Trump renueva sus ataques al presidente de la Reserva Federal y los mercados caen

Internacional
/ 22 abril 2025

Las acciones cayeron, los bonos se vendieron y el dólar estadounidense siguió perdiendo terreno el lunes, cuando el presidente Donald Trump renovó sus ataques contra Jerome Powell

Por Danielle Kaye y Kevin Granville

El gobierno de EE. UU. reconoció que la probabilidad de recesión aumenta. Las críticas de Trump a Powell, podrían ser un esfuerzo por tener opciones para culpar a otros en caso de que ocurra, según los expertos.

Las acciones cayeron, los bonos se vendieron y el dólar estadounidense siguió perdiendo terreno el lunes, cuando el presidente Donald Trump renovó sus ataques contra Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, poniendo nerviosos a los inversores, ya de por sí inquietos, que consideran que la independencia del banco central es fundamental para la salud de la economía estadounidense.

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Wall Street comenzó el día con una caída, pero las ventas masivas ganaron fuerza después de que Trump apuntó contra Powell en una publicación en las redes sociales, llamándole “gran perdedor” e instando a la Reserva Federal a recortar las tasas de interés. Trump también insinuó que una desaceleración económica sería culpa de Powell.

Tras una recuperación tardía, el S&P 500 cayó un 2,4 por ciento en el día. Todos los principales sectores del índice cayeron, siendo los más afectados el tecnológico, el energético y el de consumo discrecional.

Los ataques del presidente a Powell se suman a la incertidumbre que ya han inyectado en los mercados financieros el caótico despliegue de aranceles y las amenazas de que habrá más, dijo John Mowrey, director de inversiones de NFJ Investment Group.

“Hay un montón de cosas que podrían ser muy inquietantes para el mercado mientras intenta navegar por lo que realmente no sabe cómo navegar, que es la incertidumbre política sobre los aranceles”, dijo Mowrey, añadiendo que “Powell es una de ellas”.

El gobierno de Trump ha reconocido un aumento de la probabilidad de recesión. Las críticas de Trump a Powell, dijo Mowrey, señalan un esfuerzo por “tener las cartas preparadas para culpar a otras personas en caso de que eso ocurra”.

Trump también había arremetido contra Powell la semana pasada, diciendo a los periodistas el jueves que “si quiero que se vaya, se irá muy rápido, créanme”.

Un día antes, el presidente de la Fed había advertido en un discurso que los aranceles podrían crear un “escenario desafiante” al poner en tensión los dos objetivos principales del banco central: una inflación estable y un mercado laboral saludable.

Los inversores en bolsa tienden a favorecer unas tasas de interés más bajas, que facilitan a las empresas la obtención de préstamos y la expansión de sus negocios. Los precios de las acciones suelen subir cuando los inversores esperan que la Fed recorte las tasas, aunque sea como consecuencia de malas noticias económicas. Pero la reciente reacción del mercado a los llamamientos de Trump a favor de unas tasas más bajas sugiere que los inversores consideran que la amenaza a la independencia de la Reserva Federal supera cualquier beneficio derivado de los movimientos de las tasas.

Se dice que Trump se muestra cauteloso a la hora de intentar destituir a Powell antes de que finalice su mandato como presidente el año que viene, lo que probablemente inyectaría aún más volatilidad en unos mercados ya de por sí inquietos. La independencia política de la Reserva Federal se considera fundamental en los mercados financieros mundiales, y las amenazas a esa independencia han inquietado a los inversores acerca de la estabilidad de los activos cotizados en dólares, considerados desde hace tiempo un lugar seguro y confiable para colocar el dinero.

Eso incluye los bonos del gobierno estadounidense, que se han convertido en una de las principales preocupaciones de Wall Street y de la Casa Blanca, ya que han caído en las últimas semanas. El lunes, mostraron una tensión renovada, con el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años saltando por encima del 4,4 por ciento a medida que los inversores vendían los bonos. (Los rendimientos se mueven de forma inversa a los precios).

El dólar estadounidense siguió cayendo el lunes frente a casi todas las demás divisas importantes. Cayó alrededor de un 1 por ciento frente al euro, hasta el nivel más bajo en más de tres años. El dólar también cayó frente al yen japonés, hasta su nivel más bajo desde septiembre.

A primera vista, un dólar más débil abarata los productos estadounidenses en el extranjero y encarece las importaciones. Pero un cambio sustancial podría ser señal de que los inversores se están alejando de la creencia de hace décadas de que el dólar y los activos estadounidenses son un refugio seguro, y en su lugar están optando por poner su dinero en otra parte.

“Creemos que la debilidad del dólar continuará”, dijo en una nota Win Thin, director gerente de Brown Brothers Harriman. Añadió, sin embargo, que las recientes ganancias de algunas divisas podrían no durar porque es probable que el crecimiento económico se debilite.

La angustia sobre la independencia de la Reserva Federal se produjo el lunes en un contexto de inquietud de los inversores sobre la economía mundial. Trump ha elevado drásticamente los aranceles estadounidenses sobre las importaciones, hasta un 145 por ciento sobre los productos chinos, para aplanar los desequilibrios comerciales de Estados Unidos. Más allá de los aranceles, Washington ha endurecido el comercio de artículos críticos, como los chips de silicio avanzados. China ha respondido con elevados aranceles sobre productos estadounidenses y restricciones a las exportaciones de minerales de tierras raras e imanes, esenciales para los motores de los vehículos eléctricos y otras tecnologías.

Los economistas prevén que estos cambios elevarán los precios e impedirán el crecimiento.

“Las ‘noticias de Washington’ siguen siendo el principal catalizador de los mercados”, dijo Chris Larkin, director de negociación e inversión de E-Trade. “Es probable que la inestabilidad continúe hasta que se aclare la política comercial”, añadió.

Desde el anuncio de Trump de imponer aranceles a casi todos los socios comerciales de Estados Unidos el 2 de abril, el S&P 500 ha caído aproximadamente un 9 por ciento. El índice de referencia está un 16 por ciento por debajo de su máximo de cierre de mediados de febrero, ya que las rondas de ventas han acercado al índice a un mercado bajista, término de Wall Street para cuando un índice bursátil cae un 20 por ciento desde su último máximo.

Una primera señal de la agitación en el comercio internacional vino de Corea del Sur, donde la oficina de aduanas dijo el lunes que las exportaciones a Estados Unidos cayeron más de un 14 por ciento en los primeros 20 días de abril, frente al mismo periodo del año pasado. Eso fue mucho más débil de lo esperado, señalaron los analistas de Nomura, que calificaron las cifras de “canario en la mina de carbón”.

El Fondo Monetario Internacional ha advertido que sus últimas previsiones sobre la economía mundial, que se publicarán el martes, pronosticarán un crecimiento más lento y una inflación más alta este año de lo previsto anteriormente.

Los precios del petróleo, que a menudo se consideran un barómetro de las expectativas sobre el crecimiento económico, cayeron casi un 2 por ciento el lunes, con el crudo Brent a unos 66,67 dólares el barril. El petróleo ha caído cerca de un 20 por ciento desde su máximo de mediados de enero.

c. 2025 The New York Times Company

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