Tras 35 años preso, liberan a un condenado a cadena perpetua que robó 50 dólares

Internacional
/ 30 agosto 2019

Kennard tenía 22 años cuando en 1983, junto a un cómplice, entró en la panadería Highlands de la localidad de Bessemer (Alabama), armado con un cuchillo y robó 50.75 dólares de la caja registradora.

Alvin Kennard, condenado a cadena perpetua por el robo de 50 dólares y quien pasó más de 35 años preso, podría salir en libertad gracias a una revisión de sentencias en las hacinadas cárceles de Alabama, informaron hoy los medios.

Kennard tenía 22 años cuando en 1983, junto a un cómplice, entró en la panadería Highlands de la localidad de Bessemer (Alabama), armado con un cuchillo y robó 50.75 dólares de la caja registradora, según los documentos del juicio.

Cuatro años antes, Kennard se había declarado culpable de un robo en una estación de gasolina y por los delitos de asalto en segundo grado y robo fue condenado a tres años de prisión, sentencias que le fueron suspendidas a cambio de libertad vigilada.

En la década de 1980 se multiplicaron en el país las leyes bajo las cuales los delincuentes reincidentes por tres delitos recibían condenas extremas.

Por ese motivo, de acuerdo con la Ley de Delincuentes Habituales de Alabama, Kennard fue sentenciado entonces a prisión de por vida por los delitos de robo en segundo grado y uso de arma blanca en la comisión del robo en la panadería.

Kennard estuvo recluido en la prisión de Bessemer durante más de tres décadas y su familia lo visita con frecuencia.

Después de algunos años tras las rejas Kennard "empezó a cambiar, empezó a hablar de Dios y yo supe que había cambiado", dijo su sobrina, Patricia Jones, a la estación local de televisión WIAT.

"Quiere que se le perdone lo que ha hecho y quiere una oportunidad de volver a casa y aprender a sobrevivir", agregó.

En 2013, y con una crisis de superpoblación en sus prisiones, el gobierno estatal de Alabama inició una revisión de sus normas de sentencias dando a los jueces más flexibilidad en casos como este.

Si Kennard, que tiene 58 años, fuera sentenciado ahora por el robo tendría una condena mínima de 10 años y hubiera podido solicitar la libertad vigilada hace dos décadas.

Durante una audiencia esta semana a la cual asistieron 14 amigos y familiares de Kennard, su abogada defensora, Carla Crowder, señaló a la concurrencia como prueba de que el convicto tiene una red de apoyo social muy fuerte.

Kennard dijo al tribunal que lamenta profundamente los crímenes que cometió hace tres décadas y que, si lo dejan en libertad, espera trabajar como carpintero y vivir con su familia en Bessemer.

La fiscalía no se opuso a abreviar la sentencia de Kennard y el juez David Carpenter dictó una nueva sentencia con tiempo de condena cumplido, por lo cual el hombre quedará en libertad una vez que el Departamento de Prisiones de Alabama concluya los trámites.

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