Trump pide cancelar fabricación de nuevo avión presidencial; dice que es demasiado caro
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El costo de los dos Boeing 747 está “totalmente fuera de control”, dijo Trump a reporteros en el lobby del rascacielos que lleva su nombre en Nueva York
Nueva York, — El presidente electo Donald Trump declaró el martes que el gobierno debería cancelar sus contratos para la fabricación de los aviones presidenciales, dando indicios de que está dispuesto a empezar a tomar decisiones seis semanas antes de su juramentación.
El costo de los dos Boeing 747 está “totalmente fuera de control”, dijo Trump a reporteros en el lobby del rascacielos que lleva su nombre en Nueva York.
El gobierno tiene contratos con Boeing por miles de millones de dólares para construir dos o más aviones, que empezarían a ser usados en 2024. Ello implica que Trump no viajaría en esos nuevos modelos a menos que se postule a la reelección y la gane, pero la Fuerza Aérea ha pedido que se terminen antes, afirmando que el mantenimiento de las naves actuales es demasiado costoso.
El contrato actual debía ser de unos 3 mil millones de dólares, pero se ha reportado que el costo se ha abultado. Trump tuiteó la mañana del martes: “Boeing está construyendo aviones Air Force One para los futuros presidentes, pero los costos son excesivos, más de 4.000 millones de dólares. ¡Hay que cancelar esos contratos!”
Luego dijo que el costo es demasiado: “Creo que Boeing nos está jugando una pequeña trampa. Queremos que Boeing gane dinero, pero no tanto dinero”.
Las acciones de Boeing bajaron tras los comentarios de Trump, pero no mucho.
Cuando se le preguntó sobre los comentarios del presidente electo, el portavoz de Boeing Todd Blecher respondió: “Tendremos que devolverte la llamada después de que averigüemos exactamente qué es lo que está pasando”.
Trump actualmente usa su propio avión, un Boeing 757, pero como presidente tendrá que viajar en el avión de la Fuerza Aérea, que tiene dispositivos especiales de seguridad y telecomunicaciones.
Trump habló antes de viajar el martes más tarde a North Carolina, para continuar con la “gira de agradecimiento” tras su victoria en las elecciones. La visita ocurre menos de una semana después de una visita a Ohio, donde habló ante un mitin estridente que parecía más un evento de campaña que un discurso de alguien a punto de llegar a la Casa Blanca.
Durante ese evento en Cincinnati, Trump acusó a la prensa de ser “deshonesta”, animó a la gente a gritar “¡Construyan el muro!”, criticó a colegas republicanos y sorprendió a sus propios asesores al anunciar desde el podio que estaba nombrando al general retirado James Mattis como secretario de Defensa.
El evento del martes en Fayetteville será seguido por mítines en Iowa y Michigan, continuando con la gira en que el presidente electo desea agradecer a sus partidarios por haber votado por él en los estados clave a fin de ganar la Casa Blanca.
El día anterior, Trump designó al neurocirujano retirado Ben Carson como secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano, lo que suscitó inquietudes por la falta de experiencia en temas de gobierno que tienen las figuras elegidas hasta ahora por el presidente electo para su gabinete.
Carson, quien fue rival de Trump en las primarias republicanas, no tiene experiencia alguna en cuestiones de gobierno ni en manejar una enorme agencia de administración pública.
La gobernadora de South Carolina Nikki Haley, designada por Trump como embajadora en Naciones Unidas, no tiene experiencia alguna en política exterior. Steve Mnuchin, ex ejecutivo de Goldman Sachs y de compañías de Hollywood, ha sido designado como secretario del Tesoro, pero jamás ha trabajado en gobierno.
Aunque Mattis fue comandante de la Infantería de Marina, no tiene experiencia en administrar la agencia oficial más grande, el Departamento de Defensa, con 740.000 empleados civiles además de 1,3 millones de personas en servicio militar.
Los demócratas criticaron rápidamente la selección de Carson.
La dirigente de los demócratas en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, expresó que se trata de “una designación inquietante de alguien no cualificado”. El senador demócrata por Nueva York Charles Schumer expresó “serias dudas sobre la falta de experiencia del doctor Carson en temas de vivienda. Es una persona sumamente contraria al rol del gobierno y por lo tanto, por decir lo menos, es una designación inusual para secretario de Vivienda”.