Trump no ha tenido límites durante el cierre del gobierno
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El presidente de Estados Unidos presionó a los demócratas tomando medidas punitivas que ningún gobierno anterior había tomado nunca durante un cierre
WASHINGTON- El cierre del gobierno es ya el más largo de la historia de Estados Unidos. Pero quizá sea también el más duro, en parte porque el presidente Donald Trump ha tomado medidas que ningún gobierno anterior había tomado nunca durante un cierre.
En las últimas seis semanas, el gobierno de Trump recortó los cupones de alimentos para millones de estadounidenses con bajos ingresos. Intentó despedir a miles de trabajadores del gobierno y retener los salarios atrasados de otros, a la vez que congelaba o cancelaba el dinero destinado a proyectos en estados gobernados por demócratas.
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Aún está por verse si habrá un precio político que pagar para Trump o su partido, ya que las encuestas muestran que los votantes en general culparon más a los republicanos por el cierre. Pero, de momento, la táctica parece haber funcionado, después de que un grupo de demócratas acordara apoyar un proyecto de ley para poner fin al cierre y abandonara las concesiones que su partido había exigido.
“Hacer frente a Donald Trump no funcionó”, dijo el lunes en la MSNBC el senador independiente por Maine, Angus King, quien hace asamblea con los demócratas. “En realidad le dio más poder”.
La política de mano dura que el gobierno de Trump empleó durante el cierre, a menudo procedente de su director de presupuesto, Russell Vought, a quien Trump se refiere como Darth Vader, se volvió demasiado brutal para el puñado de demócratas centristas del Senado, a quienes de todos modos nunca les gustó mucho la idea del cierre.
El acuerdo que votaron el lunes revierte gran parte del daño infligido por Trump. Según sus términos, el presidente debe rescindir sus despidos y devolver los salarios atrasados a otros trabajadores del gobierno. Los demócratas también podrán votar sobre la ampliación de las subvenciones de la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, algo que los republicanos del Senado les ofrecieron hace semanas.
Aunque el cierre puede estar llegando a su fin, los dirigentes demócratas dicen que el partido aprendió la lección de que los votantes de base los recompensan cuando luchan. Los líderes demócratas ven las elecciones de la semana pasada, con grandes victorias en las elecciones a gobernador en Nueva Jersey y Virginia, como una prueba de que su estrategia estaba funcionando. Señalan las encuestas que indican que el público culpaba a Trump y a los republicanos más que a los demócratas por el cierre.
“Los republicanos de todo el país fueron derrotados”, dijo el representante Hakeem Jeffries, por Nueva York, el principal demócrata de la Cámara, y añadió: “Como demócratas de la Cámara, sabemos que estamos en el lado correcto de esta lucha”.
Los demócratas también creen que ahora tienen un tema sobre el que competir en las elecciones intermedias. Han puesto de relieve cuestiones importantes para los votantes, posicionándose en la mente del público como el partido que lucha por reducir los costos de la atención sanitaria, al tiempo que pueden contrastar esos esfuerzos con los intentos del gobierno de Trump de negar cupones de alimentos a las familias necesitadas.
Pero los funcionarios de Trump también han aprendido una lección.
Si consiguen esperar a los demócratas el tiempo suficiente —y aumentan la presión lo suficiente—, retrocederán.
Al principio del cierre, los funcionarios de la Casa Blanca predijeron que los demócratas acabarían cediendo. Vieron poca necesidad de que Trump negociara con los líderes demócratas, el senador Chuck Schumer por Nueva York y Jeffries.
La estrategia, dijeron funcionarios de la Casa Blanca, consistía en resistir ante los demócratas, aumentar el daño y ver cómo acababan cediendo.
En declaraciones a los periodistas en el Despacho Oval, Trump dijo que aprobaba el acuerdo que se estaba estudiando para reabrir el gobierno federal.
“Abriremos nuestro país muy rápidamente”, dijo Trump. Cuando se le preguntó si eso significaba que desistiría de sus intentos de despedir a trabajadores federales, dijo: “Respetaré el acuerdo. El acuerdo es muy bueno”.
Trump también dejó claro que quiere posicionar a los republicanos como el partido que trabaja para reducir los costos de la atención médica. Dijo que quiere avanzar hacia un sistema sanitario que elimine a las compañías de seguros.
“Queremos un sistema de salud en el que paguemos el dinero a la gente en lugar de a las compañías de seguros”, dijo. “Y les digo, vamos a trabajar muy duro en ello durante el próximo periodo de tiempo corto”.
Pero Trump no ofreció detalles sobre cómo podría ser ese plan o cómo podría ahorrar dinero a los consumidores.
Aún puede haber más consecuencias del cierre, incluso después de que se resuelva.
Algunos demócratas de la Cámara de Representantes, descontentos por el hecho de que Schumer no pudiera controlar mejor a su grupo y mantener la línea de las demandas demócratas, exigieron que fuera sustituido.
“El senador Schumer ya no es eficaz y debería ser sustituido”, dijo el representante Ro Khanna, demócrata por California, en una publicación en X. “Si no puedes liderar la lucha para impedir el aumento vertiginoso de las primas de atención médica para los estadounidenses, ¿por qué vas a luchar?”.
Pero Jeffries dijo que apoyaba a su homólogo en el Senado.
“La abrumadora mayoría de los demócratas del Senado, liderados por Chuck Schumer, han librado una valiente lucha durante las últimas siete semanas”, dijo Jeffries. c. 2025 The New York Times Company.
Por Luke Broadwater, The New York Times.