Twitter y Facebook en la mira del Congreso de EU por su labor en las elecciones
El CEO de Facebook, Mark Zuckerberg y el de Twitter, Jack Dorsey, tendrán que dar explicaciones ante la Comisión de Asuntos Jurídicos de la cámara alta por video debido a las medidas de seguridad contra el coronavirus.
Los jefes de Twitter y Facebook tendrán que dar explicaciones hoy ante un panel del Senado de Estados Unidos sobre la desinformación en sus redes durante la campaña electoral, aunque la tarea se dificulta por el hecho de que los mismos senadores discrepan profundamente sobre la integridad de las elecciones.
El CEO de Facebook, Mark Zuckerberg y el de Twitter, Jack Dorsey, serán interpelados hoy por la Comisión de Asuntos Jurídicos de la cámara alta aunque lo harán por video debido a las medidas de seguridad contra el coronavirus.
Varios senadores republicanos, entre ellos el titular de la comisión, Lindsey Graham, se han negado a refutar las falsas aseveraciones del mandatario Donald Trump de que hubo fraude en las elecciones. Al mismo tiempo, en las redes sociales han proliferado falsedades según las cuales el candidato demócrata Joe Biden no ganó los comicios.
Graham, quien es estrecho aliado de Trump, incluso le imploró recientemente: “Señor presidente, no reconozca los resultados de estas elecciones, siga luchando”.
Zuckerberg y Dorsey prometieron e los congresistas el mes pasado que tomarían medidas para impedir que sus redes sociales sean manipuladas por gobiernos extranjeros o que sean usadas para incitar a la violencia. De hecho, han aplicado etiquetas de advertencia a ciertos mensajes, lo que ha enfurecido a Trump y sus partidarios.
Tanto Twitter como Facebook han etiquetado mensajes de Trump, como los que dicen que someter votos por correo es una práctica fraudulenta. El lunes Trump mandó un mensaje por Twitter diciendo “¡Yo gané las elecciones!” y la plataforma le puso la etiqueta: “Fuentes oficiales dieron un resultado distinto a estas elecciones”.
Dos días después de las elecciones Facebook tomó pasos para prohibir un grupo de simpatizantes de Trump que se llama “Stop the Steal” y que estaba organizando manifestaciones en contra del resultado electoral. La agrupación, de 350,000 miembros, estaba repitiendo las aseveraciones infundadas del mandatario de que las elecciones fueron ilegítimas.