Trump intimidó a funcionarios electorales para cambiar el resultado de los comicios
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Donald Trump, expresidente de Estados Unidos, intimidó a funcionarios y trabajadores electorales de varios estados para que estos cambiaran el resultado de los comicios de 2020, en los que ganó el demócrata Joe Biden.
Varios responsables estatales que testificaron ante el comité que investiga el asalto al Capitolio afirmaron que recibieron amenazas de muerte por parte de los simpatizantes de Trump, quien fueron señalados públicamente debido a que se opusieron a alterar los resultados de las elecciones presidenciales de noviembre de 2020.
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Uno de estos testigos es el secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, a quien Trump le exigió que encontrara los votos suficientes para poder revocar el resultado de los comicios en ese estado, al aducir sin ninguna prueba que los demócratas habían cometido fraude.
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Raffensperger explicó que su equipo investigó “todas las alegaciones” de fraude electoral dichas por Trump y llegando a la conclusión de que no se había producido ningún delito.
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Cuestionado por legislador demócrata Adam Schiff en referencia a si se habían investigado las afirmaciones que hizo Trump sobre que en Georgia hubo 5,000 votos de personas que habían muerto, Raffensperger respondió que “en realidad en sus denuncias alegaban 10,315 muertos”.
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“Nosotros hallamos dos fallecidos cuando escribí mi carta al Congreso, con fecha del 6 de enero -evocó-, y acto seguido encontramos dos más, eso son uno, dos, tres, cuatro personas, no 4,000, solo un total de 4, no son ni 5,000, ni 10.000”, Raffensperger.
Así mismo, Raffensperger aseguró que los números “no mienten” y que revisaron todos los datos electorales después de los alegatos de Trump y su entonces abogado personal, Rudy Giuliani, referentes a que en las elecciones de 2020 votaron unos 66,000 votantes menores de edad.
“Encontramos que hubo cero” electores menores de edad, dijo el secretario de Estado de Georgia.
Debido a que se negó los dictados de Trump y de Giuliani, Raffensperger se convirtió en blanco de la ira del entonces mandatario estadounidense y a su vez sugirió que el responsable estatal podría tener una responsabilidad penal por rechazar sus acusaciones, sin pruebas, de fraude electoral.
En este sentido, el secretario de Estado georgiano describió que su esposa recibió amenazas sexuales y que su propio número de móvil y dirección de correo electrónico fueron publicados en internet, lo que originó a que él también recibiera amenazas.
En tanto que, Gabriel Sterling, el encargado de implementar el sistema de votación en las elecciones de 2020 en Georgia, narró cómo los trabajadores electorales fueron amenazados tras esos comicios.
Sterling explicó ante el comité que se molestó mucho cuando descubrió que una contratista que trabajaba para Dominion Systems, la empresa fabricante de las máquinas de conteo de sufragios, estuvo recibiendo amenazas de muerte por parte de seguidores de QAnon.
En este sentido, el testigo evocó una llamada que recibió de la jefa de proyectos de Dominion Systems, en la que le dijo que uno de sus trabajadores electorales fue amenazado en un vídeo publicado por simpatizantes de QAnon.
Después de la llamada, Sterling precisó que decidió buscar en Twitter y logró encontrar el nombre del contratista, al que se acusaba de haber cometido traición: “Esto fue la gota que colmó el vaso”, dijo Sterling.
Por otra parte, Shaye Moss, una trabajadora electoral de Georgiat relató ante el comité la campaña de acoso que tuvo que enfrentar después de convertirse en objetivo de Trump y sus aliados.
Moss y su madre, Ruby Freeman, que también es empleada electoral, fueron acusadas por el expresidente, sin aportar prueba alguna, de haber manipulado las papeletas de votación falsas a favor de Biden durante la noche electoral.
Debido a esto, ambas recibieron amenazas de muerte y racistas a través de Facebook.
“Muchas amenazas deseándome la muerte, diciéndome, saben, que acabaría en la cárcel con mi madre y diciendo cosas como ‘estate contenta de que es 2020 y no 1920”, explicó Moss.
Durante las comparencias se proyectó un vídeo con el testimonio grabado de Freeman, donde aseveró que perdió su reputación por culpa de las acusaciones sin base de Trump y, en consecuencia, se vio obligada a mudarse de casa después de los comicios después de que el FBI le dijo que allí no estaría segura hasta por lo menos la investidura de Biden en enero de 2021.
Con información de la Agencia EFE.