La historia del trabajador humanitario estadounidense que murió en un ataque aéreo israelí en Gaza

El trabajador humanitario estadounidense-canadiense que murió en un ataque aéreo israelí, el pasado lunes era un nuevo padre que estaba a punto de abandonar Gaza para revaluar las preocupaciones de seguridad en el territorio cuando su camión fue golpeado.

Jacob Flickinger, de 33 años, dejó atrás a su pareja Sandy y a su hijo de un año en Costa Rica después de que murió junto con seis colegas de World Central Kitchen en lo que la organización sin fines de lucro ha llamado un ataque “imperdonable” y “dirigido” mientras que Israel afirma que fue un “grave error”.

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La joven familia se había mudado recientemente a Costa Rica para comenzar una nueva vida y criar a su hijo allí, declaró el miércoles el desconsolado padre de Flickinger al Daily Beast.

Ahora, los amigos de la familia están recaudando dinero para la madre recién enviudada y el bebé, ya que Flickinger era el único proveedor financiero.

El nuevo padre formaba parte de un equipo de trabajadores humanitarios de World Central Kitchen que acababan de entregar más de 100 toneladas de alimentos al norte de Gaza, que está al borde de una gran hambruna, cuando misiles disparados por el ejército israelí alcanzaron sus tres vehículos en sucesión.

Fue asesinado junto a Lalzawmi (Zomi) Frankcom, de 43 años, de Australia y Damian Sobol, de 35 años, de Polonia; tres ciudadanos del Reino Unido: James (Jim) Henderson, 33 años; James Kirby, 47 años; y John Chapman, 57 años; y el piloto palestino del equipo, Saifeddin Issam Ayad Abutaha, de 25 años.

Flickinger, que había trabajado como voluntario en World Central Kitchen en Gaza desde principios de marzo, le dijo trágicamente a su padre que estaba a pocos días de abandonar el territorio devastado por la guerra que ha estado bajo constante fuego de Israel antes de que lo mataran.

Iba a llegar a El Cairo a finales de semana para “reevaluar cuáles eran sus necesidades y cómo iban a proceder”, dijo su padre, John Flickinger, a The Beast.

“La situación cambiaba diariamente sobre el terreno cuando Israel amenazaba con atacar Rafah”, dijo John. “Ese fue el último mensaje de texto suyo, que volverá a evaluar al final de la semana en El Cairo”.

Pero Flickinger nunca tuvo esa oportunidad.

En cambio, los miembros de la familia están trabajando para que su cuerpo sea llevado de regreso a casa.

Su afligido padre describió a su hijo como “un esposo cariñoso y un nuevo padre” y “el mejor amigo que cualquiera podría tener”.

Flickinger sirvió en el ejército canadiense en Afganistán y tenía doble ciudadanía de Canadá y Estados Unidos.

Había estado trabajando en diferentes trabajos como entrenador personal, entrenador y guía en la naturaleza para mantener a su familia antes de su muerte, dijo su padre al medio.

Le encantaba ser padre y el nuevo rol “cambió a Jacob en muchos sentidos”, dijo John.

“Se concentró mucho, mucho en criar a su hijo... y se mudaron a Costa Rica para comenzar una nueva vida allí y construir una vida en un bonito país tropical”, le dijo a The Beast.

Pero también se dedicó a la misión de World Center Kitchen, una organización sin fines de lucro que proporciona alimentos a las personas después de grandes desastres o guerras, y anteriormente había trabajado con la organización benéfica en México después de un huracán allí.

“Le encantaba trabajar con World Central Kitchen. Creía en su misión. Y cuando llegó la oportunidad a Gaza, dudó, pero la necesidad era muy grande”, dijo John a la publicación.

Israel se atribuyó la responsabilidad del ataque, que según dijo fue resultado de una identificación errónea durante la noche, y se disculpó por los asesinatos.

Pero los líderes de World Central Kitchen han dicho repetidamente que creen que el ataque fue un objetivo.

La organización dijo que los tres vehículos del equipo, que viajaban con distancias entre ellos, fueron alcanzados por misiles sucesivamente y dos de los autos estaban claramente marcados con el logotipo de World Central Kitchen, incluso en el techo.

El convoy también viajaba por lo que se suponía era una zona libre de conflicto en coordinación con las Fuerzas de Defensa de Israel.

“Estoy desconsolado y consternado de que nosotros, World Central Kitchen y el mundo, hayamos perdido hermosas vidas hoy debido a un ataque selectivo de las FDI. El amor que tenían por alimentar a las personas, la determinación que encarnaron para mostrar que la humanidad está por encima de todo y el impacto que tuvieron en innumerables vidas serán recordados y apreciados para siempre”, dijo Erin Gore, directora ejecutiva de World Central Kitchen, en un comunicado.

La organización sin fines de lucro con sede en DC, que era el mayor proveedor de alimentos no perteneciente a la ONU en la franja de Gaza devastada por la guerra, ha suspendido todas las operaciones en Gaza desde las muertes.