyendo a McBride, denunciaron que esta prohibición impulsada por el Partido Republicano es una “intimidación” y una “distracción”.
“Este es un intento descarado de los extremistas de extrema derecha de distraer la atención del hecho de que no tienen soluciones reales para lo que enfrentan los estadounidenses”, explicó McBride y continuó diciendo que “deberíamos centrarnos en reducir el costo de la vivienda, la atención médica y el cuidado infantil, no en fabricar guerras culturales”.
Por su parte, Katherine Clark, quien es la demócrata número dos en la Cámara, bromeó ante esta prohibición afirmando que los republicanos de la Cámara de Representantes ya han “empezado muy bien”.
“¿De qué están hablando allí, el primer día, es de adónde va a ir un miembro de los 435, dónde va a usar el baño?”, se cuestionó Clark y añadió “¿Ese es su objetivo?”.
DONALD TRUMP Y LA TRANSEXUALIDAD
En la recta final de su campaña presidencial para llegar a la Casa Blanca, Trump puso sobre la mesa el tema de la transexualidad con el propósito de ganarse a los votantes indecisos.
Entre los conservadores y los progresistas estadounidenses se está llevando acabo una “guerra cultural” en torno a dos de los asuntos considerados importantes, el primero es si se debe autorizar a las mujeres transgénero usar los baños de mujeres y el segundo es si pueden competir en los deportes femeninos.
Trump se ha mofado de las atletas transgénero así como de la “ideología woke”, que es un término que se usa para referirse a quienes defienden los derechos de las minorías frente al racismo o asuntos de género.
En sus discursos de campaña, el presidente electo se comprometió a sacar “la locura transgénero” de los colegios, así como de mantener “a los hombres fuera del deporte femenino”.
Con información de las Agencias AFP y The Associated Press.