Según World Prison Brief en América Latina hay 1.8 millones de reclusos en 3,000 cárceles
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En Latinoamérica hay 1.8 millones de reclusos, en sus casi tres mil cárceles, dio a conocer World Prison Brief (WPB), principal base de datos en el mundo sobre este tema, generada por el ICPR de la Universidad de Londres
De entre sus centros penitenciarios, destacan las cárceles de máxima seguridad de Altamira (Brasil), Sierra Chica (Argentina) y Ciudad de Barrios (El Salvador) debido al gran volumen de altercados e incidentes que han sufrido en los últimos años.
Brasil es el tercer país del mundo con mayor número de presidiarios, sumando un total de 835,643 personas. Sin embargo, El Salvador y Cuba son los territorios con la tasa de población penitenciaria más alta, siendo el primero de 1,089 por cada 100 mil habitantes y el segundo de 794.
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El director de operaciones del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Martin de Boer, señala que le “preocupa el rápido crecimiento de las tasas de encarcelamiento”, ya que en algunos territorios de América Latina han subido “al doble o al triple entre 2002 y 2015”.
Por lo que, a pesar de que ha habido un aumento notable de la población penitenciaria en los últimos años, los recursos y servicios destinados a las cárceles no se han incrementado, lo que genera una gran disminución de las condiciones de seguridad, al igual que un empeoramiento progresivo de las condiciones de vida en ellas.
Para ello, en el caso de Ecuador, el director del Programa comunitario de Asistencia Contra el Crimen Transnacional Organizado (EL PAcCTO), Xavier Cousquer, anunció en 2022 que “la Unión Europea está movilizando, a través de sus fondos de emergencia, 2.5 millones de euros”, destinados a paliar la crisis carcelaria del territorio a través de la creación de herramientas de clasificación de presos.
Las altas tasas de hacinamiento es uno de los principales problemas, donde sobresale, por ejemplo, el caso de Haití, con un 454.4 por ciento de nivel de ocupación, siendo el segundo país a escala mundial. Haití cuenta con un total 11,253 presidiarios repartidos por las diferentes prisiones del territorio, que solo tienen capacidad para albergar a un total de 2,431 reclusos.
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Los gobiernos e instituciones realizan numerosos indultos para combatir la sobrepoblación en las prisiones. Como en el caso de la Cárcel de Modelo en Nicaragua, donde liberaron, en marzo de 2023, a 2,500 presidiarios como gracia de Semana Santa.
La falta de agua, limpieza y comida de calidad genera numerosas situaciones de insalubridad. En 2018, en el Penal de Colina II en Chile, el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) solicitó el recurso de amparo a un preso que tenía que dormir sobre sus excrementos, ya que estaba en una celda de aislamiento. Además, se encontraba en completa oscuridad debido a fallos en el sistema eléctrico de su celda.
HACINAMIENTO, INSEGURIDAD Y ESCASEZ
Masificación, inseguridad, escasez de recursos, entre otros factores, ha provocado que se generen mercados ilegales dentro de las prisiones con el objetivo de cubrir sus necesidades básicas. Según un estudio realizado en 2014 por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), la prisión de Cereso del Hongo en México solo dispone de vestimenta y ropa de cama para el 1 por ciento de la población penitenciaria.
Ello ha facilitado el aumento del autogobierno dentro de las prisiones, en el que las bandas criminales controlan los mercados ilegales internos, además de planificar crímenes (secuestros, robos, asesinatos, tráfico de drogas) para el exterior. En la cárcel de Ciudad de Barrios, en El Salvador, el 97.1 por ciento de los reclusos pertenecen a la organización criminal de Mara Salvatrucha.
Estas situaciones facilitan el aumento de sublevaciones y motines en los centros penitenciarios, incluso enfrentamientos entre bandas. Según una encuesta realizada en 2017 a la población penitenciaria de Latinoamérica por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), más del 73 por ciento de los reclusos entrevistados de Chile han presenciado situaciones de violencia. En el caso de Argentina, cerca del 11 por ciento han visto casos de violación y más del 2 por ciento lo han sufrido ellos mismos.
EXTREMA VIOLENCIA ENTRE REJAS
En los últimos años, se han dado sucesos de extrema violencia, como en el Motín de Sierra Chica en Argentina en 1996, considerado uno de los acontecimientos más sangrientos del país.
La tarde del 30 de marzo, un grupo de reclusos, denominados los “12 Apóstoles” planificaron su fuga del centro, al ver frustrado su plan de huida por el personal de seguridad, decidieron tomar rehenes y amotinarse en la prisión.
Durante los ocho días que duró el motín, hubo un enfrentamiento entre dos organizaciones criminales, donde descuartizaron y quemaron los cuerpos de los asesinados en el horno de la cocina. Algunos testigos cuentan que jugaron a la pelota con la cabeza decapitada del jefe de la banda rival.
En 2023, uno de los miembros de los “12 Apóstoles”, contó ante los medios de comunicación argentinos que cocinaron empanadillas de carne humana y se las dieron de comer a los rehenes.
Otro de los casos más sangrientos en las prisiones de América Latina ocurrió el 31 de julio de 2017, en la cárcel de Altamira en Brasil. El enfrentamiento por la posesión del negocio del narcotráfico entre las bandas de Comando Rojo y Comando Clase dejó un total de 57 muertos, de los cuales 16 fueron decapitados. Durante esos días, los presos se vieron obligados a usar mascarillas para evitar el olor que producían los cuerpos de los asesinados que se encontraban todavía en la prisión.
Más tarde, cuatro presos involucrados en la masacre fueron asesinados durante su traslado. “Son problemas que pasan”, declaró en 2019 el entonces presidente brasileño, Jair Bolsonaro.
DESTACADOS:
+ Masificación, inseguridad, escasez de recursos, entre otros factores, ha provocado que se generen mercados ilegales dentro de las prisiones con el objetivo de cubrir sus necesidades básicas.
+ Las altas tasas de hacinamiento es uno de los principales problemas, donde sobresale, por ejemplo, el caso de Haití, con un 454.4 por ciento de nivel de ocupación, siendo el segundo país a escala mundial.
+ El Salvador y Cuba son los países con la tasa de población penitenciaria más alta, siendo el primero de 1,089 por cada 100 mil habitantes y el segundo de 794.
Por Edelweiss Marín Delgado EFE-Reportajes.